“Miradas sobre Extremadura”, Varios autores

«La mirada de quince escritores nacionales, que han vivido su particular encuentro con Extremadura»

La Editora Regional de Extremadura publicó en el año 2008, dentro de la colección Viajeros y estables, con prólogo de Luciano Feria y dibujos de Pedro Gamonal y Salvador Retana, esta obra, titulada Miradas sobre Extremadura. Se trata de una recopilación de textos de un total de 15 autores nacionales. Nombres como Bernardo Atxaga, Antonio Colinas, Luis Alberto de Cuenca, Luis Mateo Diez, Espido Freire, Adolfo García Ortega, Gustavo Martín Garzo, Laura Freixas, Clara Janés, Juan Carlos Mestre, Vicente Molina Foix, Rosa Regás, Andrés Trapiello, Ángela Vallvey y José Viñals que recrean sus experiencias en tierras extremeñas.

miradas-sobre-extremaduraComo se señala en la edición del libro, la mirada de estos quince viajeros, que han vivido su particular encuentro con Extremadura, recorre con ojos no acostumbrados nuestra comunidad y descubre matices que en la cercanía cotidiana pasan desapercibidos; esos matices –a veces un lugar, algunas palabras cruzada con un desconocido, o una celebración vivida con intensidad– conforman, en la secuencia de estos artículos, un dibujo esencial de la región. Esos quince autores, prestigiosos nombres del panorama nacional, que en este volumen se acompañan de dos ilustradores y un editor extremeño, recrean una imagen de Extremadura entre la vivencia personal y la crónica o el artículo, un apunte que trasciende el momento de la visita y se desvela como un reflejo de la memoria en el título de la colección: viajeros y estables.

Hermosos textos, impregnados del aroma de la tierra de Extremadura. Muy recomendable.

SINOPSIS

Quince prestigiosos escritores, de entre los muchos que han visitado durante estos últimos años Extremadura, reflejan aquí su encuentro con esta región. Algunos textos son auténticos poemas en prosa; en otros se mezcla prosa y verso; y varios trabajos están concebidos como relatos, si bien la mayoría fluye como artículos en los que se mezcla la reflexión con la vivencia personal. Pero quizá lo más interesante de estos trabajos sea, a la postre, lo que de común emana tras la lectura del conjunto. Queda un sentido como de revelación. Es como si todos y cada uno de los artículos expresaran, en esencia, una especie de descubrimiento, nos hablaran de algo que, estando oculto, inconsciente, insinuado o dormido en los autores, se mostrara en toda su plenitud tras el encuentro con Extremadura.

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FRAGMENTOS DEL LIBRO

«Mi Extremadura»

Si tuviera que optar por una sola cosa de Extremadura, optaría por su cielo. Por su cielo nocturno, con todas las estrellas allá arriba, tachonando el firmamento. La noche en el campo extremeño es una experiencia irrepetible. Creo que nunca he sentido la noche tan cerca de mi alma como en Extremadura. Y no me refiero a la noche como soberana de oscuridades, reina de sombras o negación del día, sino como albergue de estrellas y, por lo tanto, como mensajera de claridades y de luces íntimas.

Luis Alberto de Cuenca

[…]

Noche y Plumas”

Cada vez que volvía la mirada, la gatita seguía allí, en su jaula, negra y diminuta, con sus ojos verdes y redondos muy abiertos. El conductor y yo hablábamos de mil temas, tan largo era el camino en junio desde Badajoz hasta Madrid. Caía el sol como plomo, y la dehesa parecía no acabarse. Allí al otro lado del parabrisas, quedaba alguna cigüeña con su cría ya grandecita, que nos miraba con displicencia.

Para ella la eternidad aún comenzaba.

Espido Freire

[…]

«Sigue tu camino»

Le basta a Extremadura con su extremoxidad, o sea, con aquello gracias a lo cual ha llegado a nosotros como es. Pues si Extremadura se ha conservado tan radicalmente suya, original en inconfundible, ha sido gracias, no lo dudemos, a su extremosa manera de ser, al rigor de sus veranos y, en muchos casos, a la pobreza de una tierra que ha convertido en héroes a quienes han tenido que arrancarles un poco de sustento. Sin olvidarnos, claro, de la propiedad de esa misma tierra que ha condenado a un gran número de extremeños a formas extremas de la existencia: el hambre, la emigración, la servidumbre, contribuyendo, qué duda cabe, a la formación de su carácter como pueblo.

Andrés Trapiello

[…]

«Cuna de invierno»

Hay una Extremadura española que, como se decía antiguamente, confina al Norte con el reino de León, y en el resto de los puntos cardinales, con las dos castillas, Andalucía y Portugal. Como si Extremadura se extendiera limitando con todo y con todos. Ella sola. La Extremadura portuguesa se derrama hasta el océano Atlántico, pero también sabe a Extremadura, la de los bosques de pinos, de valles, de llanuras y colinas. Porque Extremadura es, sobre todo, un espacio natural grande y esplendoroso: el Monumento Natural de los Barruecos, la Reserva Cinegética del Cíjara, el Parque Natural de Cornalvo o el Parque Natural de Monfragüe, la reserva natural de La Garganta de los Infiernos…

La generosidad de la naturaleza en Extremadura es un valor que deberíamos cultivar con mimo. En una Europa cada vea más urbanizada, industrializada, de tierras negras y heridas, Extremadura es un hermoso tallo, verde, acogedor y tierno.

Ángela Vallvey