“El viaje a ninguna parte”, de Fernando Fernán Gómez

El viaje a ninguna parte es una novela del escritor, actor y director de cine y teatro Fernando Fernán-Gómez publicada en 1985. Está basada en un serial radiofónico de gran éxito emitido en 1984 por Radio Nacional de España y terminaría siendo adaptada al cine por el propio autor, que en la primera edición de los premios Goya obtuvo los galardones a mejor película, mejor dirección y mejor guion.

«La novela constituye el relato de los recuerdos de Carlos Galván, actor retirado que pasa sus últimos años en un asilo. Dicho relato va dirigido al psicólogo que le atiende. Los viejos tiempos rememorados por Carlos empiezan en la oscura España de los años 50, cuando la compañía de teatro ambulante Iniesta-Galván recorre por enésima vez los destartalados cafés y casinos de los polvorientos pueblos de la Mancha.

Fernando Fernán-Gómez, con un estilo firme y con la amplia experiencia de sus muchos años en el mundo del espectáculo, traza en esta novela llena de ironía y ternura un magnífico esbozo del mundo de los cómicos ambulantes, engullido por el inexorable avance del progreso de los espectáculos de masas, a la vez que retrata la peripecia vital de un hombre que, para defenderse de sus propias frustraciones, se envuelve en una inofensiva fantasía que le permite vivir feliz hasta el fin de sus días.»

    «Solíamos vivir en una fonda de Ciudad Real… ¿O de Talavera de la Reina? En fin, la fonda en que vivíamos casi todo el año estaba en Ciudad Real, y desde allí salíamos para los pueblos de La Mancha o de La Llanada. Siempre de pueblo en pueblo. Siempre de camino, como en la canción de Los Panchos. Pero cuando ocurrió lo que ahora quiero contar, no sé si estábamos en la fonda de Ciudad Real o en una pensión de Talavera. No me acuerdo bien. Bueno, pero es lo mismo. Lo que quería contar es cuando se presentó mi hijo, aquel zangalotino.»

El viaje a ninguna parte es una excelente novela, de tintes autobiográficos, con la que Fernando Fernán-Gómez rinde un homenaje lleno de compasión y ternura a los llamados «cómicos de la legua», en una etapa, la postguerra española, en que no estaba nada bien visto dedicarse a esa profesión. El propio autor ha declarado en alguna ocasión que la novela se trata de una suma de anécdotas: “Casi todas, aunque no pertenezcan a mi biografía, sí son situaciones verdaderas, pero transformadas. Por haber estado yo desde siempre en el ambiente del teatro, las he oído contar, o sé que ha sucedido. Y muchas son tiernas, en verdad.”

En fin, una gran novela, maravillosamente escrita, dura y tierna a la vez, que retrata maravillosamente una época y una forma de vida ya desaparecidas. Muy recomendable

En El viaje a ninguna parte, como en el resto de su obra, el autor nos reconforta, incluso en los momentos más duros de su peripecia, por medio de esa gran arma comunicativa que maneja con perfección: el humor. Se tiene la sensación al leer a Fernando Fernán-Gómez de que es un amigo con el que hablamos de forma cercana, entrañable e irónica, de esa cosa difícil, asombrosa y tantas veces cómica, que es nuestro viaje a ninguna parte.”

José Luis Alonso de Santos

En 1986 la novela fue llevada al cine con el mismo título, con guion y dirección del propio Fernando Fernán-Gómez, contando con un extenso elenco de figuras del cine español y de una cuidada ambientación. El resultado fue una obra maestra que obtendría los galardones a mejor película, mejor dirección y mejor guion en la primera edición de los premios Goya.rna

Secuencia antológica de la película con Juan Diego, José Sacristán y Gabino Diego.

Fernando Fernán Gómez filma esta extraordinaria historia, verdadero homenaje al mundo del teatro y sus gentes, por la que ganó un Goya a mejor dirección. Narra la historia de un grupo de hombres y mujeres a los que podemos llamar «cómicos de la legua», aunque el término esté en desuso, cuyas peripecias, unas veces entroncadas con la picaresca, otras con el costumbrismo, otras con la literatura de la imaginación, jocosas en unos momentos y en otros patéticas, tienen como telón de fondo la España franquista. A lo largo del viaje el trabajo se entremezcla con el amor, los problemas económicos con los familiares, el hambre con el triunfo soñado. El personaje central, Carlos Galván, es hijo del primer actor y director de la compañía, don Arturo, y padre de Carlitos, el muchacho que no quiere ser cómico. Carlos Galván acaba refugiándose en un mundo de fantasía.

SINOPSIS

La memoria personal y colectiva siempre ha sido un eje básico de la creación literaria y cinematográfica de Fernando Fernán-Gómez. Ha estado también presente en sus artículos y ensayos, y en sus lúcidas memorias conocemos las claves que justifican tantos personajes, situaciones y anécdotas que encontramos trasladados a la ficción de sus novelas, obras teatrales y guiones. Por otra parte, Fernán-Gómez siempre se ha mostrado preocupado por la condición profesional de un colectivo del que orgullosamente se siente partícipe, y muchas veces ha descrito lo que ha supuesto ser un cómico de su época y en España. El resultado se aleja de los cauces habituales en el costumbrismo para adentrarse en una reflexión que a menudo desborda el objetivo explícito. Una descripción ligada a unas circunstancias históricas y determinantes que son las que se encuentran en el marco histórico de El viaje a ninguna parte, que nos habla del ocaso del teatro ambulante en la España rural de principios de los años cincuenta, un tema ausente en la historia, manuales y monografías sobre este periodo teatral.

31034823130

    «Ay, Galván, Galván, hijo y nieto de Galvanes, de cómicos, de vagabundos… No reniegues de tus ancestros. ¿Quieres viajar en wagon-lits en vez de viajar en esta simpática camioneta? Me parece muy bien. ¿Quieres beber las burbujas de esa champaña extranjera en vez de valdepeñas? Pues muy bien. ¿Quieres comer ostras y turnedó y no pan y queso? Muy bien, hombre. Pero, ¿para qué quieres la dignidad? Antes a los cómicos los perseguían, los marcaban con hierros candentes, no los enterraban en sagrado… Ahora nos soportan, nos dejan vivir a nuestro aire, aunque no sea el aire de ellos, y a algunos les dan premios y los sacan en los papeles. No te quejes, Galván.»

FERNANDO FERNÁN GÓMEZ

Fernando Fernández Gómez (Lima, Perú, 28 de agosto de 1921 – Madrid, 21 de noviembre de 2007). Escritor, actor y director teatral y cinematográfico español. Fue miembro de la Real Academia Española desde el año 2000 hasta su fallecimiento.

Nace en la capital peruana ya que su madre, la actriz Carola Fernández Gómez, realiza una gira teatral con la compañía María Guerrero por Hispanoamérica, y a los pocos meses, su abuela lo traslada a Madrid, donde finaliza los estudios de bachillerato tras la guerra civil española, iniciando allí la carrera de Filosofía y Letras. Su creciente interés por el teatro le lleva a dejar sus estudios, comenzando su carrera de actor en 1938 en la compañía de Laura Pinillos. Allí conoce a Enrique Jardiel Poncela que le brinda un papel en una de sus obras. En 1943 es contratado por la productora CIFESA debutando con la película Cristina Guzmán, de Gonzalo Delgrás, iniciando así una prolífica carrera de actor de cine.

En su filmografía ha trabajado a las órdenes de los más destacados directores del cine español: Edgar Neville, Carlos Saura, Mario Camús, Víctor Erice, Ricardo Franco, Manuel Gutiérrez Aragón, Jaime de Armiñán, Gonzalo Suárez, Juan Antonio Bardem o Luis García Berlanga. Todas estas interpretaciones le hicieron aumentar su prestigio, consiguiendo el Oso de Plata del Festival de Berlín al mejor actor por su interpretación en El anacoreta Stico.

A partir de la década de los cincuenta comienza a dirigir, realizando, entre el cine y televisión, numerosos títulos entre los que destacan Mi hija Hildegart (1977), Mambrú se fue a la guerra (1986), El viaje a ninguna parte (1986), adaptación de una de sus novelas y un gran éxito, que consigue el Goya al mejor director y mejor guionista, y en esa misma edición, logra el Goya al mejor actor por Mambrú se fue a la guerra.

Como autor teatral destaca su obra Las bicicletas son para el verano (1978), por la que obtuvo el Premio Nacional Lope de Vega y fue adaptada al cine por Jaime Chávarri en 1983. Otras de sus obras de teatro son: La coartada (1972), Los domingos, bacanal (1980) o El pícaro. Como novelista, destacan El viaje a ninguna parte (1986), El mar y el tiempo (1989), El vendedor de naranjas (1961), El mal amor (1987), entre otras. Sus memorias se titulan El tiempo amarillo (1990).

De sus últimos trabajos destacan El abuelo (1998) de José Luis Garci, Todo sobre mi madre (1999) de Pedro Almodóvar; Plenilunio (1999) de Imanol Uribe; La lengua de las mariposas (1999) de José Luis Cuerda; Visionarios (2001), de Gutiérrez Aragón o El embrujo de Shanghái (2002), con Fernando Trueba.

Su larga trayectoria profesional está jalonada de prestigiosos galardones, como el Premio Nacional de Teatro en 1985, el Premio Nacional de Cinematografía en 1989 o el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1995. En el 2000 recibió el Oso de Honor en el Festival Internacional de Cine de Berlín a toda su trayectoria, y en el 2001, la Medalla de Oro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España.
Fallece el 21 de noviembre de 2007 en Madrid a la edad de 86 años, recibiendo, a título póstumo, la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio otorgada por el Gobierno de España.

FUENTES

  • Diccionario literario Bompiani
  • Fernán Gómez, F. El viaje a ninguna parte