“Algún amor que no mate”, de Dulce Chacón

«Porque todos los hombres matan lo que aman pero no todos mueren por ello»Oscar Wilde

libro_1404497587Algún amor que no mate, publicada en 1996, es la primera novela de la escritora extremeña Dulce Chacón.

En ella, la autora de La voz dormida aborda el tema de la incomunicación, el desamor y la violencia de género en el seno del matrimonio. Prudencia, la protagonista, es una mujer enamorada de su marido, que ha conseguido sobrevivir en su matrimonio a costa de renunciar a su propia identidad. Prudencia, engañándose a sí misma, se ha ido sometiendo, sin rebelarse, a las exigencias de su marido hasta la entrega total.

    «Prudencia cometió un error. Y los errores se pagan. Creyó que su vida era la de su marido y, cuando quiso darse cuenta, el marido tenía su vida y ella no tenía la propia. Todo lo hacía calculando si a él le gustaría y jamás se preguntó qué le gustaba a ella».

Pero un día se harta y decide terminar con todo.

En la presentación del libro, el gran escritor Saramago afirmó que se trataba de una novela cruel, y “que si de algo estamos necesitados es de literatura dura en estos tiempos fáciles, falsos, de fachadas que se pueden enseñar y que por detrás sólo esconden ruinas y nada más que ruinas».

Según su propia autora, la novela es «un viaje interior en el que su protagonista se encontrará con el amor y la incomprensión, la pasión y la infidelidad, la soledad, el llanto, la risa y la muerte».

Algún amor que no mate es una novela corta que se lee de un tirón. Escrita con el alma, con un lenguaje sencillo, pero cargado de sentimiento. Muy recomendable.

Dulce Chacón hizo una adaptación para el teatro de Algún amor que no mate (2002) con la que fue candidata a los premios Max 2004 a la mejor autora teatral en castellano.

En 2007 se publicó la Trilogía de la huida, un volumen que reúne las tres primeras novelas de Dulce Chacón: Algún amor que no mate, Blanca vuela mañana y Háblame, musa, de aquel varón. Sobre esta trilogía, escribió Juan Cruz Ruiz: «Los tres libros de esta Trilogía de la huida tienen ese origen común, la melancolía que deja en las personas la lucha que parte de la evidencia de un fracaso: la pareja fracasó, pero hay que reconstruir el amor. Dulce no abordaba ese asunto con un propósito previo, ella no hacía teoría de lo que iba a escribir, y no escribía nada como una teoría; abordaba las novelas con la misma frescura, y con la misma libertad, con la que abordaba los poemas, como exabruptos de su sentimiento, y en el fondo de sus sentimientos, en el origen de su melancolía, estaba la evidencia, y la rabia, ante ese fracaso.»

SINOPSIS

Algún amor que no mate es la historia de una mujer que luchó contra el desamor y salió derrotada.

Enamorada y maltratada, Prudencia ha llegado a una situación de desamparo absoluto. Privada de su identidad, convertida en un ser construido por otros, afronta por fin que se ha engañado a sí misma, renunciando a todo por mantener a flote un matrimonio infeliz, cargado de soledades, tristezas y frustraciones. Ante la inminencia del desenlace, y después de recorrer todas las sombras de su pasado, decide emprender la huida hacia un futuro incierto….

Algún amor que no mate, primera novela de la Trilogía de la huida de Dulce Chacón, constituye una deslumbrante recreación del maltrato y de la lucha por su superación. Mediante una prosa sencilla, cercana y llena de matices y una profunda caracterización psicológica de los personajes, la autora profundiza en uno de los temas que hoy, lamentablemente, sigue de actualidad.

DULCE CHACÓN

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Dulce Chacón (Zafra, 1954-Madrid, 2003), poeta y novelista, publicó los libros de poemas: Querrán ponerle nombre (1992), Las palabras de la piedra (1993), Contra el desprestigio de la altura (Premio de Poesía Ciudad de Irún 1995) y Matar al ángel (1999), todos ellos recogidos en el volumen Cuatro gotas (2003). Como narradora publicó las novelas: Algún amor que no mate (1996), Blanca vuela mañana (1997), Háblame, musa, de aquel varón (1998), Cielos de barro (Premio Azorín 2000) y La voz dormida (Alfaguara, 2002), Premio al Libro del Año 2002 del Gremio de Libreros de Madrid, y traducida al francés y al portugués. También es autora de la obra de teatro Segunda mano (1998) y de la versión de Algún amor que no mate (2002), nominada a los premios Max 2004 a la mejor autora teatral en castellano.

OTROS FRAGMENTOS DE LA NOVELA

    «La verdad es que muchas veces las mujeres nos quejamos de vicio. Porque hay que ver qué bien se está en casa sin tener que ir a trabajar. Y encima el marido te da dinero todos los días para la compra y, si lo administras bien, hasta puedes ahorrar. Yo desde que tengo la cojera ni siquiera voy al mercado. Hago el pedido por teléfono y me lo traen. Así es que tengo todo el tiempo del mundo para mí. Arreglo mi casa por la mañana. Tengo la ropa al día y cuido mis plantas. Por la tarde pongo el televisor y después hago un solitario. Cuando me quiero dar cuenta ya estoy haciendo la cena y poniendo la mesa para que cuando venga mi marido se lo encuentre todo listo. Y al día siguiente igual. A veces me pongo a mirar por la ventana y me distraigo viendo pasar a la gente por la calle. Yo nunca me aburro, por eso no entiendo a las mujeres que dicen que quieren trabajar. Someter al marido a esa humillación. ¿De qué sirve un hombre si no puede mantener a su familia?»

[…]
     «Cuando hay que pedir amor todo está perdido. El amor no se pide, el amor se da.
    Prudencia lo supo al preguntar a su marido por primera vez si la quería. Estaban en la cama y ella se acercó, ofreciéndose. ¿Me quieres? Esas cosas no se preguntan, le respondió, déjame dormir, nenita. Ella no sabía si esa respuesta quería decir sí o no. Dime que me que quieres, le pidió. Y él le acarició la mejilla, la miró a los ojos y sonrió: ¡Claro!, le dijo, y cuando ella empezó a sonreír, añadió: ¡A veces! Y enseguida se quedó dormido y empezó a roncar.
   Prudencia se levantó, se fue a la cocina, se bebió una copita de anís y se comió una tableta entera de chocolate. Con ansia.
   Nunca más preguntó, nunca más pidió, nunca más se ofreció.»

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