“Mamaeña, relatos extremeños” de Miguel Herrero Uceda y Elisa Herrero Uceda

Escritos con el corazón para ser leídos «de reciu»

Los hermanos de Ceclavín, Miguel y Elisa Herrero Uceda, vuelven a deleitarnos con esta nueva publicación titulada Mamaeña. El libro contiene un ramillete de entrañables relatos que, al igual que su anterior obra, Ceborrincho, están escritos en la variante altoextremeña del habla dialectal de Extremadura; «el castúo, según el término acuñado por el poeta de Guareña, Luis Chamizo, o el estremeñu como prefieren denominarlo otros lingüistas». Un lenguaje que ofrece ciertas peculiaridades en cada localidad y que, afortunadamente, como hemos podido comprobar, sigue vivo y está presente en el día a día de las gentes de estas tierras. Fue en Garrovillas de Alconétar, localidad colindante con el Ceclavín de los autores de estos relatos, donde escuché, por primera vez, hace ya muchos años, la expresión cuyu pan dehgarrah (¿de quién eres?) que me cogió totalmente fuera de juego. También fue por estas tierras, hace bastante menos, donde una agüelina, un poco sorda, le soltó a mi hija aquello de dímelu ma de reciu.20150507124914_00001

Título: Mamaeña, relatos extremeños

Autores: Miguel Herrero Uceda y Elisa Herrero Uceda

Nº de páginas: 254 págs.

Editorial: Elam Editores

ISBN: 978-84-936585-6-4

Año edición: 2015

Las historias de Mamaeña nos muestran cómo era la vida de nuestros pueblos extremeños allá por los años 50 y 60 del pasado siglo y nos acercan, además, las costumbres y los saberes de aquellos años tan difíciles.

Están narradas con enorme rigor histórico, con gracia, y con extraordinaria sensibilidad tal como solían hacerlo nuestras abuelas. Y nos permiten viajar por distintos parajes del norte de Extremadura; acercándonos a sus tradiciones y costumbres, desarrolladas y transmitidas de generación en generación; y a sus formas de vida sencilla, en armonía con la naturaleza.

«Endi lejus s´adivina a los jombris del campu po la costumbri que tienin, velaí, de estal con la caeza levantá, barruntandu la temperii, amu, mirandu siempre pal cielu; pa vel si lluevi, si escampa, si vieni un nubláu, si da por acabal esti secarrón, si va a cael pedrizu, qué se yo…»

El libro, según sus autores, pretende ser un «homenaje a los saberes tradicionales y a las personas que han vivido en este mundo tan unido a la naturaleza». Con ésta y sus anteriores obras, los hermanos Herrero Uceda, buscan la puesta en valor de nuestras raíces, de nuestra rica cultura extremeña. Decía el gran escritor extremeño Luis Landero que “la mayor tragedia de este siglo es la extinción de la cultura campesina, cultura milenaria e indefensa porque no está registrada en libros, sino en manos de la memoria y la transmisión oral«. Por eso, el trabajo de los hermanos Herrero Uceda, por dejar constancia y dar a conocer a las nuevas generaciones el rico patrimonio cultural de Extremadura, resulta de un valor extraordinario.

«Pertenecemos a una generación que conocimos esta forma de vida, cuando éramos niños, y hemos visto como en poco tiempo se está olvidando todos estos saberes populares. Por eso, hemos querido, a través de estos relatos, poner en valor todo este acervo cultural, para evitar que pueda caer en el olvido, porque sería como perder nuestra memoria colectiva, nuestra propia identidad.

Hablando con las nuevas generaciones nos hemos dado cuenta que muchos jóvenes sienten esa sed por llegar a conocer lo que son sus raíces; notan, quizás, que se han quedado huérfanos de esa trasmisión de sabiduría rural que fluía de padres a hijos. Queremos que, ahora de la mano de estos relatos, puedan vivir esas experiencias junto a los personajes, de modo que serán estos los que les transmitan y les hagan comprender esas realidades de antaño, como si de una máquina del tiempo se tratara.

Los relatos se han fraguado y corren por distintos lugares de la geografía de la Alta Extremadura, trayéndonos aires, paisajes, hablares y sentires del Valle del Alagón, las tierras de Alcántara, las Vegas de Coria, La comarca de Monfragüe, el Valle del Jerte, la Sierra de Gata, Las Hurdes, el Valle del Ambroz y La Vera.

Son relatos de la tierra, de la naturaleza, del entorno rural, escritos en prosa poética, sin que por ello hayamos dejado atrás la dura realidad de aquellos difíciles años que les tocó vivir y sufrir a tantas personas.»

Nota de los autores

SINOPSIS

De los mismos autores que Extremadura en el corazón, Mi Extremadura, la cultura rural y Ceborrincho.

¿Por qué Mamaeña? El nombre de Mamaeña, que da título a esta colección de relatos, e incluso a uno de los propios relatos, lo hemos tomado de la forma habitual que tenían, en muchos pueblos de Extremadura, de llamar a las abuelas, fundiendo la palabra mamá con su nombre de pila: Mamaeña (mamá Eugenia), Mamabeliña (mamá Beliña) o Mamatoñi o Mamarrosa…

Este libro se compone de una serie de relatos escritos con amor, sensibilidad, dulzura y humor, tal como nos los solían contar nuestras abuelas, nuestras Mamaeñas, utilizando sus mismas palabras, sus mismas expresiones. Por eso están escritos en extremeño o castúo, ¿Cómo sino se podría reflejar más fielmente sus narraciones?

El extremeño es un lenguaje dulce, sentido, profundo y expresivo, con una gran riqueza de palabras que nos permite expresar mejor los sentimientos. Además, por su proximidad al castellano, es de fácil comprensión para cualquiera que no esté familiarizado con este habla, en cuanto lean algún relato. Así nos lo han hecho saber muchos de nuestros lectores, agregando que además el lenguaje les permitía sumergirse en ese ambiente, sobre todo leyendo los relatos en voz alta.

Nuestro lenguaje es otro paisaje, otro patrimonio que tenemos que saber valorar para que no se pierda. Al final del libro se incluye un glosario de términos.

¡Escucha a tu Mamaeña leyendo los relatos en voz alta!

Son relatos de la tierra, de la naturaleza, del entorno rural, no exentos de la dura realidad de aquellos años.  

LOS AUTORES

                                                              Elisa y Miguel

 MIGUEL HERRERO UCEDA

Sus primeros recuerdos del mundo natural y del mundo rural están en el campo extremeño, en el Ceclavín de su infancia, y en las historias que le contaba su padre.

A la manera de los hombres del Renacimiento, su admiración por la naturaleza se une con su interés por las artes, las ciencias, las letras y la técnica. Es ingeniero informático, desarrollador de sistemas y doctor en Inteligencia Artificial, una rama multidisciplinar de investigación.

Forma parte de proyectos para conservar y generar bosques. Es colaborador de la Fundación Más árboles y de la Fundación Cultura de Paz.

Su afán por conocer, es comparable al deseo por compartir ese conocimiento mediante colaboraciones en diversas publicaciones, intervenciones en programas de radio, televisión, a través de ciclos de conferencias, o bien directamente, a sus alumnos de la Universidad Complutense de Madrid, donde ha sido profesor en las Facultades de Física, Química, Informática y la E. U. Estadística.

En 2005 publicó El alma de los árboles. Tres años más tarde, Elam Editores lanzó una nueva edición notablemente ampliada.

En 2009 aparece el libro Los árboles del Bosque de la Calma.

Junto con Elisa, publica en 2011 Extremadura en el corazón, en 2012 Mi Extremadura y en 2013 Ceborrincho, relatos extremeños.

Han recibido numeros premios y reconocimientos.

ELISA HERRERO UCEDA

Nacida en Ceclavín (Cáceres) es doctora en Biología e Ingeniera informática. Colabora con Miguel en sus numerosos proyectos y le acompaña en las conferencias donde interviene intercalando citas y poemas en las charlas, con su voz cálida y sentida.

Miguel y Elisa, con la colaboración de sus hermanos, siguen trabajando para reunir la memoria de un pueblo en una obra literaria, donde se muestra con respeto y dignidad la esencia del nuestro ser, las formas de vida y la sabiduría que se han desarrollado y se han trasmitido de generación en generación desde hace milenios con numerosos testimonios de personas que vivieron ese mundo en los años cincuenta y sesenta, antes de la emigración a las grandes ciudades.

Sus recuerdos constituyen la esencia de un pueblo.

FRAGMENTO DEL LIBRO

    M´acuerdu que en tiempus de las rastrojeras, mos jadíamus con un güen recaperu de terronis. Estus si que eran proyectilis, y amás no producían muchu dañu, peru al impactal, explotaban comu si jueran bombas; eran exquisitus. Pos a su poel explosivu se uñía que se manejaban mu bien. S´agarraban por los restus de los tallus durus de los rastrojus, de mou que al lanzalus, el arcu de tiru era más grandi y salían a toa lechi.
   ¡Estandu juntus naidi mos mojaba la oreja! ¡Juy mairi, munúus baquis echábamus! Aluegu enseñábamus ergullosos las piteras de las resultas de algún fortín conquistáu. Yo creu que es por esu por lo que íbamus tan peláus y escamondáus, pa poel dil enseñandu toas las piteras, como trofeus de guerra.
    Peru tamién bregábamus lo nuestru, ¡Toma no! Entoncis tous teníamus que acotinal pa sacal la familia p´alantri. Tous los días mos levantábamus de madriugá y ayuábamos al ordeñu. Aluegu aparejábamus la burrina con las aguaeras y la cargábamus con los cántarus de lechi bien tapaítus con las torteras. Entoncis, cogíamus la verea alantri e ibamus, Damián y yo, a lleval la lechi al pueblu, amus, a las casas que mos la tenían apalabrá; un cuartillu pa la señora María, dos cuartillus pal meicu, otru pal boticariu y asina de puerta en puerta despachábamus la lechi. Tamién llevamus sueru, cuandu la mairi jadía quesu, pa rogalu por las callis y gustaba muchu.

“Ceborrincho: relatos extremeños” de Miguel Herrero Uceda y Elisa Herrero Uceda

ceborrincho

      • Título: Ceborrincho, relatos extremeños
      • Autores: Miguel Herrero Uceda y Elisa Herrero Uceda
      • Nº de páginas: 316 págs.
      • Editorial: Elam Editores
      • ISBN: 978-84-936585-5-7
      • Año edición: 2013

  Entrañables y enternecedores, a más no poder, los relatos que aparecen en este nuevo libro de los hermanos Herrero Uceda. Escritos en una de las variantes del habla extremeña, que aún podemos encontrar por estos parajes de las Tierras de Alcántara.

  Fue por uno de esos pueblos, cercano al Ceclavín de los autores del libro, donde pude acercarme por primera vez a este habla tan característica. Por eso, términos como cutaíno (pobrecito), cacahueses (cacahuetes), moqueru (pañuelo); y tantos otros, que aparecen en estos relatos, ya me eran familiares. Nunca olvidaré la cara de mi hija, que tenía la costumbre de hablar muy bajito, cuando una agüelina una mijina dura de oído le soltó aquello de: “dímelu ma de reciu”.

  Extraordinario, el trabajo de los hermanos Herrero Uceda por dar a conocer a las nuevas generaciones el rico patrimonio cultural de Extremadura y, en especial, el habla de estas tierras.  

SINOPSIS

  De los mismos autores que Extremadura en el corazón y Mi Extremadura, la cultura rural.

  Dos de estos relatos han obtenido el primer y segundo premio Luis Chamizo de prosa en extremeño, 2012.

  Estos relatos están escritos con sentimiento, humor y el rigor histórico necesario para poder evocar de forma fidedigna como se vivía en el medio rural por los años cincuenta o sesenta, años difíciles de la larga posguerra. Entrelazados con la narración se muestran las costumbres y los saberes de entonces.

Ceborrincho, el mi burrinu serraillanu. Vídeo del primero de los 18 relatos del libro

  Son relatos de la tierra, de la naturaleza, del entorno rural, escritos en prosa poética no exenta de la dura realidad de aquellos años.

  A través de las páginas, conoceremos los sentimientos de una muchacha durante la recogida de aceitunas, escenas de vareadores y apañadoras, el burro entrañable, protagonista y compañero del hombre del campo, el fantástico día de cine, la vida y la sabiduría de las mujeres rurales, el casorio, el dolor de la emigración, los veranos, la feria, la trashumancia, los lagares, la noche de lobos, el fuego, la muerte…

  Cada narración tiene su propia personalidad.

 Estos cuentos están escritos en extremeño o castúo porque es la lengua de la cual han emergido estos sucesos, estos personajes, estas vivencias. La riqueza de palabras, las entonaciones, los giros, las expresiones representan ese otro paisaje humano que integra cada una de las escenas y sumergen al lector en esa atmósfera mágica de los relatos.

  Debido a la cercanía con el castellano, esta lengua es de rápida comprensión.

  Son relatos para ser leídos en voz alta, para darse el gusto de hablar en extremeño, en esa lengua dulce, rica, sentida y profunda que hemos conocido y que no debe perderse.

La corrobla. Vídeo de uno de los 18 relatos del libro

FRAGMENTO DEL LIBRO

 Llegué a conocel toas las clasis de rebuznus que jadía, y sabía cuandu roznaba por jambrina o por jadelsi notal o por celu y asina jasta veinti tonus distintus, que idin angunus. Él tamién me conocía tos los mis andujus. Los burrus, por pura querencia, toman las costumbris de los sus amus como propias. Se me vieni a la menti el casu del burranquinu de mi compairi Santiagu el del Vicenta, pol ponel un clusu, que echó toa la jorná pa llegal a la su viña, pos el burrino, que acababa de mercal al su vedinu Gustavinu Boega, se iba parandu en la puerta de toas las tabernas”.

 LOS AUTORES

Los autores

MIGUEL HERRERO UCEDA

 Sus primeros recuerdos del mundo natural y del mundo rural están en el campo extremeño, en el Ceclavín de su infancia, y en las historias que le contaba su padre.

 A la manera de los hombres del Renacimiento, su admiración por la naturaleza se une con su interés por las artes, las ciencias, las letras y la técnica. Es ingeniero informático, desarrollador de sistemas y doctor en Inteligencia Artificial, una rama multidisciplinar de investigación.

 Forma parte de proyectos para conservar y generar bosques. Es colaborador de la Fundación Más árboles con quienes está preparando, como coautor, el libro 100 Bosques ibéricos.

 Su afán por conocer, es comparable al deseo por compartir ese conocimiento mediante colaboraciones en diversas publicaciones, intervenciones en programas de radio, televisión, a través de ciclos de conferenicas, o bien directamente, a sus alumnos de la Universidad Complutense de Madrid, donde ha sido profesor en las Facultades de Física, Química, Informática y la E. U. Estadística.

  En 2005 publicó El Alma de los árboles. Con este libro, Miguel ha conseguido aunar, de forma natural, literatura, botánica, historia, costumbres, mitología y saber popular, no como parcelas aisladas sino con una visión integradora, donde estas facetas se complementan para crear una obra singular que habla de los árboles y de la cultura que ha surgido a su sombra.

  En julio de 2011 apareció un nuevo libro Extremadura en el corazón, un canto a la Cultura Rural. Evocación al mundo tradicional.

  Tras el éxito de la publicación de Extremadura en el corazón, en verano de 2012, los autores han publicado Mi Extremadura. La Cultura Rural. Un libro en menor tamaño, más integrado, más asequible, a fin de lograr una mayor difusión, una mayor portabilidad, y así, poder acercar estos conocimientos a un mayor número de personas.

 En diciembre de 2012 recibe el primer premio de prosa «Luis Chamizo» por su relato Ceborrincho, el mi burrino serraillanu El el segundo premio recayó en Elisa Herrero Uceda, coautora de los libros de Miguel que tratan sobre Extremadura y la Cultura Rural.

ELISA HERRERO UCEDA

  Nacida en Ceclavín (Cáceres) es doctora en Biología e Ingeniera informática. Colabora con Miguel en sus numerosos proyectos y le acompaña en las conferencias donde interviene intercalando citas y poemas en las charlas, con su voz cálida y sentida.

 Miguel y Elisa, con la colaboración de sus hermanos, siguen trabajando para reunir la memoria de un pueblo en una obra literaria, donde se muestra con respeto y dignidad la esencia del nuestro ser, las formas de vida y la sabiduría que se han desarrollado y se han trasmitido de generación en generación desde hace milenios con numerosos testimonios de personas que vivieron ese mundo en los años cincuenta y sesenta, antes de la emigración a las grandes ciudades.

  Sus recuerdos constituyen la esencia de un pueblo  

 

Entrevista realizada a los hermanos Herrero Uceda sobre el libro, en Canal Sur

 

“Mi Extremadura: la cultura rural” de Miguel Herrero Uceda y Elisa Herrero Uceda

Mi Extremadura: la cultura rural

                        Mi Extremadura: la cultura rural

MIGUEL HERRERO UCEDA

Miguel Herrero

       Miguel Herrero

   Sus primeros recuerdos del mundo natural y del mundo rural están en el campo extremeño, en el Ceclavín de su infancia, y en las historias que le contaba su padre.

  A la manera de los hombres del Renacimiento, su admiración por la naturaleza se une con su interés por las artes, las ciencias, las letras y la técnica. Es ingeniero informático, desarrollador de sistemas y doctor en Inteligencia Artificial, una rama multidisciplinar de investigación.

  Forma parte de proyectos para conservar y generar bosques. Es colaborador de la Fundación Más árboles con quienes está preparando, como coautor, el libro 100 Bosques ibéricos. Ha participado en los Encuentros Internacionales de Amigos de los Árboles.

  En 2005 publicó El Alma de los árboles. Con este libro, Miguel ha conseguido aunar, de forma natural, literatura, botánica, historia, costumbres, mitología y saber popular, no como parcelas aisladas sino con una visión integradora, donde estas facetas se complementan para crear una obra singular que habla de los árboles y de la cultura que ha surgido a su sombra.

  A finales de 2009 realiza una nueva publicación: Los árboles del Bosque de la Calma / Els arbres del Bosc de la Calma.

  Durante el año 2011, Año Internacional de los Bosques, organizó la exposición La mirada de los bosques, una exposición itinerante que está recorriendo diversos municipios extremeños para acercar el fascinante mundo de los árboles a quienes deseen conocer mejor a nuestros compañeros verdes. Esta iniciativa también está ideada como complemento pedagógico dentro del sistema educativo para inducir entre los jóvenes el amor y el respeto a la naturaleza.

  En julio de 2011 apareció un nuevo libro Extremadura en el corazón, un canto a la Cultura Rural. Evocación al mundo tradicional. No debemos olvidar que las raíces de nuestra cultura, de nuestro modo de vida proceden siempre del entorno rural, una forma de vida en armonía con la tierra, con las plantas y con todo aquello que representa la naturaleza.

  Tras el éxito de la publicación de Extremadura en el corazón, en verano de 2012, los autores han publicado Mi Extremadura. La Cultura Rural. Un libro en menor tamaño, más integrado, más asequible, a fin de lograr una mayor difusión, una mayor portabilidad, y así, poder acercar estos conocimientos a un mayor número de personas. Junto con el libro se está realizando una exposición itinerante con los grabados y textos escogidos del libro.

  En diciembre de 2012 recibe el primer premio de prosa «Luis Chamizo» por su relato Ceborrincho, el mi burrinu serraillanu. Curiosamente el segundo premio recayó en Elisa Herrero Uceda, coautora de los libros de Miguel que tratan sobre Extremadura y la Cultura Rural.

ELISA HERRERO UCEDA

  Nacida en Ceclavín (Cáceres) es doctora en Biología e Ingeniera informática. Colabora con Miguel en sus numerosos proyectos y le acompaña en las conferencias donde interviene intercalando citas y poemas en las charlas, con su voz calida y sentida.

  Miguel y Elisa, con la colaboración de sus hermanos, siguen trabajando para reunir la memoria de un pueblo en una obra literaria, donde se muestra con respeto y dignidad la esencia del nuestro ser, las formas de vida y la sabiduría que se han desarrollado y se han trasmitido de generación en generación desde hace milenios con numerosos testimonios de personas que vivieron ese mundo en los años cincuenta y sesenta, antes de la emigración a las grandes ciudades.

  Sus recuerdos constituyen la esencia de un pueblo

DATOS DEL LIBRO

portada

 

      • Título: Mi Extremadura. La cultura rural
      • Autores: Miguel Herrero Uceda y Elisa Herrero Uceda
      • Nº de páginas: 316 págs.
      • Editorial: Elam Editores
      • ISBN: 978-84-936585-4-0
      • Año edición: 2012
      • Precio: 14 €

SINOPSIS

 Este es un libro de divulgación cultural y de entretenimiento. Es un canto a la Cultura Rural, al mundo natural, a una forma de vida sencilla y sincera que el ajetreo del hombre industrializado, inmerso en las sucesivas crisis que él mismo ha generado, está olvidando, pero que subyace en la esencia de nuestra cultura.

  Tras el éxito de la publicación de Extremadura en el corazón, los autores han querido editar este libro en menor tamaño, más integrado, más asequible, a fin de lograr una mayor difusión, una mayor portabilidad, y así, poder acercar estos conocimientos a un mayor número de personas.

  El texto contiene 26 ilustraciones a toda página realizadas a lápiz, al estilo de los antiguos grabados, representando costumbres, monumentos, leyendas, paisajes, fiestas, etc. Cuenta también con más de 500 dibujos de herramientas, utensilios, instrumentos, juegos, construcciones, animales, plantas, etc. A todo esto, se añaden cuadros informativos, glosario de palabras, frases, músicas populares con su notación musical y letra, y hasta las recetas de los platos más tradicionales.

  Con este libro se quiere realzar la visión de nuestros pueblos, entonar un Canto a la Cultura Rural donde se muestra con respeto y dignidad la esencia de nuestro ser, las formas de vida y la sabiduría que se han desarrollado y se han transmitido de generación en generación desde hace milenios. Adentrándonos en las páginas de este libro nos sumergiremos en un mundo sencillo, vinculado con la naturaleza; una forma de vida sostenible y en armonía con la tierra. 

FRAGMENTO DE LA INTRODUCCIÓN DEL LIBRO

  La necesidad de dar a conocer el mundo rural, ya desde la propia educación, se hizo ilustrativamente patente con aquel famoso ejercicio que se presentó en diversos colegios de Madrid pidiendo que pintaran una gallina y que dio como resultado que un número significativo de escolares había pintado un pollo asado. Recuerdo también aquella pequeña granja que instaló, por unos días, un conocido centro comercial en su aparcamiento, para que los niños de las familias que iban a comprar se entretuvieran y se acercaran a las ovejas, a las cabras, a las gallinas… Pues, paseando por allí, vio cómo, delante de él, un niño de cinco años se quedó parado y sorprendido ante unos chivos, y exclamó sobresaltado: ¡Mamá!, ¡mamá! ¡Hienas! Estaba claro que su único contacto con los animales del campo había sido a través de las películas, como la del Rey León.”

 

Cachinu e cielu. Poesía de Elisa Herrero incluida en el el libro

DOCUMENTACIÓN SOBRE “MI EXTREMADURA: LA CULTURA RURAL”

En esta web se puede acceder a contenidos multimedia con canciones, habla, recetas leídas en extremeño, tonos de móviles, imágenes, vídeos y mucho más.

                                    Vídeo sobre el libro

FUENTES

  • Internet
  • Mi Extremadura: la cultura rural”