“Extremadura en los relatos de viajeros de habla inglesa : (1760-1910)”, de Jesús A. Marín Calvarro

La presencia de Extremadura en los textos de la literatura en lengua inglesa

322_20050210_144821   Jesús A. Marín Calvarro nos presenta en su obra una esmerada selección de escritos de viajeros ingleses o de habla inglesa que recorrieron Extremadura en las últimas décadas del siglo dieciocho y primera década del diecinueve.

 Como nos dice el propio autor en la Introducción de su libro: “Numerosos han sido los viajeros extranjeros que, movidos por razones diversas, han recorrido a lo largo de los siglos y en todas direcciones la heterogénea geografía de la Península Ibérica. Esta aseveración tiene su fundamento en la existencia de un copioso conjunto de obras en las que sus autores han plasmado, con mayor o menor fortuna, sus impresiones personales sobre aquellos lugares y gentes que encontraron en su camino. De entre los viajeros que legaron a sus conciudadanos sus experiencias personales sobre nuestro país, los viajeros ingleses o de habla inglesa ocupan, sin duda alguna, uno de los lugares más destacados especialmente a partir de los siglos dieciocho y diecinueve. […] Algunos de ellos atravesaron el territorio extremeño y, como en otros lugares por los que pasaron, consignaron también en sus diarios de viaje el efecto que les causó esa experiencia.”

   La opinión que merece a estos viajeros la región extremeña no puede decirse que sea muy positiva, en general. Extremadura aparece ante sus ojos como un territorio casi despoblado, árido y abandonado de la administración. Sin embargo, algunos viajeros ahondaron más y supieron reconocer y apreciar el valor de esta tierra y de sus gentes.

LA VILLA DE FERIA EN EXTREMADURA EN LOS RELATOS DE VIAJEROS DE HABLA INGLESA

   Del total de diecisiete viajeros, cuyos escritos recoge Marín Calvarro en esta obra, destacamos a Robert Semple (Capítulo V) y Elizabeth Vassa Fox, Lady Holland (Capítulo VI). Estos viajeros recorren tierras extremeñas en 1809, cuando se está desarrollando la Guerra de la Independencia. Ambos pasan junto a la villa de Feria y les llama la atención el pueblo y su castillo. En sus respectivos diarios dan muestra de ello.

Vistas de Feria y su castillo

                                                     Vistas de Feria y su castillo

ROBERT SEMPLE

   Robert Semple visitó la Península en dos ocasiones: la primera en 1805 y la segunda en 1809, durante la Guerra de la Independencia.

Diario de R. Semple

Diario de R. Semple

De esta segunda visita nos da cuenta en su diario, publicado en Londres en ese mismo año, titulado A Second Journey in Spain, in the Spring of 1809; from Lisbon through the Western Skirts of the Sierra Morena, to Sevilla, Cordoba, Granada, Malaga, and Gibraltar; and thence to Tetuan and Tangiers. En dicho diario nos cuenta cómo entra en España a través de Badajoz, procedente de Lisboa en la primavera de 1809. Posteriormente se dirige a Sevilla pasando por La Albuera, Santa Marta, Los Santos de Maimona, Fuente de Cantos y Monesterio.

  Semple es muy bien tratado por los habitantes de las distintas poblaciones por las que pasa. Representa ante ellos al poderoso aliado inglés que lucha codo con codo junto a los españoles contra el ejercito de Napoleón. Este ambiente bélico queda reflejado en su diario:

   La mañana del 8 me marché de Santa Marta. De este lugar a Los Santos de Maimona hay una distancia de cinco leguas. El terreno, al principio, consiste en pequeñas colinas redondas pero completamente desnudas hasta una distancia de unas dos leguas, luego nos encontramos al inicio de las estribaciones de Sierra Morena que aquí comienza a elevarse en escabrosas alturas. En la cima de una empinada colina cónica a la derecha, a mitad de camino entre Santa Marta y Maimona, se alza el castillo de Feria a tiro de cañón de la carretera y un poco más abajo se encuentra el pueblo del mismo nombre. Los sencillos campesinos de los alrededores consideran este castillo como inexpugnable y como un obstáculo insuperable para el avance de los franceses en el caso de que se adentrasen tan lejos. Por otro lado no parece que el castillo proteja ningún paso importante en estas montañas o incluso ningún trecho destacado de la carretera. Alrededor de mediodía llegué al pueblo de Los Santos de Maimona por un camino que antes de entrar serpentea hasta casi rodearlo.”

ELIZABETH VASSA FOX, LADY HOLLAND

Lady Holland

 Lady Holland

Lady Holland estuvo casada con Henry Richard Vassall, barón de Holland que fue un personaje muy conocido, amigo y partidario de los liberales españoles y que mantuvo un gran interés por los problemas peninsulares.

   Lady Holland fue anfitriona y confidente de muchos de los grandes políticos ingleses y españoles de su época.

El matrimonio Holland hizo dos viajes a la Península Ibérica. El primero entre noviembre de 1802 y marzo de 1805. El segundo viaje se produjo en plena Guerra de la Independencia, entre octubre de 1808 y julio de 1809.

   Lady Holland escribió un diario de esos viajes por la Península, titulado The Spanish Journal of Elisabeth lady Holland, que no llegó a publicarse hasta 1910. Los Holland entran en tierras badajocenses, procedentes de Andalucía, en el inicio del verano de 1809. Se dirigen de camino de vuelta a Lisboa, con el fin de embarcar para Inglaterra, y van pasando por Fuente de Cantos, Zafra, Los Santos, Santa Marta y La Albuera, hasta llegar a Badajoz.

   La Guerra de la Independencia se encuentra en pleno desarrollo, lo que se manifiesta en su diario:

      2 de julio.

 Dejamos los Santos a las tres en punto. Contemplamos a la izquierda el pueblo, la vieja torre y los muros de Feria situado en un lugar muy pintoresco. Un grupo de franceses subió al pueblo y pidió víveres pero la gente se guareció en la vieja torre y utilizaron un viejo cañón que disparó con tal brío que les forzó a retirarse. Llegamos a Santa Marta alrededor de las siete. Los franceses en un número de quinientos estuvieron acuartelados aquí durante veintidós días, desde el vieintiuno de abril. Las mujeres y hombres jóvenes huyeron y muchas casas fueron abandonadas. Los franceses cortaron los olivos para su campamento y para sus tiendas arrancaron las puertas y las ventanas de las casas quemándolas cuando se marcharon. Los hombres jóvenes que se fueron del pueblo se juntaron con otros campesinos y mantuvieron una constante refriega con los puestos avanzados de los franceses.”

 El castillo de Feria

                              El castillo de Feria

   Román Gómez Villafranca, en su obra Extremadura en la Guerra de la Independencia española, recoge un parte del General Monsalud, fechado el día 6 de mayo de 1.809, en el que se describe cómo los vecinos de la villa de Feria, llamados coritos, se estaban preparando para la defensa del pueblo frente a los invasores. Entre los medios de que pensaban valerse para su defensa hace referencia a la existencia de un cañón de Artillería que se encontraba sepultado en un subterráneo. En dicho parte expresa que juzgaba a «la villa de Feria digna de toda atención por la gallarda bizarría con que han contestado al enemigo y se preparan á su defensa con resolución heróica hasta las mugeres. Entre los medios de que se vale para su empresa merece referirse el uso que piensan hacer de un cañón de Artillería antiguo de yerro y del calibre de 16, según dicen: hallábase sepultado en un subterráneo sin género alguno de cureña que facilitara usarlo y a pesar de esto emprendieron la grande obra de extraerlo á fuerza de brazo y colocarlo sobre algunas tijeras ó borriquetes en el sitio que les pareció más importante todo con el fin de aprovechar solamente quatro balas que tiene del calibre de dicha pieza: yo me regocijo al oír que aquellos naturales desean que su villa sea una segunda Zaragoza en la constancia de su valor y fidelidad.»

El suceso del cañón debió de ocurrir en el espacio de tiempo trascurrido entre el paso de ambos viajeros por estas tierras próximas a Feria. Y más concretamente después del parte del general Monsalud, de 6 de mayo de 1.809, y el paso de Lady Holland, el 2 de julio de ese mismo año. Es muy probable que el suceso tuviera lugar en el mismo mes de mayo, quizás a finales del mismo.

 José Muñoz Gil, que fuera cronista de la villa de Feria, en su obra titulada La Villa de Feria, nos habla de la existencia del topónimo de “la cortina del Cañón”, que se encontraba en la zona oriental de la sierra del Castillo. En esta cortina se encuentra la “Mina del Cañon”, posiblemente el lugar donde se encontraría el citado cañon, y cercana a ella la llamada “Era del Cañon”. Según le contó a Muñoz un vecino muy mayor de Feria, en dicha era pusieron los coritos el cañon para atacar a los franceses.

SINOPSIS

  Extremadura en los relatos de viajeros de habla inglesa : (1760-1910) es un recorrido por una pequeña parte de la historia extremeña cotidiana. Este viaje comienza a finales del siglo dieciocho a través de los ojos del que a la sazón fuera capellán del embajador británico en Madrid y finaliza con las gratas impresiones que esta tierra despierta en uno de los primeros turistas que la visitan a principios del siglo veinte. Entre ambos relatos se sitúan los de muchos otros viajeros que recorren Extremadura de un extremo a otro dejando constancia de aquello que más les llamó la atención. En algunas ocasiones serán los numerosos monumentos de sus ciudades y pueblos, en otras simplemente la riqueza y variedad de su territorio y, en muchos otros casos, las curiosas costumbres y tradiciones de su gente. En estos comentarios y opiniones confluyen, a menudo, consideraciones de signo contrario que lejos de disminuir enriquecen los valores que conforman la identidad de Extremadura como región.

JESÚS Á. MARÍN CALVARRO

  Jesús Á. Marín Calvarro (Cadalso, Cáceres, 1954) es Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Extremadura. Consiguió el grado de Doctor en enero del año 2000 con el trabajo de investigación El discurso ambiguo de los diecisiete primeros sonetos de Williams Shakespeare y su traducción al español. Ha publicado diversos artículos que giran en torno a la importancia del juego verbal en la poesía isabelina y la dificultad que entraña su traslado al español.

  Además de Extremadura en los relatos de viajeros de habla inglesa: (1760-1910) es autor de Extremadura, luces y sombras en la literatura de viajeros de habla inglesa, así como de diversos artículos sobre la literatura de viajeros de habla inglesa por Extremadura.

«Espejo literario de Extremadura”, de Fernando Pérez Marqués

La presencia de Extremadura en los textos de la literatura española y universal

  E13  Fernando Pérez Marqués nos presenta en su obra Espejo literario de Extremadura un documentado ensayo acerca de la presencia de Extremadura en los textos de la literatura española y universal. El ensayista extremeño hace una cuidada recopilación de escritos de grandes literatos de todos los tiempos sobre Extremadura.

    Nadie mejor para indicarnos el objetivo del libro que el propio autor que con estas palabras, sacadas del preliminar, nos lo expresa de esta manera: Con el presente trabajo se pretende contribuir, aunque sólo sea un ápice, a ese esfuerzo colectivo de recuperar y definir las señas de identidad histórica de Extremadura añadiendo una perspectiva más al conocimiento de la realidad extremeña: la visión que de ella tienen o han tenido los observadores ajenos, los observadores foráneos, tomando a tal fin aquellos textos de autores que han situado sus creaciones literarias en su territorio, o han recogido –a veces con leves pinceladas– las contingencias, las acciones y el espíritu de sus gentes; la mirada valorativa de los escritores viajeros, el juicio de nuestros huéspedes, ya sean apologistas o detractores, tanto nacionales como extranjeros.”

  Más adelante, Pérez Marqués vuelve a insistir en esa misma idea:  …De aquí nace el propósito del presente trabajo de hacer trasunto literario de lo que trataron con su lira o con su pluma autores españoles o extranjeros, antiguos o modernos, anónimos o expresos, en despliegue continuo, torrencial, en despliegue inacabado”

    El índice de la obra, que se relaciona a continuación, permite hacernos una idea bastante aproximada del contenido del libro:

Capítulo I. Preliminar Capítulo II. Esencia y presencia Capítulo III. En la lengua del Lacio Capítulo IV. Los árabes, fantásticos y sensuales Capítulo V. En román paladino Capítulo VI. Romances y cancioneros Capítulo VII. Poemas de exaltación heroica Capítulo VIII. Don Luis de Góngora y Argote Capítulo IX. Guadalupe hermoso Capítulo X. Garcilaso, solo Capítulo XI. Extremadura en tres grandes: Cervantes, Lope, Calderón Capítulo XII. Dos autores más con el señuelo de La Serrana de La Vera: Vélez de Guevara y José de Valdivielso Capítulo XlII. La Novela picaresca
Capítulo XIV. En la Gramática Posterior a Lope de Vega Capítulo XV. En las treguas para la pluma Capítulo XVI. Cantos épìcos Capítulo XVII. Romanticismo: dos romances y una novela Capítulo XVIII. Viajes de escritores extranjeros Capítulo XIX. Antonio Ponz, inconmensurable Capítulo XX. Larra en Extremadura
Capítulo XXI. Addenda: poetisa de España Capítulo XXII. Colofón
 

   Dentro del apartado titulado Viajes de escritores extranjeros, Pérez Marqués hace referencia a la obra del Mayor Sir Hew Whiteford Dalrymple el cual escribió un diario en forma de cartas, al final de cada jornada, durante el recorrido que en 1774 hizo por España. Su obra Travels through Spain and Portugal in 1774 apareció publicada en 1777.

   Dalrymple comienza su periplo por tierras badajocenses entrando por Badajoz de camino de Elvas. Posteriormente, sigue su viaje dejando atrás La Albuera.

 «Desde allí hemos ido a Santa María (quiere decir Santa Marta); el camino es bueno, pero el país está desierto y abandonado; son tres leguas, que hemos hecho en tres horas y media. Hemos hallado allí una posada bastante cómoda y el huésped más honrado encontrado desde Osuna. Nos han dado colchones muy buenos, y todo a un precio muy razonable. Satisfecho de su buen trato, he pagado algo más de lo que me pedía y he sido despedido con todas las bendiciones de la familia. ¿Quién no quisiera gozar de tal placer y tan barato?”

 Y es que estos viajeros antiguos, mejor dispuestos a divulgar deficiencias e incomodidades, se encontrarían como éste alguna que otra vez en pueblos y ciudades motivos de complacencia, que ellos guardarían indiferentes en lo hondo del tintero.

    “Aquí el país se torna casi enteramente inculto; tenemos grandes montañas a nuestra derecha, sobre cuya cumbre se ve una vieja torre (el castillo de Feria), un poco antes de llegar a Zafra”.
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Feria, entre Santa Marta y Zafra. Vistas de Feria y alrededores desde el castillo

  ¡Bueno, montañas! La Madroñera, el Salamanco, Valdelaespina, y al fondo, sobreponiéndose al castillo de Feria, la Sierra del Pico, cubiertas sus faldas de monte bajo.

   En Zafra, sin gusto ni afición para lo que encierra una ciudad que bien pudo considerarse en su época como “pequeña población renacentista”, sólo saca esta trivial conclusión: “Esta ciudad es grande y famosa solamente por los guantes de piel de cordero que allí se hacen y son tan finos que se los puede encerrar en una cáscara de nuez.”»

   Y el viajero continúa su periplo pasando por Fuente de Cantos, Monesterio…

 FERNANDO PÉREZ MARQUÉS
perezmarques.com

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Fernando Pérez Marqués (San Vicente de Alcántara, 1919-Madrid, 1993) destacó en el género ensayístico con títulos con De Extremadura. Cuatro esquinas de atención y Espejo literario de Extremadura. Póstumamente parte de sus artículos fueron recogidos en el volumen Postales de andar extremeño. La publicación Viaje a la Extremadura esencial continúa esa labor de rescate, merecido agradecimiento a un autor singular.