Lorenzo Silva presentó ‘La marca del meridiano’, protagonizada por su conocida pareja de guardias civiles

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     Lorenzo Silva durante la presentación de su libro en Badajoz

Cuenta Lorenzo Silva (Madrid, 1966) que la primera novela en la que nació su famosa pareja de guardias civiles formada por Rubén Bevilacqua y Virginia Chamorro fue rechazada por seis editoriales con dos argumentos: el género policiaco no interesaba en España y muchos lectores podían sentir un rechazo muy visceral hacia la Benemérita. Aquel primer libro, titulado ‘El lejano país de los estanques’, fue finalmente publicado en 1998 y ese año ganó el Premio Ojo Crítico. Desde entonces, esta pareja de guardias civiles le ha traído muchas alegrías a este escritor (como el Nadal). La última, el Premio Planeta, que se lo llevó con ‘La marca del meridiano’.imagesc

  Silva visitó ayer San Francisco para firmar ejemplares de esta última obra ambientada en la Cataluña actual. A lo largo de la narración, Bevilacqua y Chamorro conviven «con la crisis, las tensiones territoriales y la corrupción, porque realmente esa es la sustancia de la que se alimenta esta sociedad, esas son las coordenadas de sus conflictos, y de esos conflictos brotan los criminales y la respuesta a éstos».

  Aseguró que ambos protagonistas seguirán en su vida literaria «porque un guardia civil puede investigar crímenes hasta su jubilación, y el Consejo de Ministros retrasa cada semana la edad, de manera que calculó que lo hará en el 2028; se puede morir con el tricornio puesto».

  En cuanto al prestigio que le da a un escritor ganar el Planeta, reconoció que «el perímetro de los lectores se amplía y se ensancha notablemente». «Si ganas el Nadal -prosigue- no se entera ni la cuarta parte de la gente que se entera cuando te llevas el Planeta. Los tres días siguientes de saberse, a mí me reconocía todo el mundo en todas partes, es una cosa que yo no había vivido jamás y que pensaba que sólo le pasaba a gente como Messi. Pero la literatura es una asunto muy marginal de nuestra sociedad, y afortunadamente esa visibilidad que te da se pasa pronto».

  Lorenzo Silva echa la vista atrás y recuerda que el primer premio lo ganó con 14 años. Hace 33 que no ha dejado de inventar historias. Acumula ya en el mercado más de una veintena de novelas: «Ya no me acuerdo de cómo era la vida sin escribir», resume.

Silva en la Feria del Libro de Badajoz

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