“Cicatriz”, de Sara Mera

«Sólo si escribes podrás justificar tu existencia en el futuro.»

Cicatriz es la cuarta novela de la escritora madrileña afincada en Sevilla Sara Mesa. En ella nos cuenta la particular relación que se establece entre dos jóvenes personajes, Sonia y Knut, que se conocen a través de un foro de internet. A pesar de la gran distancia que los separa, entre ambos protagonistas, muy distintos pero complementarios, se establece una relación inquietante y obsesiva que marcará profundamente sus vidas.

¿Qué roles crees que jugamos cada uno en esta relación? Pienso que, unas veces, el de madre e hijo; otras, el de padre e hija. Ser como hermanos estaría bien si no tuviéramos que preocuparnos por ciertas cortapisas incestuosas. Lo que sí tengo claro es que nuestra relación nunca podrá ser «normal», tanto para lo bueno como para lo malo.

La novela ha obtenido un importante éxito de lectores y de crítica. En diciembre de 2015 fue reconocida con el el Premio Ojo Crítico de Narrativa. El jurado destacó la obra, «por ser un libro sensible, oportuno y narrativamente inteligente. Capaz de dar la vuelta al concepto estereotipado de la seducción presentándolo en sus facetas más agrias: la posesión, la vanidad, la necesidad de sentirse fetichizado por el otro o la putrefacción de los amores platónicos. Sara Mesa pone el dedo en la llaga de la cultura como herramienta de desclasamiento y en la avaricia del amor».

Cicatriz es una novela con una gran carga psicológica; muy bien escrita; aparentemente sencilla, pero con los elementos necesarios para mantener atrapado al lector desde la primera página. Una buena novela. Muy recomendable.

LEER PRIMER CAPÍTULO DE LA NOVELA

SINOPSIS

Sonia conoce a Knut en un foro literario de internet y, a pesar de los setecientos kilómetros que los separan, establece con él una particular relación marcada por la obsesión y la extrañeza. Entre la atracción y la repulsión, no puede evitar sentirse fascinada por este personaje insólito y perfeccionista, que vive fuera de toda norma social y que la corteja a través de suntuosos regalos robados. «Le gustaba ir siempre bien vestido, incluso para ir a robar una simple lata de conservas. Tan joven y hablando de escritores del XIX. Filosofando. Cuestionándolo todo. Teorizando sobre el individuo y el grupo, y la hipocresía social, y los chivos expiatorios, y Dios y el destino, la virginidad y el sexo. Solía decir que no hay placer comparable a pensar. Y no, no era petulante ni vanidoso. Era simplemente… exhaustivo.» Su necesidad de poner distancia cuando Knut se vuelve demasiado absorbente, pero también su irrefrenable curiosidad y el ansia de vivir experiencias más allá de una existencia excesivamente reglada, llevarán a Sonia a una doble vida secreta en la que quedará atrapada durante años sin posibilidad de exculparse.

En esta inusitada historia, Sara Mesa recupera temas que ya aparecieron en sus primeras obras narrativas, dándoles forma a través de un estilo conciso y eléctrico en un mundo –frío, escasamente comunicativo– cuyas reglas establecen únicamente los propios personajes que lo habitan. Cicatriz no es sólo una inquietante historia de amor descompensado protagonizada por dos seres muy distintos pero a la vez complementarios, es también una reflexión sobre la sociedad de consumo y los robos a gran escala en grandes almacenes, la sumisión y el poder, la anulación del deseo y la carnalidad, el refugio de la infancia, la fantasía como alternativa, la culpa y la expiación, la escritura y la vocación literaria. La autora de la celebrada Cuatro por cuatro (que fue finalista del Premio Herralde de Novela), en vías de publicación al francés, se confirma con Cicatriz como una de las voces más singulares e imprescindibles de su generación.

«En una atmósfera que evoca los laberintos carcelarios de Piranessi y la asfixia del subsuelo dostoievskiano, Sara Mesa nos asoma a un mundo donde anidan la impostura, el acoso que nace del desdén y el desprecio, la provocación implacable, la turbiedad que acabará concretándose en dinero -transacciones-, la sumisión ante el poder, la culpa y su obligada expiación… un mundo que el lector reconoce de inmediato, porque es el nuestro, el de la sociedad de consumo… y del espectáculo» (Ana Rodríguez Fischer, Babelia, El País).

«Lo más curioso de este relato es el espléndido tono alcanzado por la narradora, una mezcla entre un discurso epistolar y narrativo que soporta el personaje femenino… Sara Mesa explora algunas de sus mejores cualidades esbozadas en obras anteriores, y acentúa esa visión de una sociedad que participa del consumo y del espectáculo y, en igual proporción, el desprecio, la provocación diaria, y sobre todo, la impostura en su sentido más amplio» (Pedro M. Domene, Heraldo de Aragon).

OTROS FRAGMENTOS DE LA NOVELA

   «Sonia apura la cerveza y vacila antes de abrirse otra. Verdú se va a dar cuenta, piensa, pero la saca de la nevera y se promete a sí misma que conseguirá reponerlas antes de que vuelva. Oye el sonido de la televisión al fondo, las risas de su hijo frente a la pantalla, y continúa pensando embotada, confusa. El placer de sentirse obsequiada, agasajada, de ser objeto de la devoción de Knut, todo eso la está cegando, se dice. Él se está construyendo una imagen de ella y ella le está dejando hacer. Al final terminará dañándole. Pero cómo evitarlo. Ella no le ha pedido nunca nada, musita. Lo dice en voz alta, para sí, como si se defendiera en un juicio en el que los dos estuvieran en el banquillo de los acusados: No nunca le pedí nada.
    Mete los dos botellines en una bolsa de basura, coge la llave y el monedero.» 
[…]
   «Sonia lo lee y siente un nudo de inquietud en el estómago. Hasta entonces todo se había jugado en el plano de la irrealidad. Ahora, se da cuenta, Knut está buscando la manera de hacer real esa irrealidad. Sonia es consciente de su culpa. Si ni siquiera le gustaron sus besos, ¿cómo se ha metido en esta historia? Fue ella misma quien, irresponsablemente, con ese no-sé-por-qué que él tanto le censura, lo ha alentado a llegar hasta ese punto: ella la que finge entusiasmo, la que le ha mandado fotos con la lencería y los zapatos, quien propuso la cita y quien, finalmente, fijó la fecha, aun sabiendo que todo era una farsa. Se siente bloqueada, furiosa consigo misma y, también, ligeramente asqueada.»

 

SARA MESA

   Cuentos-Microrrelatos-Rafael_Chirbes-Michel_Houellebecq-Literatura-Critica_literaria-Autobiografias-El_Estilo_98251173_561600_1706x1280Sara Mesa (Madrid, 1976) desde niña reside en Sevilla. Es una galardonada autora de poesía, relatos y novelas.Tras la aparición de El trepanador de cerebros, su primera novela, Mesa logró un gran éxito con Cuatro por cuatro, obra que llegó a ser finalista del Premio Herralde de Novela y que supuso su debut en la editorial Anagrama, donde desde entonces ha publicado títulos tan interesantes como Planeta equivocado, Cicatriz, Mala letra o Un incendio invisible. A día de hoy es considerada como una de las voces más interesantes de su generación.