“La más recóndita memoria de los hombres”, de Mohamed Mbougar Sarr

La más recóndita memoria de los hombres (La plus secrète mémoire des hommes) es una novela del escritor senegalés Mohamed Mbougar Sarr (Dakar, 1990) editada en francés en 2021. En 2022 fue publicada en español por la prestigiosa editorial Anagrama. El libro ha obtenido rápidamente el favor de los lectores y de la crítica y ha recibido hasta el momento el prestigioso Premio Goncourt, siendo su autor el primer escritor del África subsahariana en recibirlo; el Premio Transfuge a la mejor novela en lengua francesa y el Premio del Libro Hennessy.

El protagonista, Diégane Latyr Faye es, como el autor de la novela, un joven escritor senegalés residente en París que descubre un día El laberinto de lo inhumano, una misteriosa novela publicada en 1938, de la que apenas se conoce nada y que el paso del tiempo ha vuelto imposible de encontrar. Una novela que descubrió por casualidad y que cambió su vida y su concepción de la literatura. El libro, obra del escritor africano de Senegal T. C. Elimane, apodado “el Rimbaud negro”, se vio envuelto en numerosas polémicas y acabó convirtiéndose en un libro maldito. Diégane, junto con un grupo de jóvenes autores africanos y con la ayuda de una enigmática mujer, la escritora Siga D., se embarcará, fascinado, en un viaje para descubrir más sobre la obra y su legendario autor, que, tras sucesivos escándalos y acusaciones de plagio, desapareció, convirtiéndose en un mito.

     «Elimane se hundió en su Noche. La sencillez de su adiós al sol me fascina. La asunción de su sombra me fascina. El misterio de su destino me obsesiona. No sé por qué se calló cuando tenía aún tanto que decir. Sufro, principalmente, por no poder imitarlo. Toparse con un silencioso, un silencioso auténtico, pone siempre en entredicho el sentido –la necesidad– de la propia palabra, de la que a menudo nos preguntamos si no es más que un fastidioso balbuceo, barro idiomático».

La más recóndita memoria de los hombres es una novela deslumbrante. Una obra repleta de buena literatura, escrita con un lenguaje rico y poderoso y que admite múltiples lecturas. Una novela dominada por la exigencia de elegir entre la escritura y la vida, en la que la propia literatura adquiere un amplio protagonismo, con numerosas reflexiones en torno a la misma y al propio acto de escribir. La misma novela toma el título de una cita del escritor chileno Roberto Bolaño y algunos de sus personajes están inspirados en escritores reales. Es el caso del propio Elimane, basado en Yambo Ouologuem, escritor maliense ganador del Premio Renaudot en 1949 con su novela Del devoir de violence (1968), una novela que fue muy bien recibida por la crítica, pero que posteriormente fue acusada de plagio.

Estamos ante una novela de iniciación, thriller literario, juego de cajas chinas con un libro dentro de otro libro, exploración de las heridas del colonialismo, celebración del poder de las ficciones…

Una novela total, de estirpe bolañesca, que habla de la escritura y de la vida. Galardonada con el Premio Goncourt y que nos descubre a un escritor de inventiva arrolladora. Una novela que es sobre todo un canto de amor a la literatura y su poder atemporal. Muy recomendable.

      «Entonces ¿cuál es esta patria? Tú la conoces: evidentemente, es la patria de los libros: los libros leídos y amados, los libros leídos y despreciados, los libros que soñamos con escribir, los libros insignificantes que hemos olvidado y que ya no sabemos siquiera si llegamos a abrir alguna vez, los libros que fingimos haber leído, los libros que no leeremos nunca pero de los que no nos separaríamos por nada del mundo, los libros que esperan su hora en una noche paciente, antes del crepúsculo deslumbrante de las lecturas del amanecer. Sí, dije, sí: seré ciudadana de esa patria, seré leal a ese reino, el reino de la biblioteca».

EMPIEZA A LEER LA NOVELA

SINOPSIS

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     «Te voy a dar un consejo: nunca intentes decir de qué habla un gran libro. O, si lo haces, te digo la única respuesta posible: de nada. Un gran libro no habla nunca de otra cosa que de nada, y sin embargo está todo en él. No vuelvas a caer en la trampa de querer decir de qué habla un libro que percibes que es grande. Esa trampa es la que te tiende la opinión. La gente quiere que un libro hable necesariamente de algo. La verdad, Diégane, es que solo un libro mediocre o malo o banal habla de algo. Un gran libro no tiene tema y no habla de nada, solamente busca decir o descubrir algo, pero este solamente ya lo es todo, y este algo también lo es todo».

1938: el escritor africano T. C Elimane, al que llamaban «el Rimbaud negro», publica una novela titulada El laberinto de lo inhumano. Estalla la polémica, se le acusa de plagio, se arma un gran escándalo, el autor desaparece y su obra se convierte en un libro maldito.

2018: el joven escritor africano residente en París Diégane Latyr Faye descubre la novela perdida y decide indagar sobre el autor desaparecido. Tirando de diversos hilos, con la ayuda de una enigmática mujer que guarda muchos secretos y de un grupo de jóvenes escritores africanos que beben, aman y escriben con desafuero, el protagonista se embarca en un viaje en busca de un mito y acaso también de sí mismo. Las pistas le llevan al Buenos Aires de la revista Sur, Gombrowicz y Sabato, a dos gemelos, a supuestos actos de brujería, a un hombre dividido entre dos culturas, a fantasmas del pasado y fantasmas del presente. ¿Qué fue de Elimane? ¿Qué se ocultaba tras el escándalo que hundió su carrera? ¿Quién era en realidad ese escritor que brilló y desapareció como una estrella fugaz?

MOHAMED MBOUGAR SARR

xthumb_26464_autores_ficha.jpeg.pagespeed.ic.z2-3wP87ruMohamed Mbougar Sarr (Senegal, 1990) vive en Francia y ha publicado cuatro novelas: Terre ceinte (Premio Ahmadou-Kourouma, Gran Premio de Novela Mestiza y Premio de Novela Mestiza de los Estudiantes), Silence du chœur (Premio de Novela Mestiza de los Lectores, Premio Literario de la Porte Dorée y Premio Littérature Monde – Étonnants Voyageurs), De purs hommes y en Anagrama, La más recóndita memoria de los hombres, que ha recibido hasta el momento el Premio Goncourt, el Premio Transfuge a la mejor novela en lengua francesa y el Premio del Libro Hennessy.

“Elogio de las manos”, la nueva novela de Jesús Carrasco

Once años después de que se publicara su exitosa y celebrada novela Intemperie, Jesús Carrasco regresa con Elogio de las manos, una obra que supone una nueva vuelta al mundo rural y que reivindica el trabajo manual y la importancia de lo que nos rodea

Con ella el autor extremeño se ha hecho merecedor, por unanimidad entre todos los miembros del jurado, del premio Biblioteca Breve 2024. Quienes han destacado que es «una novela curativa y luminosa que aborda la restauración de una casa en el campo que redime a la familia que la ocupa». 

     «La mañana en que pusimos un pie por primera vez en aquella casa ya sabíamos que la iban a derribar. Era solo cuestión de unos pocos meses, un año, a lo sumo: el tiempo que tardara el propietario en gestionar los permisos y reunir el dinero necesario para construir varios apartamentos en el terreno en el que se levantaba aquella vivienda, abandonada tantos años atrás. Que aquel lugar terminara siendo una parte importante de mi vida, casi una extensión de mi cuerpo, es algo cuya responsabilidad solo puedo atribuirme a mí mismo. Porque fui yo, sin que nadie me obligara, el que le entregué a la casa una parte sustancial de lo que soy: mis manos».

Esta novela, de la que comenzó a tomar notas en 2016, poco después de publicar La tierra que pisamos, es, sin duda, su obra más autobiográfica, de peripecia personal donde pretende reflexionar sobre el trabajo manual, los objetos, y sobre lo sensorial en un mundo tan evanescente como el actual. En ella busca reconocer y adentrarse en la importancia del trabajo manual y en la importancia de los valores que se transmiten en la familia. Trata temas universales como la muerte, el amor o el paso del tiempo, y lo hace con humor, ternura y ligereza, pero sin perder profundidad.

La primera intención del autor extremeño fue escribir un ensayo puro. Sin embargo, el resultado final es más bien una indagación en sus intereses reales, pero con forma narrativa, es decir, una novela, en la que el narrador coincide en un gran porcentaje con el autor. El mismo Carrasco ha afirmado que «muchas de las inquietudes del narrador son mis inquietudes. Muchos de los puntos de vista del narrador son mis puntos de vista. Pero he construido una novela. Yo también me he incluido en la novela como un personaje y hago cosas que no hago en la vida real. Me retrato, me perfilo como personaje de unas formas que no coinciden exactamente con mi perfil real. Soy mucho más gracioso en la novela que en la vida real y, a veces, más hábil que en la vida real también. Y a veces más torpe que en la vida real. Me he deformado como he deformado al resto de los personajes para convertirlos en eso: en personajes».

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Entre «aguaeras» y serones. Artesanos de la familia materna del autor trabajando el esparto, hace ya bastantes años, en la villa de Feria

     «Por otra parte, su cercanía me llevaba, como tantas cosas en la casa, a la infancia. Al recuerdo primitivo de un tío mío, espartero, que en algún momento me subió a lomos de su burro y me llevó a ver las colmenas que tenía en una pequeña parcela con almendros y muretes de piedra en Feria, Badajoz.

      Me recordaba también a otra burra que nunca vi, pero que forma parte del relato fundacional de mi familia. Era el animal con el que el tío Paulino iba cada madrugada desde Feria hasta Zafra para cargar, envueltas en paja, grandes barras de hielo. De regreso al pueblo, picarían ese hielo, lo distribuirían alrededor de una heladera y mi madre y sus tres hermanos se pasarían muchas horas seguidas girando una manivela hasta cuajar la leche. Luego, después de comer, venderían los helados casa por casa en los tórridos veranos al sur de la tierra de Barros».

Vengo de una familia trabajadora. Además de sus oficios, mis padres encuadernaban libros, y hacían muchas otras cosas para sacar adelante a sus seis hijos. Las manos y el trabajo manual siempre han estado en la familia, mi padre nos daba un martillo de niños para que claváramos nosotros mismos y tardé mucho tiempo en descubrir que esto tiene que ver con la autonomía. He reunido estas piezas en este libro, pero las implicaciones de las manos para mí son muchísimas”, ha afirmado su autor.

Lola Pons, integrante del jurado, ha destacado el léxico de lo rural y el retrato de ese campo del sur español «que no es sórdido ni aparece de forma edulcorada. La salud mental también aparece en la novela, pero es original porque aquí los terapeutas son una burra, los amigos, el campo, el sol de Cádiz y todo eso se permea en una novela que resulta agradable».

Elogio de las manos es una novela de escritura muy sensorial, donde el tacto y los olores vuelven a estar muy presentes, sin olvidarse de los paisajes que tanto le gusta a Carrasco retratar de esa manera tan pormenorizada. Con pasajes de enorme sensibilidad y belleza, y plagada de profundas reflexiones y de referencias a títulos de películas y libros en los que las manos tienen un papel destacado. Una novela magnífica, que está muy bien escrita y que hará, sin duda, las delicias de sus muchos lectores. Absolutamente recomendable.

    «Siempre nos ha gustado pintar las casas en las que hemos vivido. Hay en ello una renovación sencilla y una promesa de comienzo. En ocasiones, solo después de pintar una pared somos conscientes de la suciedad que tenía, de lo necesario que era ese trabajo. La alegría de un muro blanco es la de un renacimiento».    

SINOPSIS

Una novela tan extraordinaria como la peripecia de sus protagonistas

En el año 2011, el narrador de esta novela y su familia llegaron, de un modo azaroso, a una vivienda casi en ruinas situada en un pequeño pueblo del sur de España. Un acuerdo con el propietario les permitiría hacer uso de ella mientras él encontraba financiación para construir allí unos apartamentos. Era solo cuestión de tiempo que la casa fuera derribada. Sin embargo, durante los años siguientes, pasaron largos periodos en ella, reparándola con sus propias manos, transformándola en un acogedor lugar de encuentro y celebración.

Allí recibieron a vecinos y amigos; con ellos compartieron comida, música, trabajo y risa. Allí la familia llegó a convivir con una docena de gallinas, varios caballos y burros, dos perros y algún ratón. Nunca perdieron de vista que terminarían llegando las máquinas excavadoras, lo que convirtió la experiencia en aquella casa en una elocuente metáfora de la vida: nos entregamos a ella aun sabiendo que termina.

     «Con el tiempo he comprendido que aquel escenario compartido con Marie reproducía uno que, de niño, compartí con mi padre cuando, junto a mi madre, encuadernaba libros en un taller parecido a una chabola. En aquel espacio él terminaba los libros que mi madre previamente cosía y allí bajaba yo por las tardes para penetrar en una esfera singular, diferente a las otras en las que me movía. Nada que ver con el colegio, con la casa, con la calle o con el campo. Aquel era un espacio de trabajo lleno de herramientas especializadas, materiales, olores y un acusado aire de provisionalidad. En aquel lugar mi padre puso entre mis manos, por primera vez, su martillo. Me dio un trozo de madera y algunos clavos usados y me enseñó primero a enderezar los clavos y luego a clavarlos. Podría parecer que solo pretendía mantenerme entretenido para que no le distrajera de su tarea. Quizá fuera así, nunca se lo pregunté. Prefiero, en cualquier caso, creer otra cosa: que a mi padre le gustaba tenerme cerca y que quisiera enseñarme a manejar el martillo con el fin último de emanciparme. Instruirme en una actividad que contribuyera a mi autonomía. Que no necesitara la ayuda de otro para golpear adecuadamente con aquella herramienta sencilla. Con el tiempo vinieron otras muchas enseñanzas de esa índole: arreglar el pinchazo de una rueda, cambiar un enchufe, afilar un lápiz con un formón, desmontar un tejado antiguo, mezclar cemento, arena y agua».    portada_pbb-2024_varios-autores_202402051320

Elogio de las manos es una novela tan extraordinaria como la peripecia vital de sus protagonistas, una historia en la que caben la aventura, la reflexión y el recuerdo. Con el talento expresivo que le caracteriza, Jesús Carrasco logra que la vida se cuele entre sus páginas, demostrando que la profundidad no está reñida con la ligereza y que ambas pueden iluminar un libro inolvidable.

      «En lo que a mi experiencia se refiere, este elogio es un elogio de las manos liberadas. Emancipadas de la ancestral condena del trabajo y de la necesidad. Manos creativas y también recreativas. Para el minero que se rajó las uñas arrancándole a la montaña su carbón; para la lavandera de piel agrietada, comida por los sabañones; para la tejedora; para el cabrero; para la hija-madre-abuela que abandonó su tierra para limpiar con una esponja la piel transparente de unos viejos lejanos, piel lechosa; para el niño soldado; para el que rebusca en la basura; para el aceitunero que no pudo siquiera ser altivo; para los parias, para el que tuvo que reunir sus propias tripas en la trinchera de una guerra que no era suya. Las manos, una condena».

JESÚS CARRASCO

Jesús Carrasco Jaramillo nació en Olivenza (Badajoz) en 1972. A los cuatro años se trasladó con su familia a Torrijos, en la provincia de Toledo, y en 2005 a Sevilla, donde reside en la actualidad. Desde 1996 trabajó como redactor publicitario, actividad que compaginó con la escritura. Intemperie le ha consagrado como uno de los debuts más deslumbrantes del panorama literario internacional y ha sido galardonada, entre otros, con el Premio Libro del Año otorgado por el Gremio de Libreros de Madrid, el Premio de Cultura, Arte y Literatura de la Fundación de Estudios Rurales, el English PEN Award y el Prix Ulysse a la Mejor Primera Novela. Ha quedado finalista del Premio de Literatura Europea en Holanda, del Prix Méditerranée Étranger en Francia, y de los premios Dulce Chacón, Quimera, Cálamo y San Clemente de España. Elegida como Libro del Año por El País en 2013 y seleccionada por The Independent como uno de los mejores libros traducidos en 2014 en Reino Unido. Intemperie ha llegado ya a más de 30 países, cuenta con 29 traducciones y otras tantas reediciones en España y ha sido traducida a veintinueve lenguas. Además ha sido adaptada al cómic por Javi Rey y llevada a la gran pantalla con el mismo título por Benito Zambrano, con Luis Tosar como protagonista. 

En 2016 publicó su segunda novela, La tierra que pisamos, con la que obtuvo el Premio de Literatura de la Unión Europea 2016 y ha sido traducida a 15 lenguas.

Ya en 2017 apareció Levante, un cuento ilustrado por el propio Carrasco, que se publicó dentro de la obra colectiva Historias dentro de una caja, editada por la editorial pacense Universitas.

En 2005 había realizado una incursión en el género infantil con Castigada sin salir, un cuento escrito por Carrasco e ilustrado por Antonia Santolaya.

En El País Semanal de 2 de diciembre de 2018, aparecería el sentido articulo titulado Los libros que no leíamos, donde el autor “retrocede hasta el día en que se enamoró de los libros”.

En 2019, el Aula literaria Guadiana de Don Benito (Badajoz) presentó una edición no venal del relato titulado Una auténtica ganga, editado con motivo de su participación en dicho Aula.

Llévame a casa (2021) ha cosechado excelentes críticas y lleva, desde su publicación, cinco ediciones y otras tantas traducciones. Se ha hecho merecedora de la XVII edición del Premio Dulce Chacón de Narrativa Española (2022), que concede el Ayuntamiento de Zafra a la mejor obra en castellano impresa y editada el año anterior y el Casino de Santiago (2023).

En 2022, colabora en la obra titulada Imaginar un país, España en 2050, un ensayo colectivo sobre el futuro de España que ha reunido a algunos de los escritores más relevantes del panorama literario actual, con el texto titulado Contra el vencimiento.

Ha traducido del inglés The Night Always Comes (La noche siempre llega, 2023), del autor norteamericano Willy Vlautin, novela publicada en España por Seix Barral. En los últimos diez años ha impartido talleres y cursos de escritura, moderado debates, presentado libros y entrevistado a autores como Antonio Muñoz Molina, Paco Calvo o Juan Luis Arsuaga.

Elogio de las manos (2024) es su última novela.

Aunque vive en una gran ciudad, Carrasco se siente fuertemente ligado al medio rural. 

    «La mitad de mi vida la he pasado en el campo. Nací en Olivenza, un pueblo de Badajoz que está en la frontera con Portugal. Cuando tenía cuatro años, mi familia se trasladó a Torrijos, un pueblo de Toledo. He pasado mi vida entera dando tumbos por los caminos, subiéndome a los árboles, construyendo cabañas, cazando perdices a mano y conejos con hurones, haciendo ese tipo de cosas que se hacen en los pueblos. Es la tierra que amo, es mi lugar en el mundo en cierto modo.»

Jesús Carrasco

“Levantado del suelo”, de José Saramago

Levantado del suelo (Levantado do chão), es una novela del premio Nobel de Literatura 1998 José Saramago, publicada en 1980. Narra la historia de una saga de campesinos sin tierra del Alentejo portugués desde 1910 hasta 1979, incluyendo la Revolución de los Claveles.

Con el ingenio y la ironía que caracterizan su obra, Saramago nos sumerge en una forma de estar en el mundo que ha sido la de los trabajadores rurales de Portugal —y también la de los españoles—, «gente de poco tener y mucho sentir» sobre la que recayeron todas las obligaciones sin gozar de ningún derecho.

     «El pueblo se hizo para vivir sucio y hambriento. Un pueblo que se lava es un pueblo que no trabaja, quizá en las ciudades no sea así, no digo que no, pero aquí, en el campo, en los latifundios, va uno contratado tres o cuatro semanas lejos de casa, a veces hasta meses si así conviene a Alberto, y es punto de honor en el hombre no lavarse durante todo el tiempo de la contrata ni la cara ni las manos, ni afeitarse tampoco. Y si lo hace, hipótesis ingenua por lo improbable, puede contar con la burla de los amos y de sus propios compañeros. Es éste el lujo de los tiempos, gloriarse los sufridores de su sufrimiento, los esclavos de su esclavitud. Preciso es que este animal de la tierra sea exactamente un animal, que sume con el alba la legaña matutina a la legaña de la noche, que la suciedad de las manos, de la cara, de los sobacos, de las ingles, de los pies, del agujero del cuerpo, sea halo glorioso del trabajo en el latifundio, es preciso que el hombre esté por debajo del animal, que ése, para limpiarse, se lame, es preciso que el hombre se degrade para que no se respete a sí mismo ni a su prójimo.»

La diferencia de clases en el latifundio, el papel de la Iglesia, la lucha por la libertad, el amor que no necesita palabras para ser total, la vida dura y la muerte fácil a lo largo de varias generaciones son los temas fundamentales de esta obra.

En el discurso de aceptación del Premio Ciudad de Lisboa, otorgado a esta novela en 1982, José Saramago pronunció estas palabras: «Levantado del suelo habla de trabajadores. También a trabajadores dirigí las palabras que contiene. Aprendamos un poco, eso y lo demás, también el orgullo propio, con aquellos que se levantaron del suelo y no volvieron a él, porque del suelo sólo debemos querer el alimento y aceptar la sepultura, nunca la resignación»

Levantado del suelo está considerada como la primera gran novela de Saramago y figura entre las obras más reconocidas del escritor portugués. Una novela magnífica y muy bien documentada. Saramago sabía muy bien de lo que hablaba. Conocía de primera mano las necesidades y privaciones de los campesinos, ya que pasó la infancia y adolescencia junto a sus abuelos en el campo.

Utilizando una prosa poética y empleando una técnica narrativa propia de la tradición oral, Saramago nos presenta la lucha por la libertad de varias generaciones de campesinos alentejanos que culmina con la Revolución de los Claveles.

Levantado del suelo es la epopeya de los que nunca tuvieron quien los contara. De quienes nada tienen, salvo, tal vez, dignidad.

    «Lo que más hay en la tierra es paisaje. Por mucho que falte del resto, paisaje ha sobrado siempre, abundancia que sólo se explica por milagro infatigable, porque el paisaje es sin duda anterior al hombre y, a pesar de tanto existir, todavía no se ha acabado. Será porque constantemente muda: hay épocas del año en las que el suelo es verde, en otras amarillo, y luego castaño, o negro. Y también rojo, en algunos sitios, que es color de barro o de sangre sangrada.»

SINOPSIS

Un escritor es un hombre como otros: sueña. Y mi sueño fue el del poder decir de este libro, cuando lo terminase: «Eso es el Alentejo». De los sueños, sin embargo, nos despertamos todos, y ahora heme aquí, no delante del sueño realizado, sino de la concreta y posible forma del sueño. Por eso me limitaré a escribir: «Esto es un libro sobre el Alentejo». Un libro, una simple novela, gente, conflictos, algunos amores, muchos sacrificios y grandes hambres, las victorias y los desastres, el aprendizaje de la transformación, muertes. Es un libro que quiso aproximarse a la vida, y ésa sería su más merecida explicación. Lleva como título y nombre para buscar y ser buscado, estas palabras sin ninguna gloria: Levantado del suelo. Del suelo sabemos que se levantan las cosechas y los árboles, se levantan los animales que corren por los campos o vuelan sobre ellos, se levantan los hombres y sus esperanzas. También del suelo puede levantarse un libro, como una espiga del trigo o una flor brava. O un ave. O una bandera. En fin, ya estoy otra vez soñando. Como los hombres a los que me dirijo.

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     «Que los trabajos del hombre son muchos. Quedan ya algunos dichos y se añaden ahora otros para ilustración general, porque creen las gentes de la ciudad, en su ignorancia, que todo es sembrar y recoger, pues muy engañadas viven si no aprendieron a decir las palabras todas y a entender lo que ellas son, segar, cargar con las gavillas, guadañar, trillar a máquina o a sangre, majar el centeno, cubrir el pajar, enfardar paja o heno, desgranar maíz, estercolar, sembrar cereales, labrar, cortar, desbrozar, cavar el maíz, poner los marcos, podar, poner varales, hacer desmontes, abrir regatas, escardar, abancalar, carpir, injertar, sulfatar, cargar los racimos, trabajar en las bodegas, en los huertos, cavar las tierras para las legumbres, varear aceitunas, trabajar en los lagares del aceite, arrancar corcho, trasquilar ganado, trabajar en pozos, en terrazas, en bancales, cortar leña, sangrar los pinos para que caiga la resina, hornear, hacer desmontes, gradar, ensacar, carpir, lo que aquí va, santo Dios, qué montón de palabras, tan bonitas, palabras que enriquecen el léxico, bienaventurados los que trabajan, y lo que sería si nos pusiéramos a explicar cómo se hace cada trabajo, y en qué época, los instrumentos, los aperos, y si es obra de hombre, o de mujer, y por qué.»

JOSÉ SARAMAGO

principal-jose-saramago_grandeJosé Saramago (Azinhaga, 1922-Tías, Lanzarote, 2010) es uno de los escritores portugueses más conocidos y apreciados en el mundo entero. En España, a partir de la primera publicación de El año de la muerte de Ricardo Reis, en 1985, su trabajo literario recibió la mejor acogida de los lectores y de la crítica. Otros títulos importantes son Manual de pintura y caligrafía, Levantado del suelo, Memorial del convento, Casi un objeto, La balsa de piedra, Historia del cerco de Lisboa, El Evangelio según Jesucristo, Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres, La caverna, El hombre duplicado, Ensayo sobre la lucidez, Las intermitencias de la muerte, El viaje del elefante, Caín, Claraboya y Alabardas. Alfaguara ha publicado también Poesía completa, Cuadernos de Lanzarote I y II, Viaje a Portugal, el relato breve El cuento de la isla desconocida, el cuento infantil La flor más grande del mundo, el libro autobiográfico Las pequeñas memorias, El cuaderno, José Saramago en sus palabras, un repertorio de declaraciones del autor recogidas en la prensa escrita, El último cuaderno, Qué haréis con este libro. Teatro completo y El cuaderno del año del Nobel. Recibió el Premio Camoens y el Premio Nobel de Literatura.