Ésta es mi tierra (2002) es un librito de 134 páginas, bellamente ilustrado con fotografías de Genín Andrada y dibujos de OPS, que recoge el guion que escribió Luis Landero para la serie de Televisión Española Ésta es mi tierra, un espacio documental y literario que recoge el trabajo de escritores y los relaciona con los paisajes que han impregnado sus obras. En este capítulo el escritor extremeño recuerda su infancia en Alburquerque (Badajoz) y nos lleva a los lugares más significativos de su pueblo.
El libro comienza con un hermoso autorretrato. Posteriormente nos conduce por los espacios más representativos de su Alburquerque natal y por los recuerdos de su infancia en una familia de labradores, en una casa en la que sólo había un libro. Nos descubre los inicios de su vocación de escritor, favorecidos por la gran sabiduría para el relato oral que tenía su abuela Francisca, analfabeta, pero que dominaba como nadie el arte de contar. Y termina hablándonos de la inevitable marcha de su familia a la gran ciudad, dejando atrás el paraíso perdido de su tierra y de su infancia.
«Si es verdad que existe en el hombre, y en cada uno de nosotros, la nostalgia de un Paraíso perdido, de una plenitud que nos fue arrebatada, para mí ese Paraíso sería la infancia y la naturaleza. Por esos, uno no se distancia de ella, no la ve como paisaje, ni menos aún la valora estéticamente. Uno no mira; actúa (uno va a nidos, o a lagartos, o a grillos, o a ranas, o corre sin cansarse hacia no importa dónde, o se sube a un árbol o se tumba en la hierba). Y algo similar les ocurre también a los campesinos. Tampoco ellos tienen conciencia estética del paisaje».
Ésta es mi tierra es un libro maravilloso, escrito con una prosa magnífica y que rezuma lirismo y un profundo amor por su tierra. Más que recomendable.
Alburquerque, nostalgia en blanco y negro: Luis Landero
SINOPSIS
En Ésta es mi tierra el escritor Luis Landero recrea su infancia y vivencias personales en Extremadura, todo ello en la mejor literatura de tradición y pulso cervantino, mezcla de ironía, ternura y sabiduría vital. Sin interferir y complementando la visión del escritor, acompañan al texto las fotos de Genín Andrada y los dibujos terriblemente lúcidos de OPS.
«Mi signo es la impertinencia; mi pasión, un cierto afán de plenitud que me impide el disfrute de mí mismo y me invita al ensueño. Mi dulzura es la naturaleza y el verano, que es tanto como decir la melancolía de la infancia. Mi dolor es la insatisfacción crónica y la repentina falta de entusiasmo. La literatura ha acabado por ser, después de la tormenta, una reparación de daños.
Me gustaría entender el mundo. Vendería mi alma al diablo por ser sabio. Pero hay días en que no entiendo nada, y sólo me llega el fragor de algo absurdo, caótico».
LUIS LANDERO
Luis Landero nació en Alburquerque, Badajoz, un veinticinco de marzo de 1948, en el seno de una familia campesina extremeña, que emigró a Madrid a finales de la década de los cincuenta. A los quince años escribía poemas, al mismo tiempo que trabajaba como mecánico en un taller de coches y chico de recados en una tienda de ultramarinos. Inició y terminó sus estudios en Filología hispánica en la Universidad Complutense, ha enseñado literatura en la Escuela de Arte Dramático de Madrid y fue profesor invitado en la Universidad de Yale (Estados Unidos). Se dio a conocer con Juegos de la edad tardía en 1989 (Premio de la Crítica y Premio Nacional de Narrativa 1990), novela a la que siguieron Caballeros de fortuna (1994), El mágico aprendiz (1998), El guitarrista (2002), Hoy, Júpiter (2007, XV Premio Arzobispo Juan de San Clemente) y Retrato de un hombre inmaduro (2010), todas ellas publicadas por Tusquets Editores. Traducido a varias lenguas, Landero es ya uno los nombres esenciales de la narrativa española. Ha escrito además el emotivo ensayo literario Entre líneas: el cuento o la vida (2000), y ha agrupado sus piezas cortas en ¿Cómo le corto el pelo, caballero? (2004). Absolución, su novela más trepidante, es una delicada historia de amor, una cuenta atrás que no da tregua, y un inspirado relato de aprendizaje y sabiduría a través de un elenco de personajes inolvidables. El balcón en invierno (2014) está basada en hechos y vivencias reales, en la que su autor ha decidido revelarnos la verdadera historia de una parte muy importante de su vida: la de su infancia en una familia de labradores en su Alburquerque natal y la de su adolescencia en un barrio de Madrid. En 2017 publicó La vida negociable. Lluvia fina (2019) es la historia de una familia que, tras muchos años de distanciamiento, decide reunirse con el objeto de hacer las paces y curar las pequeñas heridas que les han distanciado durante tanto tiempo. En El huerto de Emerson (2021) retoma la memoria y las lecturas de su particular universo personal donde las dejó en El balcón en invierno. En Una historia ridícula (2022) demostró su maestría en el uso del humor para retratar la condición humana. La última función (2024) es su última novela.
Su obra sigue entusiasmando a miles de lectores tanto en España como en el extranjero, donde ha sido traducido a numerosas lenguas. Extremadura reconoció su labor con el Premio a la Creación en el apartado de Literatura en el año 2000 y en 2005 se le concedió la medalla de Extremadura.
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«El escribir por oficio es uno de los grandes peligros del escritor. Cuando uno alcanza un estilo, un tono y una música y permanece fiel a ellos… Eso puede no ser bueno. Así que intento ser un escritor sin oficio, que está aprendiendo cosas continuamente.»
Luis Landero