“Una luz en la noche de Roma”, la nueva novela de Jesús Sánchez Adalid

Tras el éxito de Las armas de la luz, el autor extremeño Jesús Sánchez Adalid regresa, después de tres años metido de lleno en esta aventura literaria, con una nueva novela, Una luz en la noche de Roma, que ya podemos encontrar en las librerías.

La idea de narrar esta historia surge cuando alguien se puso en contacto con el escritor Jesús Sánchez Adalid y le informó de la existencia de unos documentos de valor inestimable. Nadie sabe por qué motivo estos datos históricos permanecían sin salir a la luz desde hace ocho décadas, guardados en el secreto de algunos archivos de la Segunda Guerra Mundial.

El autor de El mozárabe ha informado en una reciente entrevista que los hechos que narra en la novela le vinieron de repente y sin esperarlos. El 19 de septiembre de 2019 recibió un mensaje por correo electrónico que comenzaba así: «Estimado don Jesús: No quiero invadir su intimidad por el momento, y por eso prefiero escribir. Y cuando no le interese esta conversación escrita, pues no la siga y punto… Le adjunto un hecho histórico acaecido en nuestro Hospital de la isla Tiberina de Roma, sobre el que algunas televisiones (de USA y Polonia) e investigadores de la historia desean obtener información. Ese interés ha aumentado de una manera considerable últimamente. De forma resumida, trataré de contárselo en estas líneas. Durante la ocupación nazi de Italia en la Segunda Guerra Mundial, en 1943, hubo, como sabrá, una persecución de la comunidad judía de Roma, que básicamente se concentraba en el gueto, siendo, por tanto, vecino de nuestro hospital, que se encuentra en la isla Tiberina. Solo nos separa del barrio judío el puente Fabricio».

Sánchez Adalid se dio cuenta de que se encontraba, sin duda, ante unos hechos verdaderamente interesantes. Tras una investigación apasionante, encontró a los descendientes de los protagonistas reales, los cuales le proporcionaron el fantástico elenco de testimonios, revelaciones, nombres, fechas y anécdotas que componen el cuerpo de la narración.

El resultado es esta novela, según la información que nos proporciona la editorial, imprescindible y esperanzadora para los tiempos que corren.

LEER LAS PRIMERAS PÁGINAS DE LA NOVELA

SINOPSIS

En el verano de 1943, Gina, una estudiante de familia acomodada, se enamora perdidamente de Betto, un intrépido muchacho judío que forma parte de una organización clandestina. Entre ambos surge una original, intensa y prohibida relación que transcurre en el devenir de una de las tragedias más impresionantes de la historia reciente de Europa. Tras la estrambótica caída de Mussolini, Roma se precipita hacia una tormenta de violencia que culminará con la ocupación de la ciudad por las tropas de Hitler. Por otra parte, cuando las SS se disponen a capturar a todos los judíos del barrio hebreo, en el hospital de la isla Tiberina será ideado un sofisticado engaño para salvar a un buen número de personas: el llamado «Síndrome K».

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     «Amanece y, como una galera arcaica y monumental, la isla Tiberina parece navegar solitaria y desnuda. Se diría que boga río arriba, sirviéndose como remos de los puentes que la conectan con la ciudad. Va iluminándose poco a poco por la luz ambarina de un sol que todavía no asoma entre las colinas; esas secretas colinas, oscuras y maravillosamente remotas de Roma. El abismo de la noche se agota y el firmamento se extiende en lo alto, tranquilo, sonriente, destilando paz. Poco a poco, emergen los viejos edificios cenicientos, destacando la monotonía de sus paredes grises y las pardas piedras de travertino. Allá abajo, las aguas del Tíber se deslizan tranquilas, con la humedad fría y opaca que tiene la piel de los reptiles, discurriendo entre los muros construidos para defender la urbe de las inundaciones; y su olor es el olor acre y dulce que despiden los verdes terraplenes, poblados de chopos, sauces, laureles, higueras y olivos agrestes, que han crecido allí siempre gracias a las semillas que sueltan los pájaros. El hospital de los hermanos de San Juan de Dios, antiguo y solemne, permanece aún sombrío en el centro de la isla; sus formas reposan con unas tonalidades tristes y muertas en aquel paisaje sumido en la penumbra.»

Sánchez Adalid nos regala una fascinante novela que retrata la sociedad romana bajo el dominio nazi. Una mezcla de amor, heroísmo y generosidad, donde hay lugar para la ternura y la belleza. Porque, curiosamente, a pesar del peligro de los bombardeos y las amenazas constantes, la ópera, los teatros, los cines y los cafés romanos siguen abiertos invariablemente. Aun en los momentos más trágicos, Roma no renuncia a su esencia eterna y vital.

Esta es la historia real de unos hombres y mujeres que tuvieron que enfrentarse a los acontecimientos más extraños, infaustos y peligrosos que puedan darse en la existencia. Pero es en la mayor adversidad cuando sale y resplandece lo mejor del alma humana.

Entrevista para Canal 24h. Una luz en la noche de Roma

JESÚS SÁNCHEZ ADALID

22894321_1464763953618817_2010764460934034265_nJesús Sánchez Adalid (1962) nació en Villanueva de la Serena (Badajoz). Se licenció en Derecho por la Universidad de Extremadura y realizó los cursos de doctorado en la Universidad Complutense de Madrid. Ejerció de juez durante dos años, tras los cuales estudió Filosofía y Teología. Además, es licenciado en Derecho Canónico por la Universidad Pontificia de Salamanca. Es profesor de Ética en el Centro Universitario Santa Ana de Almendralejo.

Su amplia obra literaria ha conectado con multitud de lectores, gracias a la veracidad de sus argumentos y a la originalidad de sus descripciones, sustentadas en una profunda documentación. Sus novelas constituyen una permanente reflexión acerca de las relaciones humanas, la libertad individual, el amor, el poder y la búsqueda de la verdad.

La obra de Sánchez Adalid se ha convertido en un símbolo de acuerdo y armonía entre los pueblos, religiones y razas, algo especialmente necesario en un mundo desgarrado por la intolerancia y el fanatismo.

Ha publicado con gran éxito La luz del Oriente, El morázabe, Félix de Lusitania, La tierra sin mal, El cautivo, La Sublime Puerta, El caballero de Alcántara, Los milagros del vino, Galeón, El camino mozárabe, Treinta doblones de oro, Y de repente, Teresa, La mediadora, En tiempos del papa sirio, Los baños del pozo azul y Las armas de la luz.

Es también autor de Tras los pasos del abate viajero, una obra de encargo institucional que fue presentada en 2014.

En 2007 ganó el premio Fernando Lara por su novela El alma de la ciudad; en 2012 el premio Alfonso X el Sabio de Novela Histórica por Alcazaba; en 2013 el premio Internacional de Novela Histórica de Zaragoza por el conjunto de sus obra; el premio Diálogo de Culturas y el premio Hispanidad. En 2014 su novela Treinta doblones de oro recibió el premio Troa Libros con Valores.

En Extremadura ha sido distinguido con la Medalla de Extremadura y el premio Extremeños de Hoy. Además, es académico de número de la Real Academia de las Artes y las Letras de Extremadura, cuya biblioteca dirige. También es patrono de la prestigiosa Fundación Paradigma Córdoba, cuyo fin esencial es recordar los ejemplos positivos de convivencia entre las tres religiones abrahámicas: judía, cristiana y musulmana, que ocurrieron en Alándalus, buscando con ello los principios y fundamentos del ecumenismo y del diálogo.

Sánchez Adalid ha colaborado en Radio Nacional, en el diario Hoy y en revistas Historia National Geografic y Vida nueva. Actualmente colabora con Canal Historia (The History Channel), Volcán Producciones y Zebra Producciones.

FUENTES

  • El Periódico Extremadura
  • Sánchez Adalid, J. Una luz en la noche de Roma. Madrid, Harper Collins Ibérica, 2023

“14 de abril”, de Paco Cerdà

«Crepúsculo de los reyes, está despuntando el alba.»

Tras las elecciones municipales del 12 de abril, que dieron como resultado el triunfo de los partidos republicanos en las principales ciudades del país, el 14 de abril de 1931 se produjo la proclamación de la II República Española, que se llevaría por delante a la monarquía, trayendo, para muchos, la esperanza de nuevos aires de justicia y libertad.

Lo que pasó en las 24 horas de ese día, crucial para la historia de España y en que el pueblo se echó mayoritariamente a la calle, nos lo cuenta el escritor y periodista Paco Cerdá en su libro titulado 14 de abril (2022).

14 de abril puede definirse como una novela de no ficción, a medio camino entre la literatura y el periodismo, que se sustenta en un enorme trabajo de documentación e investigación, y que puede leerse como una novela. Un libro que ha sido distinguido con el II Premio de No Ficción Libros del Asteroide.

El relato comienza y se cierra con la historia de Emilio Arauzo Honorio, un encuadernador madrileño en paro, que se desangra lentamente en la madrugada del 14 de abril de 1931 tras haber sido tiroteado en una manifestación que pedía el fin de la monarquía.

     «No tenías sueño y fuiste al cine. La película era mejor que la del pobre encuadernador en paro con los cincuenta recién cumplidos que cada día proyecta el espejo. Salías del teatro, luna nueva en el cielo de Madrid, y esa marea humana te sorprendió. Vivas ardorosos. Vivas enardecidos. Gargantas henchidas de fe. Entre ellas, la de tu cuñado […]

     Va a empezar el martes 14 de abril de 1931. En los conventos ya preparan el Libro del Apocalipsis para leerlo este domingo. Cada hora de la liturgia anunciará el fin del mundo. Reyes, tronos, fuego, azufre, bestias, esclavos, muertos. Eso ocurre hoy: un mundo se extingue, una dinastía agoniza, unas vidas se apagan. La tuya, Emilio, es la primera. Descansa en paz.»

14 de abril se asoma a las plazas y calles de un país agitado y recupera historias desconocidas que tuvieron lugar en Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, Granada, Salamanca, Tarragona, Eibar, Jaca, Huesca, Palma, Cartagena, Moaña, Huelva, Cádiz o Melilla, así como sus repercusiones en París, Roma o Washington.

Concentrado únicamente en el día de la proclamación de la Segunda República, el libro sumerge al lector en todo cuanto sucedió no solo en los escenarios de poder, como el Palacio Real (con la familia real atemorizada dentro), los ministerios tomados con arrojo por los líderes republicanos o los primeros ayuntamientos que izaban banderas tricolores asumiendo riesgos, sino en las calles y hogares de toda España.

Esta obra es, ante todo, un viaje a la minúscula del 14 de abril. A manifestaciones enardecidas, a cementerios llenos de gente compungida, a un hospital donde una mujer está dando a luz a vida o muerte. Un viaje a la represión policial y las cargas de caballería del último gobierno de Alfonso XIII, a incendios y destrozos callejeros para borrar la memoria de la corona, a atracos mortales aprovechando el caos de aquel martes histórico y a prisiones donde ardía el deseo de libertad. 14 de abril también recorre colegios, campos de fútbol, teatros, emisoras de radio, redacciones de periódicos, hoteles con mullida moqueta o poblados chabolistas llenos de analfabetismo en aquel día histórico de primavera con luna nueva en el cielo.

Como gran protagonista del relato aparece el pueblo raso, este libro proyecta una mirada especial sobre las vidas rotas del encuadernador Emilio, de Cándida la pescadera, de Teresa la anarquista, del telegrafista Pàmies, de Antonio el jornalero, de Francisco el manifestante, o del militar Eduardo. Los más olvidados de una jornada histórica y cuya memoria restituye, por primera vez, esta crónica de largo aliento.

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     «La Escena. Perfecta, rotunda, simbólica. Es la escena soñada por los ideólogos de la República. El azar la ha dispuesto en esta hora trascendental en que la España oficial y mortecina agoniza en el Palacio Real mientras la España real toma el poder en las calles como masa amorfa sin corifeo aparente. Ahí está la escena: sobre el techo de un camión, que ha entrado en la plaza por la calle de Alcalá, emerge enhiesta la figura de un oficial del Ejército que porta una bandera tricolor. Una bandera republicana con un mástil de más de dos metros. Una bandera grande, morada, roja y gualda; una tela hipnótica, símbolo del cambio y del salto en la Historia. Es la iconografía perfecta de la revolución popular.»

Todas las historias narradas en este libro de no ficción son reales. Todos sus detalles están documentados y basados en un abanico de fuentes heterogéneo que el autor detalla en las páginas finales: docenas de periódicos de abril del 31, archivos fotográficos, vídeos, documentales, películas, ensayos, tesis doctorales, trabajos final de máster, artículos académicos, libros de memorias, crónicas, diarios personales, cartas, dietarios, telegramas, radiogramas, cables diplomáticos, partes policiales, pasquines políticos, alocuciones radiofónicas, revistas, informes de partido, fichas de afiliados, gacetas oficiales, estatutos jurídicos, sentencias judiciales, boletines militares, cédulas, partes de defunción, registros meteorológicos, órdenes militares, árboles genealógicos, el calendario lunar, estadísticas futbolísticas, cuadros, esculturas, archivos militares, fichas antropométricas, el Diario Oficial del Ministerio de la Guerra, mapas de carreteras y callejeros de época, actas plenarias, bases de datos de la España de 1931, inscripciones en lápidas, obituarios, listas de fusilados, textos teatrales, el romancero popular, poemas, letras de zarzuela y de los himnos que jalonaron aquella jornada.

El jurado del galardón –integrado por Jordi Amat, Daniel Capó, Leila Guerriero, Daniel Gascón y el editor Luis Solano– ha valorado especialmente «el objetivo de poner en el centro de la narración a los olvidados y restituir la dimensión humana de una fecha histórica que ha marcado nuestro pasado reciente», así como «la extraordinaria labor de investigación y documentación del autor y su ambición literaria».

El escritor valenciano nos acerca a la crónica de lo que ocurrió en ese día histórico que pudo cambiar la historia de España desde el punto de vista tanto de los grandes protagonistas como de las voces anónimas. Y lo hace conjugando el rigor histórico con el ejercicio de la buena literatura, donde importa tanto lo que cuenta como la manera de contarlo.

Cada capítulo está integrado por un puñado de historias cortas y bien hilvanadas, escritas con una prosa brillante y apasionada, que te atrapan y no te dejan indiferente.

En fin, un libro magnífico y absolutamente recomendable. No dejen de leerlo.

       «El 14 de abril es [el resultado de] un proceso revolucionario liderado por masas urbanas de todo el país que, de manera coral, hicieron convulsionar las principales ciudades españolas. No se entiende sin esta coralidad geográfica que empezó con una bandera en Eibar, continuó a mediodía con una República Catalana proclamada como spin-off de la República que se estaba proclamando en España y siguió con el gran teatro político que estaba ocurriendo en Madrid con la huida del rey [a Cartagena para, desde allí, coger un barco a Marsella] y el reparto de poderes desde el Ministerio de Gobernación. La llegada de la República no fue madrileña, fue de las capas urbanas de todo el país. Una mirada centralista nos hace perder muchos matices, porque la llegada del nuevo régimen fue diferente según la zona del país. Pasa algo parecido con los matices ideológicos: olvidamos que, ya desde el comienzo, la República respondía a intereses muy diversos.» Paco Cerdà

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SINOPSIS

Una crónica conmovedora que confirma a Paco Cerdà como una de las voces más sólidas y singulares de la literatura española actual.

Madrid, 1931. Un encuadernador en paro se desangra lentamente en la madrugada del 14 de abril. Su vida se apaga tras haber sido herido en una manifestación que pedía el fin de la monarquía.

Así comienza este relato sobre la llegada de la Segunda República a todos los rincones de España. Una mirada humana que busca tanto a los grandes protagonistas del momento como a los anónimos participantes en esa jornada trascendental. Un solo día en el que caben, como en una tragedia shakespeariana, todos los sentimientos: la ilusión de las masas, el miedo de la familia real, la ansiedad de los presos, la ambición por el poder, la lealtad a unas ideas, la esperanza colectiva y el dolor de las víctimas. Las minúsculas vidas olvidadas por la Historia.

Ganadora del II Premio de No Ficción Libros del Asteroide, esta crónica conmovedora y extraordinariamente documentada confirma a Paco Cerdà como una de las voces más sólidas y singulares de la literatura española actual.

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     «Hay un nutrido grupo de personas que miran a los balcones del segundo piso del Palacio de Comunicaciones, blanco, flamante, moderno. Constancia saca la cabeza por la ventanilla. Quiere ver qué pasa. Quiere enterarse. Se asoma por la ventanilla y contempla la insólita escena: el personal de Correos y Telégrafos está colocando en el balcón central del edificio una bandera republicana. Es la primera en un edificio oficial de Madrid. El chófer sale del taxi. Constancia también. Se funden con la multitud, cada vez más numerosa y apiñada. Todos miran hacia arriba, a esas banderas tricolores que van coronando —uno detrás del otro— los edificios públicos de la plaza. Las banderas monárquicas son arriadas una a una. El entusiasmo desborda la muchedumbre. Bocinazos, gritos, aplausos. Gorras y sombreros se descubren para saludar, para reverenciar lo nunca visto, a lo sumo imaginado.»

PACO CERDÀ

20220928102240Paco Cerdà (Genovés, 1985) es periodista y escritor. Es autor de El peón (Premio Cálamo Libro del Año 2020), Los últimos (2017) y 14 de abril (2022), que ha recibido el II Premio de No Ficción Libros del Asteroide. Fundador de La Caja Books, ha trabajado diez años como reportero en Levante-EMV y colabora con El País, la Cadena Ser y Cuadernos Hispanoamericanos. Su obra ha sido traducida al francés. El peón se publicará próximamente en Estados Unidos y será llevada al cine.

FUENTES

  • Cerdà, Paco. 14 de abril. Barcelona, Libros del Asteroide, 2022
  • Libros del Asteroide

 

Viaje a la Alcarria”, de Camilo José Cela, una de las obras maestras de la prosa española del siglo XX

«Por la Alcarria fui siempre apuntando en un cuaderno todo lo que veía.»

Viaje a la Alcarria es un libro de viajes escrito por Camilo José Cela y publicado, por primera vez, en 1948 por la Revista de Occidente.

El autor de La colmena sintió siempre especial predilección por este libro, al que consideraba su libro «más sencillo, más inmediato y directo», y que constituye un modelo insuperable de prosa castellana, estando considerado como el libro de viajes más importante de toda la literatura española del siglo XX. Con él renovó el género de la literatura de viajes, ejerciendo una prolongada influencia sobre los escritores españoles de las siguientes generaciones.

Viaje a la Alcarria es el relato, en tercera persona, de un viaje que el entonces joven escritor y periodista realizó por dicha comarca del suroeste de la provincia de Guadalajara, colindante con la de Madrid, en la primavera de 1946, entre el 6 y el 15 de junio, aunque el texto fue redactado y pulido algún tiempo después.

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                       Plano de la ruta del Viaje a la Alcarria (Editores del Henares)

Como su autor declaró en cierta ocasión, «yo quería salir un poco de Madrid y patearme un poco la España árida. Guadalajara está muy cerca de Madrid y era una zona completamente despoblada y además desconocida, de una gran belleza. Yo hablo de estas tierras con gran cariño, con gran respeto y con gran gratitud, porque me regalaron una hogaza de pan».

   «El viajero va lleno de buenos propósitos: piensa rascar el corazón del hombre del camino, mirar el amia de los caminantes asomándose a su mirada como al brocal de un pozo. Tiene buena memoria y quiere deshacerse de la mala intención, como de un lastre, al dejar la ciudad. De dentro de su pecho salen en voz alta, rodando sobre las baldosas de la acera, los versos de don Antonio —el hombre de cuerpo más sucio y alma más limpia que, según alguien dijo ya, jamás existió.»

Parece ser que la primera idea de Cela era hacer el viaje a la comarca cacereña de Las Hurdes, pero un amigo le habló de la Alcarria, una zona cercana a Madrid y que se encontraba igual o peor que sus vecinos extremeños.

Camilo José Cela define Viaje a la Alcarria como un «libro de andar y ver». En él nos descubre los pueblos y las gentes que ha conocido en su viaje por las tierras alcarreñas de Guadalajara. Nada escapa a la mirada inquieta del viajero que contempla pueblos con resonancias de más limpio castellano, niños, campanarios, cielos y gallinas, la mujer de un pastor o el tartamudo que prepara cebollinos para la siembra. Hombres y mujeres con los que entabla una conversación en la que parece que van a decirle lo mismo, cuando lo que dicen es siempre sabiamente diferente. En esta obra cimera de la prosa castellana, Cela persigue la estética de la realidad y capta el detalle, en apariencia simple, pero del que se desprende la emoción de lo profundamente verdadero. Un evocador recorrido por la sobria y apasionante realidad castellana; un viaje que termina con la misma sencillez con la que cae la tarde en cualquiera de los pueblos que el arte de Cela nos permite conocer.

Durante el viaje, Cela fue apuntando en su cuaderno todo lo que veía, y esas notas le sirvieron de «cañamazo» para su libro. Viaje a la Alcarria presenta una estructura cercana a la ficción, con frases cortas y directas, y una enorme viveza y plasticidad en las descripciones del paisaje, que se conforma como un personaje más de la narración. Escrito con una magnífica prosa, que rezuma lirismo y fina ironía por todas partes, Viaje a la Alcarria puede considerarse, sin ninguna dura, como el libro de viajes más importante de toda la literatura española y una de las obras maestras de la prosa castellana del pasado siglo. Una obra magnífica y absolutamente recomendable.

   «En Taracena no hay vino tinto, noble como la sangre de los animales, oloroso y antiguo como una medrosa historia familiar. En Taracena tampoco hay parador. Ni posada. En Taracena hay una taberna fresca, limpia, con el suelo de tierra recién regado. La tabernera tiene una niña muy aplicada, una niña de diez años que se levanta de la siesta, sin que nadie la avise, para ir a la escuela.»

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   «Pero el tratamiento que Cela hace de la realidad del entorno, el planteamiento antiensayístico de su relato, su perspectiva de testimonio documental de viajero que en tercera persona narra lo que ve, la desinhibición expresiva, la precisión, en suma, de mostrar el estado real de diferentes regiones de la periférica geográfica y cultural, son otras tantas pautas que el Viaje a la Alcarria marcó y que le convirtieron en punto de partida para esa renovación del género.» José María Pozuelo Yvancos. Introducción a Viaje a la Alcarria, Espasa Calpe, 2008

SINOPSIS

Con el morral a la espalda y la cantimplora sujeta a la hebilla del cinturón, el viajero recorre las carreteras y los pueblos de la Alcarria. Es el suyo un caminar lento, con mañanas de atmósfera limpia, mediodías calurosos y noches que se le echan encima, como con susto. De pueblo en pueblo el viajero va viviendo curiosos encuentros, minúsculas anécdotas y sorprendentes conversaciones que, impertérrito, transcribe con una suave prosa que aúna realismo, comicidad y ternura. Pero el viaje termina. El viajero dejó atrás la Alcarria con sus notas a cuestas y un algo de pena. A cambio, nos queda un libro que demuestra una de las más arraigadas afirmaciones de Cela: «El escritor, aun el que más sedentario pudiera parecer, es siempre un irredento vagabundo y ése es su mayor timbre de gloria y libertad».

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   «Dos conejos miran para el viajero, un instante, moviendo las orejas, sentados sobre el rabo, y huyen después, veloces, a esconderse detrás de unas piedras. Un águila vuela trazando círculos, no muy lejos. Una mujer, subida en un burro, se cruza con el viajero. El viajero la saluda, y la mujer ni le mira ni le contesta. Es una mujer joven, pálida y hermosa, vestida de luto, con un pañuelo sobre la cabeza y unos grandes, profundos ojos negros. El viajero se vuelve. La mujer va inmóvil, dejándose llevar del trote del burro entero, poderoso. Podría pensarse que es una muerta sin compañía, que va sola a enterrarse, camino del cementerio.»

CAMILO JOSÉ CELA

cela_camilo_joseCamilo José Cela Trulock. (Iria Flavia, La Coruña, 11 de mayo de 1916 – Madrid, 17 de enero de 2002). Escritor y académico español, galardonado con el Premio Nobel de Literatura.

En 1925 su familia se traslada a Madrid. Antes de concluir sus estudios de bachillerato enferma y es internado en un sanatorio de Guadarrama (Madrid) durante 1931 y 1932, donde emplea el reposo obligado en largas sesiones de lectura.

En 1934 ingresa en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid. Sin embargo, pronto la abandona para asistir como oyente a la Facultad de Filosofía y Letras, donde el poeta Pedro Salinas da clases de Literatura Contemporánea. Cela le muestra sus primeros poemas, y recibe de él estímulo y consejos. Este encuentro resulta fundamental para el joven Cela, que se decide por su vocación literaria. En la facultad conoce a Alonso Zamora Vicente, a María Zambrano y a Miguel Hernández, y a través de ellos entra en contacto con otros intelectuales del Madrid de esta época. Antes, en plena guerra, termina su primera obra, el libro de poemas Pisando la dudosa luz del día.

En 1940 comienza a estudiar Derecho, y este mismo año aparecen sus primeras publicaciones. Su primera gran obra, La familia de Pascual Duarte, ve la luz dos años después y a pesar de su éxito sufre problemas con la Iglesia, lo que concluye en la prohibición de la segunda edición de la obra (que acaba siendo publicada en Buenos Aires). Poco después, Cela abandona la carrera de Derecho para dedicarse profesionalmente a la literatura.

En 1944 comienza a escribir La colmena; posteriormente lleva a cabo dos exposiciones de sus pinturas y aparecen Viaje a La Alcarria y El cancionero de La Alcarria. En 1951 La colmena se publica en Buenos Aires y es de inmediato prohibida en España.

En 1954 se traslada a la isla de Mallorca, donde vive buena parte de su vida. En 1957 es elegido para ocupar el sillón Q de la Real Academia Española.

Durante la época de la transición a la democracia desempeña un papel notable en la vida pública española, ocupando por designación real un escaño en el Senado de las primeras Cortes democráticas, y participando así en la revisión del texto constitucional elaborado por el Congreso.

En los años siguientes sigue publicando con frecuencia. De este período destacan sus novelas Mazurca para dos muertos y Cristo versus Arizona. Ya consagrado como uno de los grandes escritores del siglo, durante las dos últimas décadas de su vida se sucedieron los homenajes, los premios y los más diversos reconocimientos. Entre estos es obligado citar el Príncipe de Asturias de las Letras (1987), el Nobel de Literatura (1989) y el Miguel de Cervantes (1995). En 1996, el día de su octogésimo cumpleaños, el Rey don Juan Carlos I le concede el título de Marqués de Iria Flavia.

FUENTES

  • Cela, Camilo José. Viaje a la Alcarria. Madrid, Espasa Calpe, 2008