“La guerra del fin del mundo”, de Mario Vargas Llosa

«O Anti-Christo nasceu
Para o Brasil governar
Mas ahi está O Conselheiro
Para delle nos livrar»

La guerra del fin del mundo es la sexta novela del escritor peruano Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de literatura en 2010, que cuenta también con la nacionalidad española desde 1993 y con la dominicana desde junio de 2023. Publicada en 1981, está considerada como una de sus más grandes creaciones y su primera gran novela histórica. Fue la primera novela que Mario Vargas Llosa situó fuera del Perú. Es un relato exhaustivamente documentado, tanto a través de lecturas como de viajes sobre el terreno en el que tuvo lugar este acontecimiento histórico.

El centro de La guerra del fin del mundo es un hecho histórico: la guerra de Canudos, una insurrección popular, de signo religioso, paradójicamente a la vez revolucionaria y reaccionaria, que se produjo a fines del siglo XIX en las tierras del Nordeste, en el Brasil. El eje de la obra, la espoleta del conflicto es un personaje fanatizado, un enigma eremítico: el Consejero, mostrado siempre en forma alusiva y oblicua, como una especie de cristalización esquinada y adusta del desamparo y el orgullo de unas gentes desheredadas.

   El hombre era alto y tan flaco que parecía siempre de perfil. Su piel era oscura, sus huesos prominentes y sus ojos ardían con fuego perpetuo. Calzaba sandalias de pastor y la túnica morada que le caía sobre el cuerpo recordaba el hábito de esos misioneros que, de cuando en cuando, visitaban los pueblos del sertón bautizando muchedumbres de niños y casando a las parejas amancebadas. Era imposible saber su edad, su procedencia, su historia, pero algo había en su facha tranquila, en sus costumbres frugales, en su imperturbable seriedad que, aun antes de que diera consejos, atraía a las gentes.

A la acción del Consejero, que crea, desde mínimos grupúsculos iniciales, una vasta sublevación, se contraponen otros personajes, ya individualizados, ya vistos como vehículos de intereses o ideales contrapuestos: la vieja aristocracia feudal y legitimista, los políticos que entretejen una malla de dobles tramas, la milicia profesional y, en calidad de testigos, dos seres solitarios, un frenólogo idealista adscrito a las ideas libertarias y un periodista que, como intelectual, sólo podrá rescatar su experiencia narrándola algún día por escrito. Construida con tanta precisión y belleza como una pieza musical, segura en el complejísimo trazado de las acciones bélicas, nítida en la limpidez de un estilo bruñido y casi invisible, La guerra del fin del mundo es a un tiempo un apasionante fresco de aventuras, una soberbia reconstrucción histórica y una pieza literaria sabiamente trabada, en la que culmina la excepcional trayectoria de Mario Vargas Llosa. Un libro fundamental en la historia literaria del siglo XX sobre el que el propio autor ha declarado: «Si yo tuviera que escoger una entre todas las novelas que he publicado, probablemente elegiría ésta, porque la considero el proyecto más ambicioso que me he planteado».

  El Barón tuvo un estremecimiento; era como si el mundo hubiera perdido la razón y sólo creencias ciegas, irracionales, gobernaran la vida.

«Esta novela me hizo vivir una de las aventuras literarias más ricas y exaltantes, en bibliotecas de Londres y Washington, en polvorientos archivos de Río de Janeiro y Salvador, y en candentes recorridos por los sertones de Bahía y de Sergipe. Acompañado de mi amigo Renato Ferraz, peregriné por todas las aldeas donde según la leyenda el Consejero predicó, y en ellas oí a los vecinos discutir con ardor sobre Canudos, como si los cañones tronaran todavía sobre el reducto rebelde y el apocalipsis pudiera sobrevenir en cualquier momento en esos desiertos erupcionados de árboles sin hojas, llenos de espinas. Los zorros salían a nuestro encuentro en las veredas y nos dábamos también por los caminos con encuerados, santones y cómicos de la legua que recitaban romances medievales. Donde estuvo Canudos, había ahora un lago artificial y en sus orillas proliferaban los casquillos y proyectiles herrumbrados de las atroces batallas». Mario Vargas Llosa

SINOPSIS

A finales del siglo XIX, en las tierras paupérrimas del noreste de Brasil, el chispazo de las arengas del Consejero, personaje mesiánico y enigmático, prenderá la insurrección de los desheredados. En circunstancias extremas como aquéllas, la consecución de la dignidad vital sólo puede venir de la exaltación religiosa y del quebranto radical de las reglas que rigen el mundo de los poderosos. Así, grupos de miserables acuden a la llamada de la revolución de Canudos, la ciudad donde se asienta una comunidad de personajes que difícilmente desaparecerán de la imaginación del lector. Frente a todos ellos, una trama político-militar se articula para detener con toda su fuerza el movimiento que amenaza con expandirse.

Publicada originalmente en 1981, La guerra del fin del mundo es la primera gran novela histórica de Mario Vargas Llosa, un libro fundamental de la narrativa en español del siglo XX.

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  Cuando Lelis Piedades, el abogado del Barón de Cañabrava, ofició al Juzgado de Salvador que la hacienda de Canudos había sido invadida por maleantes, el Consejero llevaba allá tres meses. Por los sertones había corrido la noticia de que en ese sitio cercado de montes pedregosos, llamado Canudos por las cachimbas de canutos que fumaban antaño los lugareños, había echado raíces el santo que peregrinó a lo largo y a lo ancho del mundo por un cuarto de siglo. El lugar era conocido por los vaqueros, pues los ganados solían pernoctar a las orillas del Vassa Barris. En las semanas y meses siguientes se vio a grupos de curiosos, de pecadores, de enfermos, de vagos, de huidos que, por el Norte, el Sur, el Este y el Oeste se dirigían a Canudos con el presentimiento o la esperanza de que allí encontrarían perdón, refugio, salud, felicidad.

MARIO VARGAS LLOSA

Mario_Vargas_Llosa_(crop_2)Premio Nobel de Literatura 2010, nació en Arequipa, Perú, en 1936. Aunque había estrenado un drama en Piura y publicado un libro de relatos, Los jefes, Premio Leopoldo Alas, su carrera literaria cobró notoriedad con La ciudad y los perros, Premio Biblioteca Breve (1962) y Premio de la Crítica (1963). En 1965 apareció su segunda novela, La casa verde, Premio de la Crítica y Premio Rómulo Gallegos. Ha publicado piezas teatrales -La señorita de Tacna, Kathie y el hipopótamo, La Chunga, El loco de los balcones, Ojos bonitos, cuadros feos, Las mil noches y una noche y Los cuentos de la peste-, estudios y ensayos -García Márquez: Historia de un deicidio, Carta de batalla por Tirant lo Blanc, La orgía perpetua, La utopía arcaica, La verdad de las mentiras, La tentación de lo imposible, El viaje a la ficción, La civilización del espectáculo, La llamada de la tribu La mirada quieta (de Pérez Galdós)-, memorias –El pez en el agua-, relatos –Los cachorros-, Conversación en Princeton, con Rubén Gallo, Medio siglo con Borges, Dos soledadesObra periodística I. El fuego de la imaginaciónUn bárbaro en París: Textos sobre la cultura francesa y, sobre todo, novelas: Conversación en La Catedral, Pantaleón y las visitadoras, La tía Julia y el escribidor, La guerra del fin del mundo, Historia de Mayta, ¿Quién mató a Palomino Molero?, El hablador, Elogio de la madrastra, Lituma en los Andes, Los cuadernos de don Rigoberto, La Fiesta del Chivo, El Paraíso en la otra esquina, Travesuras de la niña mala, El sueño del celta, El héroe discreto, Cinco Esquinas y Tiempos recios. Ha obtenido los más importantes galardones literarios, desde los ya mencionados hasta el Premio Cervantes, el Príncipe de Asturias, el PEN/Nabokov y el Grinzane Cavour.

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