«Yo soy el que se comió»

(Dichos de nuestros mayores)

Yo soy el que se comió 
ciento cincuenta carneros,
cien vacas con su vaquero,
cincuenta cabras parías,
y de postre, cien sandías,
ciento cincuenta millares de nueces.
 
Lo repartí entre dos veces,
en la ciudad de Campando,
y allí estuve cagando
ciento cincuenta y tres meses.

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«Trigo limpio”, de Juan Manuel Gil

    «Pero quién dijo que la literatura tuviera algo que ver con el confort y el sentarse en el jardín a verlas venir. Si uno quiere leer, tiene que estar dispuesto a asomarse al vacío.»

Trigo limpio es el título de la novela con la que el escritor almeriense Juan Manuel Gil ha ganado el Premio Biblioteca Breve 2021. Una novela arriesgada y de difícil clasificación, que en palabras del Jurado que le concedió dicho premio «narra con asombrosa agilidad y desde el humor la fascinación por la infancia perdida en un barrio periférico, así como la naturaleza de la fabulación literaria a través de pasadizos que conectan las lecturas que todos llevamos dentro.»

El protagonista de la historia, un escritor que busca escribir la novela perfecta, recibe un mensaje de Simón, un antiguo amigo de la infancia, y del que no había vuelto a saber nada desde hacía más de veinticinco años, que ha leído su novela anterior y le propone que escriba sobre aquellos años que vivieron a las puertas de la adolescencia a principios de los noventa en un barrio junto al aeropuerto de Almería.

    «Querido amigo: Soy Simón. Aquel compañero de clase con el que compartiste más trastadas de las recomendables. No sé si me recuerdas. Supongo que sí. Hace apenas unos días, echando un vistazo en una librería cercana a casa, me topé con tu novela Un hombre bajo el agua […] Por qué no escribes sobre aquello? Sobre Huáscar y esos días. Sobre cómo apenas una tarde podía ser más larga que un verano. Si todo este tiempo alejado del barrio me diera derecho a pedir algo, una sola cosa, creo que lo tendría claro. Te encargaría que escribieras la novela de lo que nos ocurrió. Nunca he sido más feliz que en ese minúsculo momento en el que salía de aquella casa y era consciente de que teníamos toda la mañana o toda la tarde por delante. He leído en alguna de tus entrevistas que huyes de la nostalgia en la literatura. No sé si lo haces también en la vida. Yo no sé hacerlo. Y no será por no haberlo intentado. Quizá, quién sabe, exista uno de esos pasadizos entre la nostalgia y un nuevo comienzo. Me alegra haberte encontrado otra vez.»

Con una prosa directa y desenfada, y mezclando ficción con teoría literaria, Juan Manuel Gil nos ofrece una novela entretenida y fácil de leer. Una buena novela que constituye todo un homenaje a la literatura y al refugio que supone la lectura.

    «La primera vez que vi a Simón, yo estaba en clase de Ciencias Naturales. La maestra interrumpió su explicación, abrió la puerta sin que previamente nadie llamara a ella, e hizo pasar a un niño pecoso y flaco,que apenas era capaz de levantar la mirada del suelo. Nos lo presentó, dijo que era el nuevo compañero y, después de encajar una mesa y una silla entre dos alumnas, recuperó su tiza y siguió explicando la lección por donde la había dejado. Como yo ocupaba un pupitre de la penúltima fila, lo estuve observando toda la mañana. No sacó ni un lápiz de esa mochila que había dejado en el suelo. Escuchó a cada uno de los maestros que pasaron por el aula y no abrió la boca en ningún momento, salvo para hacer una pregunta, a última hora, en la clase de Pretecnología.

    —¿Puedo leer un libro?

    El estupor de los compañeros fue absoluto.»

SINOPSIS

Veinticinco años después de protagonizar una gam­berrada que marcará el transcurso de la vida de un grupo de amigos, el narrador sin nombre de esta no­vela recibe un mensaje de Simón, un miembro de la pandilla que desapareció un buen día sin dejar rastro, con una propuesta inesperada: ¿por qué no escribes sobre nosotros?, ¿sobre lo que nos sucedió?

Como una falsa novela de detectives, Trigo limpio sigue los pasos de un escritor dispuesto a cualquier cosa para darle forma a la novela perfecta mientras investiga sobre un pasado que poco se parece a lo que recuerda de su infancia perdida en un barrio periférico. Un juego literario en el que el lector está invitado a conectar las piezas de un hábil rompecabezas.

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    «Lo que Simón no sabía, ni tenía por qué, es que el tipo de novela que más me gusta nunca es trigo limpio. Antes, si acaso, todo lo contrario. Creo que para que una historia arraigue en el pecho de cualquier lector, es conveniente no trillar ni aventar el grano hasta el punto de dejarlo solo, inmaculado, lucido. Las pequeñas piedras, la tierra, el polvo, las espigas y otras semillas han de estar ahí, junto al trigo. Porque si no, cómo va a brotar el desconcierto, dónde se va a guarecer el misterio, de qué manera se va a enturbiar la verdadera emoción.»

Armado con un inteligente sentido del humor y dispues­to a saltarse todas las fronteras entre la realidad y la fic­ción, Juan Manuel Gil ha obtenido el Premio Biblioteca Breve 2021 con este lúcido homenaje al poder universal de contar historias y al refugio que supone la lectura.

Leer otro fragmento de la novela

JUAN MANUEL GIL

000078171_1_Juan_Manuel__2021_©_Ivan_Gimenez-Seix_Barral_WEB_202103081544Nació en Almería en 1979. Es escritor y profesor. Formó parte de la primera promoción de residentes de la Fundación Antonio Gala. Con su primer libro, Guía inútil de un naufragio (2004), obtuvo el Premio Andalucía Joven de Poesía. Desde entonces se ha centrado en la novela: Inopia (2008), Las islas vertebradas (2017) y Un hombre bajo el agua (2019). Es autor, además, de dos volúmenes de difícil clasificación: Mi padre y yo. Un western (2012), que le valió el Premio Argaria, e Hipstamatic 100 (2014), una recopilación de textos en los que mezcló vida y actualidad.