“Hombres buenos” de Javier Pérez-Reverte, todo un homenaje a los libros

«En tiempos de oscuridad, siempre hubo hombres buenos que lucharon por traer a sus compatriotas las luces y el progreso»

El encuentro de Pérez-Reverte con una primera edición de la Encyclopédie, existente en la Real Academia, le hace preguntarse cómo esta obra, que había estado largo tiempo en el Índice de libros prohibidos, había llegado hasta allí. Cuándo había llegado y de qué manera. De este afortunado encuentro surge la idea de Hombres buenos, la última novela del “padre” de Alatriste.

Portada de la Encyclopedie

Portada de la Encyclopédie

«El porqué de traer a la biblioteca los veintiocho volúmenes editados en París por Diderot, D´Alembert y Le Breton. Aquélla, recuerda no sin cierta emoción, incluso con sus imperfecciones, resulta la más brillante reacción moderna del intelecto humano: una compilación monumental de los más avanzados conocimientos en materia de filosofía, ciencia, arte y todas las otras disciplinas conocidas y por conocer. Una de esas obras sabias y decisivas, raras en la historia de la humanidad, que iluminan a los hombres que las leen y abren la puerta de la felicidad, la cultura y el progreso de los pueblos.»

Una historia, basada en hechos y personajes reales, en la que Pérez-Reverte también ha introducido situaciones y personajes de su invención para enriquecer la trama.

El resultado es un magnífica novela, muy bien escrita y excelentemente documentada. Una historia que desprende amor a los libros, a la cultura, y cuya lectura te atrapa desde la primera página.

El propio Arturo Pérez-Reverte ha asegurado en una reciente entrevista: Yo quiero demostrar con esta novela que es posible el diálogo, la concordia y la conversación entre dos hombres de ideas opuestas mediante el respeto, la cultura y la educación; y que justamente la intervención de los dos extremos radicales y egoístas es la que impide esta fraternidad. Esta novela es un canto a la amistad, al respeto y a la cultura como patria común, como lugar de conciliación. Son dos tipos distintos que se hacen amigos en el curso de su viaje, azaroso y peligroso, y se admiran y se cuidan. Ellos son esa España que pudo ser.”

SINOPSIS

«En España, en tiempos de oscuridad, siempre hubo hombres buenos que, orientados por la Razón, lucharon por traer a sus compatriotas las luces y el progreso. Y no faltaron quienes intentaban impedirlo.»

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A finales del siglo XVIII, cuando dos miembros de la Real Academia Española, el bibliotecario don Hermógenes Molina y el almirante don Pedro Zárate, recibieron de sus compañeros el encargo de viajar a París para conseguir de forma casi clandestina los 28 volúmenes de la Encyclopédie de D’Alembert y Diderot, que estaba prohibida en España, nadie podía sospechar que los dos académicos iban a enfrentarse a una peligrosa sucesión de intrigas, a un viaje de incertidumbres y sobresaltos que los llevaría, por caminos infestados de bandoleros e incómodas ventas y posadas, desde el Madrid ilustrado de Carlos III al París de los cafés, los salones, las tertulias filosóficas, la vida libertina y las agitaciones políticas en vísperas de la Revolución francesa.

Basada en hechos y personajes reales, documentada con extremo rigor, conmovedora y fascinante en cada página, Hombres buenos narra la heroica aventura de quienes, orientados por las luces de la Razón, quisieron cambiar el mundo con libros, cuando el futuro arrinconaba las viejas ideas y el ansia de libertad hacía tambalearse tronos y mundos establecidos.

ARTURO PÉREZ-REVERTE

© Victoria Iglesias

                       © Victoria Iglesias

Arturo Pérez-Reverte nació en Cartagena, España, en noviembre de 1951. Escritor y periodista, es un autor de gran popularidad gracias a sus novelas en las que suele mezclar misterio, acción, aventuras e historia.

Como periodista, Reverte inició su carrera en el diario Pueblo, en el que permaneció durante doce años hasta que entró a formar parte de los servicios informativos de RTVE. Fue allí donde comenzó su labor como corresponsal de guerra, cubriendo durante más de diez años los peores conflictos armados en el mundo. Sus experiencias en lugares como Eritrea, Chipre, Chad, Líbano o, sobre todo, en la Antigua Yugoslavia -cuya cobertura informativa le valió el Premio Príncipe de Asturias de Periodismo-, le valieron para escribir su libro Territorio Comanche.

En 1986, Reverte publicó su primera novela, El maestro de esgrima, en la que se podía apreciar alguna de sus posteriores constantes: la pasión por la historia de España y por el clásico folletín de aventuras.

Con La tabla de Flandes, El Club Dumas y La sombra del águila, sus posteriores novelas, Reverte consiguió situarse en lo más alto de las listas de ventas. De ese modo, en 1994, coincidiendo con la publicación de Territorio Comanche, decidió dejar su puesto en RTVE para dedicarse en exclusiva a la literatura, manteniendo, eso sí, una columna de opinión en El Semanal.

Sin duda, la aparición de sus novelas protagonizadas por el Capitán Alatriste le supuso un nuevo éxito a nivel popular que además se vio refrendado por un reconocimiento desde el mundo literario que le valió ocupar el sillón de la T en la Real Academia de la Lengua Española.

Varias de sus novelas han sido adaptadas al cine, como Territorio Comanche, El maestro de esgrima, La tabla de Flandes, El Club Dumas (como La novena puerta) o Alatriste; en estos momentos se está negociando la adaptación a serie de televisión y a largometraje de La reina del Sur.

Pérez Reverte ha recibido diversos premios y galardones como el Príncipe de Asturias de Periodismo, el Goya al mejor guión adaptado, el Jean Monnet o la Orden de Caballero de las Artes y las Letras que otorga el gobierno francés, entre otros.

Algunas de sus últimas novelas, como El Asedio y Un día de cólera, se han centrado en la invasión de España por parte de las tropas napoleónicas y la Guerra de Independencia Española. Tras una vuelta a la crónica urbana con El francotirador paciente, Reverte se centró de nuevo en la novela histórica y los libros con Hombres buenos.

El pequeño hoplita, publicado en 2010, fue su primera incursión en el mundo de la literatura infantil.

«La única patria que debe importar al hombre lúcido es una biblioteca.»
Arturo Pérez-Reverte 

FRAGMENTOS DE LA NOVELA

   «Por la ventana de la alcoba, con sólo levantar los ojos, el bibliotecario alcanza a ver el convento de las Trinitarias, que está al extremo de la calle. Y no hay ocasión en que mire por esa ventana, concluye, que no se sienta inundado de melancolía. La rancia, deprimida e inculta nación que tanto necesita ideas que ilustren su futuro resume buena parte de sus dolencias endémicas tras aquellos muros de ladrillo. Miguel de Cervantes, el hombre que más gloria dio a las letras hispanas y universales, yace ahí mismo, en una fosa común. Sus huesos vueltos al polvo se perdieron en el tiempo. Murió pobre, abandonado de casi todos, arrojado al olvido por sus contemporáneos tras una vida desdichada, sin apenas gozar del éxito de su libro inmortal. Lo trajeron desde su modesta casa, a dos manzanas de aquí, en la esquina de la calle de Francos con la del León, sin acompañamiento ni pompa alguna, y fue enterrado en un rincón oscuro del que no se guardó memoria. Ninguneado por sus compatriotas y sólo reivindicado más tarde, cuando en el extranjero ya devoraban y reimprimían su Quijote, ni siquiera una placa o una inscripción recuerdan hoy su nombre.
[…] 
    
   ––¿Son esos libros tan valiosos como para morir por ellos? ––pregunta.
   El otro lo piensa un instante, o parece hacerlo.
   ––No es por ellos, sino por lo que tienen dentro ––responde, al cabo.
   ––Vaya… ¿Y de qué se trata?
   ––De la Razón. Lo que hará que un día no existan hombres como usted.
   Tuerce Raposo la boca, interesado a su pesar.
   ––Explíquemelo, si es rápido.
   El otro parece considerarlo sólo un momento.
  ––Dudo que lo entendiera.»

“Félix de Lusitania”, de Jesús Sánchez Adalid

«Un relato del declive del Imperio romano y el inicio de la invasión bárbara».

Félix de Lusitania, publicada en 2002, es una de las primeras novelas de Jesús Sánchez Adalid.

La historia se desarrolla en el seno del Imperio romano durante la parte central del siglo III, un periodo bastante convulso de la historia de Roma, caracterizado por la decadencia del Imperio y la fuerte presión de los pueblos bárbaros en sus fronteras.

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El protagonista es Félix, un joven hispano de Lusitania que también había protagonizado La luz del Oriente, anterior novela del autor de El mozárabe.

   «Mi nombre es Félix y nací en Lusitania. Mi tierra es famosa por ser la última de Occidente. Más allá de Oisipo sólo está el océano en el que no se adentran mucho los navegantes por temor a llegar al final y caer en el vacío. Y el sol, cuando va a perderse por donde se acaba el mundo, baña de una luz singular nuestros cielos, los mas limpios del orbe.»

Félix tiene dudas, muchas dudas. Siente una gran insatisfacción y una gran vaciedad en su alma. Busca una luz que le dé sentido a su vida. Una luz que acabará encontrando en el cristianismo, religión que se encontraba ya, en esa época, en un estado de verdadero florecimiento.

  «En sí mismo, Félix se Lusitania, espectador, indeciso, voluble e incluso obnubilado a veces por los acontecimientos, pretende ser la alegoría del hombre más occidental, nacido en el extremo del mundo, que ve atónito como todo cambia y evoluciona hacia algo diferente, aunque aún no puede determinar con claridad qué es.»

Busto encontrado en Majona, Don Benito (Badajoz). Representa a un individuo probablemente contemporáneo de Félix de Lusitania

Busto encontrado en Don Benito (Badajoz). Representa a un individuo, probablemente, contemporáneo de Félix de Lusitania

Una novela entretenida, fácil de leer, que nos puede ayudar a conocer y comprender ese periodo tan complejo de la historia. En este sentido, en el final del libro, Sánchez Adalid señala lo siguiente: «Los escritores que hemos optado por la novela histórica no pretendemos hacer Historia; sólo nos mueve un afán literario, pero son la Historia, la Arqueología y las Humanidades en general, nuestra fuente de inspiración. En mi caso desearía, eso sí, servir humildemente al lector para facilitarle un “viaje al pasado” en esta “máquina del tiempo” de tan fácil manejo que es el libro.»

SINOPSIS

En el año 248, Roma se prepara para celebrar con gran esplendor el milenario de su fundación, tras haber conseguido establecer la paz con los persas de Oriente merced a la hábil gestión de los embajadores imperiales. Uno de estos emisarios es Félix de Lusitania, que regresa de su misión en Tesifonte después de haber arrostrado todo tipo de peligros. El joven embajador se integra en una peregrinación de cristianos a Aelia Capitolina, la antigua Jerusalén; sin embargo, al llegar al Gólgota, el protagonista descubre que no quedan restos visibles del primer cristianismo y, desencantado, decide regresar a Roma. Allí, entre la corrompida burocracia imperial, consigue ganarse la protección del senador Decio, quien le facilitará el ingreso en el flamante ejército imperial. En Roma, las fastuosas celebraciones intentan ganarse el entusiasmo popular, pero la guerra contra los bárbaros es inevitable: el ejército romano, y con el Félix, parte hacia el Danubio. De Jerusalén a Roma, pasando por las regiones danubianas, hasta llegar al África proconsular, la inquietud vital de Félix le lleva a ser protagonista en un momento crucial de la historia: el declive del Imperio Romano.

Tras el aplauso unánime que prensa y crítica otorgaron a sus dos novelas anteriores, Sánchez Adalid nos ofrece un apasionante relato épico de interesante carga espiritual.

JESÚS SÁNCHEZ ADALID

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                                                  Jesús Sánchez Adalid

Jesús Sánchez Adalid (1962) nació en Villanueva de la Serena (Badajoz). Se licenció en Derecho por la Universidad de Extremadura y realizó los cursos de doctorado en la Universidad Complutense de Madrid. Ejerció de juez durante dos años, tras los cuales estudió Filosofía y Teología. Además, es licenciado en Derecho Canónico por la Universidad Pontificia de Salamanca. Es profesor de Ética en el Centro Universitario Santa Ana de Almendralejo.

Su amplia obra literaria ha conectado con multitud de lectores, gracias a la veracidad de sus argumentos y a la originalidad de sus descripciones, sustentadas en una profunda documentación. Sus novelas constituyen una permanente reflexión acerca de las relaciones humanas, la libertad individual, el amor, el poder y la búsqueda de la verdad.

La obra de Sánchez Adalid se ha convertido en un símbolo de acuerdo y armonía entre los pueblos, religiones y razas, algo especialmente necesario en un mundo desgarrado por la intolerancia y el fanatismo.

Ha publicado con gran éxito La luz del Oriente, El morázabe, Félix de Lusitania, La tierra sin mal, El cautivo, La Sublime Puerta, El caballero de Alcántara, Los milagros del vino, Galeón, El camino morázabe, Treinta doblones de oro y, últimamente, Y de repente, TeresaEs también autor de Tras los pasos del abate viajero, una obra de encargo institucional que fue presentada en 2014.

En 2007 ganó el premio Fernando Lara por su novela El alma de la ciudad; en 2012 el premio Alfonso X el Sabio de Novela Histórica por Alcazaba; en 2013 el premio Internacional de Novela Histórica de Zaragoza por el conjunto de sus obra; el premio Diálogo de Culturas y el premio Hispanidad. En 2014 su novela Treinta doblones de oro recibió el premio Troa Libros con Valores.

En Extremadura ha sido distinguido con la Medalla de Extremadura y el premio Extremeños de Hoy.

Sánchez Adalid ha colaborado en Radio Nacional, en el diario Hoy y en revistas Historia National Geografic y Vida nueva. Actualmente colabora con Canal Historia (The History Channel), Volcán Producciones y Zebra Producciones.

FRAGMENTOS DE LA NOVELA

[…]
    –No os defendéis. ¿Es que no tenéis argumentos?
   –Tú, Félix –prosiguió–, eres un hombre culto. ¿No recuerdas lo que le sucedió a Sócrates? Jenofonte cuenta en su Apología de Sócrates que, viéndolo su amigo Hermógenes cómo hablaba de todo menos del juicio que le esperaba, le dijo que pensara en su defensa. A lo que contestó Sócrates: «¿No te parece que he estado toda mi vida estudiando mi defensa?» «¿Cómo?», insistió Hermógenes. «Porque jamás en mi vida he cometido acción injusta, y ésta me parece ser mi mejor defensa…», contestó él. Los atenienses, sin embargo, le condenaron a muerte, aunque era un anciano ya, con lo que le quitaron unos años de vida y le dieron la inmortalidad. […]
   Busqué a Dios en mi interior. A ese Dios. Al Dios de Fidelia, de Cipriano, de los cristianos…, de Jesús. No experimenté nada especial: ni consuelo ni esperanza. Sólo sentí que ese Dios no se apodera del hombre contra su voluntad en un éxtasis que lo privara de la conciencia y de la libertad, pues sólo los espíritus del mal actúan de esa forma. Yo debía adherirme a Él, con toda mi voluntad y mis sentidos; a ese espíritu de suma bondad. Lamenté las veces que había energúmeno y esclavo de mis pasiones. Ahora no debía ser así. Debían desaparecer también las luces de mi razón, como de hecho en sucedía. Entonces brotó esa súplica profunda de la que me habían hablado. Era un sentimiento puro, auténtico. Era la experiencia de impotencia, de sentirme perdido, la que abría mi alma y me hacía clamar al único que podía redimirme, ayudarme, salvarme…
   –¡Ven! –grité–. ¡Ven, Señor, a socorrerme! […]

El viaje de Cosme de Médicis por Extremadura

Cosme III de Médicis, príncipe heredero del gran ducado de Toscana, realizó un largo viaje por España y Portugal desde el 18 de septiembre de 1668 hasta el 19 de marzo de 1669. Posteriormente, continuó su recorrido por Irlanda, Inglaterra, Holanda y Francia.

En España, inició el viaje en Cataluña y fue visitando numerosas ciudades y pueblos. En su periplo por tierras extremeñas, el séquito entró por Monesterio el día 4 de enero de 1669. Se detuvo en Fuente de Cantos, Zafra, Fuente del Maestre, Solana, Lobón, Talavera la Real y Badajoz para comer o pasar la noche. Desde esta última población, el día 9 de enero, pasó a Portugal para continuar su viaje.

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  Cosme III de Médicis

Cosme de Médicis iba acompañado de los escritores Lorenzo Magalotti y Filippo Corsini, que fueron tomando notas del viaje. En la Introducción de Viaje de Médicis por España y Portugal, se señala: 

«Por la impresión que dan los pueblos, tenemos que decir, a nuestro pesar, que la impresión que los viajeros se llevan no parece ser demasiado halagüeña. La condición, generalmente miserable, suscita unos juicios no siempre amables […] Pero, aparte del carácter miserable que se reconoce a esos pueblos, lo que más disgusta a los refinados florentinos es la suciedad que domina en ellos. Y no sólo pueblos, o pueblecitos como Torrija o Guadalajara, sino ciudades como Alcalá, las que presentan calles generalmente intolerables por el mal olor determinado por la costumbre de vaciar en ella, durante el día, las peores suciedades.»

A Cosme de Médicis también le acompañaba el pintor y arquitecto Pier María Baldi, que realizó una interesante colección de acuarelas, con vistas panorámicas, de algunas de las localidades por las que fueron pasando y que ilustrarían la crónica del viaje que realizó Lorenzo Magalotti de su paso por España y Portugal.

«Estas acuarelas, a un solo color sepia que presenta matices graduados, tienen, según ya observó Ezio Levi, algo de romántico. Mejor: podríamos definirlas como la primera interpretación romántica del paisaje español.»

Las acuarelas que ilustran la crónica oficial que redactó Magalotti pueden visualizarse, si se tiene un poco de paciencia, haciendo clic en la imagen:

Portada

Viaje de Cosme de Médicis por España y Portugal (1668-1669) [Material gráfico] : láminas / [por
 Pier Maria Baldi] ; edición y notas por Ángel Sánchez Rivero y Ángela Mariutti de Sánchez Rivero
 . -- Madrid: Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, Centro de Estudios
Históricos, [1933] (Fototipia Hauser y Menet)
3 h., LXXI lám. en una carpeta ; 50 x 63 cm 

Cinco de las acuarelas corresponden a las poblaciones extremeñas, ya señaladas, de Fuente de Cantos, Fuente del Maestre, Solana, Lobón y Badajoz. Como indica Lozano Bartolozzi, en su magnífico artículo titulado Miradas urbanas de la Baja Extremadura en el Siglo XVII: el viaje del Principe Cosme de Médicis, publicado en Cuadernos de Çafra, estas vistas panorámicas en formato apaisado de las cinco localidades extremeñas constituyen un testimonio gráfico excepcional para conocer cómo eran esas ciudades y pueblos en el seiscientos.

Estas cinco acuarelas también pueden apreciarse en un enlace de la Biblioteca de Extremadura, haciendo clic en la imagen siguiente: 

Lobón

                                                   Vista panorámica de Lobón

Javier Teijeiro y Álvaro Meléndez, en su libro titulado La fortificación abaluartada de Badajoz en los siglos XVII y XVIII, recogen y analizan detalladamente la vista panorámica de la ciudad de Badajoz realizada por Pier María Baldi. Señalan que «el dibujo realizado de Badajoz constituye la más antigua representación en perspectiva, hallada hasta el momento, de esta ciudad. Un testimonio gráfico de suma importancia que recoge una vista general desde la orientación este, mostrándonos el tramo de muralla comprendido entre la antigua Puerta de la Trinidad y el extremo norte de la Alcazaba islámica.»

Badajoz

                Vista panorámica de Badajoz. Para ampliar, clic en la imagen

LA VILLA DE FERIA EN LAS ACUARELAS DE PIER MARÍA BALDI

Cosme de Médicis y su séquito llegaron a Fuente del Maestre en la tarde del 5 de enero de camino de Fuente de Cantos. La estancia en la población fue breve: al día siguiente partieron para llegar a comer a Solana y pasar la noche en Lobón. Según se señala en la Introducción de Viaje de Cosme de Médicis por España y Portugal, «en Fuente del Maestre, sólo con gran dificultad se pudo conseguir un cuarto, aunque miserable, porque la gente del pueblo desconfiaba mucho de dar asilo a viajeros desconocidos, ya que muchas veces el pueblo había sido saqueado por los portugueses.»

Vista de Fuente del Maestre. Al fondo el castillo de Feria. Clic para ampliar

Vista panorámica de Fuente del Maestre. Al fondo el castillo de Feria. Para ampliar, clic en la imagen

Para realizar la vista de Fuente del Maestre, Baldi tomó una serie de apuntes de forma rápida que después le servirían para confeccionar definitivamente la acuarela. Francisco Morgado Portero, en su artículo titulado El urbanismo de Fuente del Maestre en la segunda mitad del S. XVII, que aparece en el libro Fuente del Maestre: 100 años de ciudad, 2000 años de historia, señala que en la panorámica de Fuente del Maestre se destacan los hitos urbanos más destacados y que la imagen fue tomada desde la parte más alta de la actual calle del Prado o la de San Jorge; quizás desde las proximidades de la, ahora desaparecida, ermita de los Mártires. Afirma que se puede decir, casi con certeza, que se realizó en las primeras horas de la mañana de Reyes de 1669.

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Detalle de la vista de Fuente del Maestre. Para ampliar, clic en la imagen

En el fondo de la acuarela pueden apreciarse las sierras de Feria, destacando la torre del homenaje de su imponente castillo y, a un tiro de cañón, algunas construcciones de la villa. Feria y su castillo, que pueden divisarse desde muchas leguas de distancia, llamaron la atención de la comitiva de Cosme de Médicis. Corsini lo reflejó así en el manuscrito: «…Vidde alquanto lontano sulla mano diritta Feria, che dà il nome al ducato.» (…Vi a lo lejos sobre mano derecha Feria, que da nombre al Ducado). Dada la rapidez con la que se hizo, es bastante probable que falten muchos detalles en este dibujo de Baldi, pero puede que nos encontramos ante una de las imágenes más antiguas de Feria y de su castillo. Un auténtico regalo que nos hizo Baldi un lejano 6 de enero de 1669.

Frases y citas célebres sobre el libro

El libro es fuerza, es valor,
es poder, es alimento;
antorcha del pensamiento
y manantial del amor.
Rubén Darío

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A menudo en tu vida te encontrarás con que un libro es mejor amigo que un hombre. Luigi Setembrini

A veces leo un libro con placer y detesto al autor. Jonathan Swift

A veces los pensamientos nos consuelan de las cosas, y los libros de las personas. Joseph Joubert

Al verme de mis libros rodeado, no envidio más riqueza ni otro estado. Luis Carlos Viada y Lluch

Alguien me dijo que cada ecuación que incluyese en mi libro reduciría las ventas a la mitad. He puesto una ecuación, la famosa ecuación de Einstein E=mc². Espero que esto no asuste a la mitad de mis potenciales lectores. Stephen William Hawking

Algunos escritores aumentan el número de lectores; otros sólo aumentan el número de libros. Jacinto Benavente

Algunos libros son inmerecidamente olvidados; ninguno es inmerecidamente recordado. Wystan Hugh Auden

Allí donde se queman los libros, se acaba por quemar a los hombres. Heinrich Heine

Ante ciertos libros uno se pregunta: ¿quién los leerá? Y ante ciertas personas uno se pregunta: ¿qué leerán? Y al fin libros y personas se encuentran. André Gide

Aunque los libros no hacen bueno o malo al hombre, ciertamente lo hacen mejor o peor. Johan Paul F. Richter

Cada ceremonia o rito tiene valor si se realiza sin alteración. Una ceremonia es un libro en el que una gran parte está escrito. Cualquiera entiende que puede leerlo. Un rito a menudo contiene más de un centenar de libros. George Gurdjieff

Carecer de libros propios es el colmo de la miseria. Benjamin Franklin

Con los libros ocurre lo mismo que con las personas: hay que tomarlos en serio. Cesare Pavese

Creo que no leer libros es peor que quemarlos. Joseph Brodsky

Creo que parte de mi amor a la vida se lo debo a mi amor a los libros. Adolfo Bioy Casares

Cuando acabo un libro, nunca me siento demasiado satisfecho. Pero responde a lo que quería hacer, una vez que conseguí entenderlo, para bien o para mal. Paul Auster

Cuando se lee un libro en según qué estados de alma, sólo se encuentran en el libro interpretaciones de este estado. Georges Duhamel

Debemos usar un libro como las abejas las flores: para absorber su esencia. Charles C. Colton

Desconfíe de todo lo que vea en este libro o en cualquier otro y mantén la mente abierta. Gordon Delamont

Desde que descubrí los libros y las bibliotecas, para mí, cada día del año es Navidad. Jean Fritz

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Detesto prestar un libro que amo (nunca me parece igual cuando me lo devuelven). Lucy Montgomery

Donde se quiere a los libros también se quiere a los hombres. Heinrich Heine

El afortunado hallazgo de un solo libro puede haber cambiado el destino de un hombre. Marcel Proust

El autor que habla de sus propios libros es peor que la madre que sólo habla de sus hijos. Benjamin Disraeli

El autor sólo escribe la mitad del libro. De la otra mitad debe ocuparse el lector. Joseph Conrad

El destino de muchos hombres depende de haber tenido o no una biblioteca en su casa paterna. Edmondo de Amicis

El escritor original no es aquel que no imita a nadie, sino aquel a quien nadie puede imitar. François René Chateaubriand, Vizconde de Chateaubriand

El gran inconveniente de los nuevos libros es que nos privan de leer los antiguos. Joseph Joubert

El hallazgo afortunado de un buen libro puede cambiar el destino de un alma. Marcel Prévost

El libro bueno es el amigo que todo lo da y nada pide. El maestro generoso que no regatea su saber ni se cansa de repetir lo que sabe. El fiel transmisor de la prudencia y de la sabiduría antigua. El consuelo de las horas tristes. El que hace olvidar al preso su cárcel y al desterrado su nostalgia. El sedante de los grandes afanes, que va dondequiera que vayamos con nuestro dolor. El mentor de las grandes decisiones. El que ablanda el corazón en los momentos de dureza, o nos vigoriza cuando empezamos a flanquear. Y después de ser todo esto, tiene la soberana grandeza de no hipotecar nuestra gratitud. Una vez leído lo volvemos sencillamente al estante, o lo dejamos olvidado en el asiento de un tren. Es igual. Ni nos guardará rencor si no se lo hemos agradecido. Gregorio Marañón

El libro enriquece igualmente la soledad y la compañía… La vida muere, los libros permanecen. Alfonso Reyes

El libro es el salvavidas de la soledad. Gómez de la Serna

El libro es una pértiga que permite dar saltos inimaginables en el espacio y en el tiempo; el testigo de la más hermosa carrera de relevos; un infalible e íntimo amigo silencioso. Antonio Gala

El libro que no se dirige a la mayoría (en número e inteligencia) es un libro tonto. Charles Baudelaire

El libro que no se lee no ayuda. Jim Rohn

El libro que no soporta dos lecturas no merece ninguna. Padre José Luis Martín Descalzo

El libro que recitas, Fidentino, es mío; pero cuando lo recitas mal, empieza a ser tuyo. Marco Valerio Marcial

El libro, objeto frágil y poderoso, nos permite compartir la imaginación del mundo. Carlos Fuentes
El mundo es un libro, y quienes no viajan leen sólo una página. San Agustín

El mundo está hecho de libros preciosos, que nadie lee. Umberto Eco

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El mundo fue hecho para dar lugar a un libro hermoso. Stéphane Mallarmé

El mundo llama inmorales a los libros que le explican su propia vergüenza. Samuel Johnson

El que mata a un hombre, mata a un ser de razón, imagen de Dios; pero quien destruye un libro, mata la razón misma, mata la imagen de Dios, como era en el ojo. John Milton

El Quijote no es solo uno de los libros más leídos del mundo, sino uno de los menos leídos si contamos la gente que no lo ha leído. Jaume Perich

El recuerdo que deja un libro es a veces más importante que el libro en sí. Adolfo Bioy Casares

El solo ingenio no puede formar un escritor. Debe haber un hombre detrás del libro. Ralph Waldo Emerson

En el final de los libros nunca hay placer, si son buenos porque duele que se acaben, si son malos porque no se llega. Noel Clarasó

En este libro nada es verdad. Kurt Vonnegut

En los libros reside el alma entera del pasado. Thomas Carlyle

Es más fácil quedarse con un libro que con su contenido. Bernard Le Bovier de Fontenelle

Es más importante tener buenos libros que tener muchos, porque la lectura de un libro especial es provechosa, y la de muchos, solamente agradable. Marco Anneo Séneca

Es un buen libro aquel que se abre con expectación y se cierra con provecho. Louisa May Alcott

Es un error creer que siempre van a existir los libros. La raza humana no los ha necesitado durante millares de años; puede decidir hacer otra vez lo mismo. Edward Morgan Forster

Escriba libros sólo si lo que va a decir en ellos usted nunca se lo confiaría a nadie. Émile Michel Cioran

Escribir un libro ha de ser como cernir el trigo. Doménico Cieri Estrada

Estiman algunos los libros por la corpulencia, como si se escribieran para ejercitar ante los brazos que los ingenios. Baltasar Gracián

Gastar dinero en libros es una inversión que siempre rinde buenos dividendos. Benjamin Franklin

Guárdate del hombre de un solo libro. Benjamin Disraeli

Hay libros cortos que, para entenderlos como se merecen, se necesita una vida muy larga. Francisco de Quevedo

Hay libros cuya belleza formal es tan apretada, tan concluida, tan severa, que nada nuestro puede insertarse en ellos. Su superficie compacta y lisa no nos ofrece resquicio alguno. Nos queda sólo la posibilidad de aquiescencia o de rechazo. Victoria Ocampo

Hay libros que no parecen escritos para que la gente aprenda, sino para que se entere de que el autor ha aprendido algo. Goethe

Hay peores cosas que quemar libros, una de ellas es no leerlos. Ray Bradbury

Hay solo dos cosas con las que uno se puede acostar: una persona y un libro. Ray Bradbury

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Hay unos libros tan gordos que más parecen escritos para hacer brazo que para hacer inteligencia. León Daudí

Hay libros que no parecen escritos para que la gente aprenda, sino para que se entere de que el autor ha aprendido algo. Goethe

Haz de los libros tu cena, y te saciaras de sus delicias. Deja que te hagan de colchón y gozarás de noches reposadas y tranquilas. Anónimo

He buscado en todas el sosiego, y no lo he encontrado sino sentado en un rincón con un libro en las manos. Thomas de Kempis

Incluso los malos libros son libros, y por lo tanto sagrados. Günter Grass

La biblioteca de un escritor debe estar formada por cinco o seis libros, que son todas las fuentes que hay que releer todos los días. En cuanto a los demás libros, es bueno conocerlos y basta. Gustave Flaubert

La mejor característica de un libro es que provoque reacciones en el lector y le empuje a actuar. Thomas Carlyle

La radio marca los minutos de la vida; el diario, las horas; el libro, los días. Jacques de Lacretelle

La verdadera universidad de hoy en día es una colección de libros. Thomas Carlyle

Las personas libres jamás podrán concebir lo que los libros significan para quienes vivimos encerrados. Ana Frank

Lee los buenos libros primero; lo más seguro es que no alcances a leerlos todos. Henry David Thoreau

Leer un libro enseña más que hablar con su autor; porque el autor sólo ha puesto en el libro sus mejores pensamientos. René Descartes

Libro que no vale mucho, no vale nada. Ruskin

Libros, amigos y vino, sean antiguos. Proverbio

Libros cultos doctoran ignorantes. Francisco de Quevedo

¡Libros! Los libros son el regalo más grande que una persona puede dar a otra. Bono

Libros no son hombres y sin embargo se mantienen vivos. Henry Ward Beecher

Literatura es mi Utopía. No hay barrera de sentidos que me pueda quitar este placer. Los libros me hablan sin impedimentos de ninguna clase. Helen Keller

Lo mejor de mí se lo debo a los libros. Máximo Gorki

Los clásicos son esos libros de los cuales se suele oír decir: “Estoy releyendo…” y nunca: “Estoy leyendo…” Italo Calvino

Los funcionarios son como los libros de una biblioteca: los que están en los lugares más altos son los que menos sirven. Paul Masson

Los hombres grandes y buenos no mueren ni aun en este mundo. Embalsamados en libros, sus espíritus perdurarán. El libro es una voz viviente. Es una inteligencia que nos habla y que escuchamos. Samuel Smiles

Los libros antiguos son los libros de la juventud del mundo, y los nuevos son el fruto de su tiempo. Oliver Wendell Holmes

Los libros hacen libre al que los quiere bien. Vicente Espinel

Los libros han ganado más batallas que las armas. Lupercio Leonardo de Argensola

Los libros largos, cuando se leen, son normalmente sobrevalorados, porque el lector quiere convencer a los demás y a sí mismo de que no ha perdido el tiempo. Edward Morgan Forster

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Los libros me enseñaron a pensar, y el pensamiento me hizo libre. Ricardo León

Los libros no deben clasificarse nunca. Clasificarlos es una ciencia, pero no clasificarlos es un arte. Lin Yutang

Los libros poseen siempre más ingenio que los hombres con los que nos encontramos. Condesa de Albany

Los libros que yo escribo no están en mi biblioteca. El lugar de un libro tuyo es la biblioteca de otro. Abelardo Castillo

Los libros sirven para demostrarnos que nuestras reflexiones y pensamientos de los que tanto nos enorgullecemos por considerarlos originales no son, en realidad, tan originales como pensábamos. Abraham Lincoln

Los libros sólo tienen valor cuando conducen a la vida y le son útiles. Hermann Hesse

Los libros son abejas que transportan el polen de la sabiduría de una mente a otra». James Russell Lowell

Los libros son amigos que nunca decepcionan. Thomas Carlyle

Los libros son como los amigos, no siempre es el mejor el que más nos gusta. Jacinto Benavente

Los libros son compañeros del solitario, amigos del desamparado, solaz del tedioso, contento del descorazonado y sostén del desvalido. Orison S. Marden

Los libros son compañeros, maestros, magos, y banqueros de los tesoros de la mente. Son portadores de civilización. Bárbara Wertheim Tuchman

Los libros son el más constante y estable de los amigos; el más sabio y accesible de los consejeros y el más paciente de los maestros. Charles W. Eliot

Los libros son los mejores amigos: nos dan consejo en la vida y consuelo en la aflicción. Richard Withelock

Los libros son mi aliento, mi vida y mi futuro. Fiódor Dostoievski

Los libros son sepulcros del pensamiento. Henry Wadsworth Longfellow

Los libros son uno de los pocos productos que se libran de la sospecha de ser cancerígenos. Aconsejo su consumo. Pere Calders

Los libros son, entre mis consejeros, los que más me agradan, porque ni el temor ni la ambición les impiden decirme lo que debo hacer. Alfonso II de Aragón

Los libros tienen los mismos enemigos que el hombre: el fuego, la humedad, los bichos, el tiempo, y su propio contenido. Paul Válery

Los libros tienen su orgullo. Cuando se prestan, no vuelven nunca. Theodor Fontane

Los libros útiles deben volver a ser leídos, ya que presentan nuevas fases, no sólo a cada lector, sino a cada siglo, incluso a cada edad de cada individuo. Jacob Burckhardt

Los malos libros provocan malas costumbres, y las malas costumbres provocan buenos libros. René Descartes

Los mejores libros son aquellos que todo el mundo, al leerlos, piensa que lo mismo habría dicho él. Pascal

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Los que leen muchos libros son como los masticadores de hachís: viven en su sueño, y el veneno sutil que penetra en sus cerebros los hace insensibles al mundo real. Anatole France

Más de un libro hubiera sido mucho más claro si no hubiera querido ser tan enteramente claro. Immanuel Kant

Más países se conquistan con los libros que con las armas. Abate Galiani

Más que a los hombres, prefiero estudiar los libros. Francis Bacon

Me gusta tocar un libro, respirarlo, sentirlo, llevarlo… ¡Es algo que una computadora no ofrece! Ray Bradbury

Me parece que mientras uno no haya leído todos los buenos libros antiguos no tiene ninguna razón para empezar a leer los nuevos. Montesquieu

Mis libros están siempre a mi disposición, nunca están ocupados. Marco Tulio Cicerón

Mis libros son el equivalente literario a un Big Mac con una gran ración de patatas fritas. Stephen King

Mis primeras patrias fueron los libros. Y, en menor grado, las escuelas. Marguerite Yourcenar

Nadie nunca lee un libro. Se lee a sí mismo a través de los libros. Romain Rolland

Ningún hombre carece de amigos mientras cuenta con la compañía de buenos libros. Johann Christoph Friedrich Schiller

Ningún libro, como ninguna buena casa, muestra todo su mérito desde un principio. Thomas Carlyle

Ningún ser humano que tenga a Dios y tenga libros tiene derecho a considerarse falto de amigos. Elizabeth Barrett Browning

Ninguna otra fragata nos lleva a todas partes como el libro. Emily Dickinson

No deseamos que los libros nos vuelvan mejores, sino más felices que aquellos que los hicieron; que tengan carne y sangre, ingenio y alma. Odiamos -o, cuando menos, ya no sabríamos admirar- los talentos puros. Joseph Joubert

No es posible vivir sin libros. Thomas Jefferson

No existen libros morales o inmorales. Sólo libros bien o mal escritos. Oscar Wilde

No hay libro tan malo del que no se pueda aprender algo bueno. Plinio el Joven

No hay libro tan malo que no tenga algo bueno. Miguel de Cervantes Saavedra

No hay ningún libro por pobre que sea que no sea un prodigio. Ben Jonson

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No hay ninguna razón para que a un mismo hombre le guste los mismos libros a los 18 que a los 48 años. Ezra Pound

No interesa el que leas muchos libros, mas interesa mucho el que sean buenos los que leas. Séneca

No son nuestros libros lo que sobreviven, sino nuestras pobres vidas, las que subsisten en las historias que narramos en ellos. François Mauriac

Nuestros padres juzgaban los libros a través de su gusto y de su razón. Nosotros los juzgamos a través de las emociones que nos causan. ¿Este libro puede perjudicar o puede servir? ¿Es apropiado para perfeccionar o para corromper el espíritu? ¿Hará el bien o hará el mal? Las grandes preguntas que nuestros antecesores se planteaban. Nosotros preguntamos: ¿Causará placer este libro? Joseph Joubert

Nunca leas un libro acabado de publicar. Espera al menos un año y si entonces todavía se habla del libro, decide si leerlo o no. Ralph Waldo Emerson

 Ocurre lo mismo con ciertos fragmentos luego de haber leído los libros completos. Joseph Joubert

Para llevarnos a tierras lejanas no hay mejor fragata que un libro. Emily Dickinson

Pienso que los únicos libros capaces de influenciarnos son aquellos para los cuales estamos preparados, cuyas ideas han sido capaces de penetrar más profundamente en nuestro interior de lo que nosotros mismos hemos sido capaces. Edward Morgan Forster

Por el grosor de la capa de polvo que cubre el lomo de los libros de una biblioteca pública puede medirse la cultura de un pueblo. John Steinbeck

Publicamos nuestro libros para librarnos de ellos, para no pasar el resto de nuestras vidas corrigiendo borradores. Jorge Luis Borges

Recuerda que yo existo porque existe este libro, que puedo suicidarnos con romper una página. Luís García Montero

Sabes que has leído un buen libro cuando al cerrar la tapa después de haber leído la última página te sientes como si hubieras perdido a un amigo. Paul Sweeney

¿Sabías que la libertad existe en un libro escolar? Jim Morrison

Se ha de leer mucho, pero no muchos libros; ésta es una regla excelente. Jaime Balmes

Si mi libro es una mentira, que lo digan las personas que quieran leerlo. Si es una calumnia, que lo diga también esta gente. Que el pueblo soviético y los lectores soviéticos, para los que escribo desde hace treinta años, juzguen lo que es verdadero y lo que es falso en mi libro. Vasili Grossman

Si no podéis disfrutar leyendo un libro repetidas veces, de nada sirve leerlo ni una sola vez. Oscar Wilde

Son pocos los libros que pueden gustarnos toda la vida. Hay algunos de los que nos cansamos con el tiempo, con el saber y con la sensatez. Joseph Joubert

Su libro es bueno y original, pero la parte que es buena no es original y la parte que es original no es buena. Samuel Johnson

Tanto o más importante que saber los alimentos que hemos de comer para estar sanos es saber los libros que hemos de leer para ser sabios. Robert S. Smith

Teme al hombre de un solo libro. Santo Tomás De Aquino

Ten cuidado con la lectura de los libros sobre la salud. Podrías morir de una errata de imprenta. Mark Twain

Terminado, el libro empieza. Carlos Fuentes

Toda biblioteca personal es un proyecto de lectura. José Gaos

Todas las cosas del mundo llevan a una cita o a un libro. Jorge Luis Borges

La Biblioteca de Barcarrota

Todas las frases en el libro de la vida, si son leídas hasta el final, van a terminar en una interrogación. Fernando Pessoa

Todo libro es lo que su escritor es, pero está tan deformado por la imaginación que no puedes «traducirlo» fácilmente a tu peripecia cotidiana. Rosa Montero

Todo libro que ha sido echado a la hoguera ilumina al mundo. Ralph Waldo Emerson

Todos los libros pueden dividirse en dos clases: libros del momento y libros de todo momento. John Ruskin

Tomo un libro y te descubro en cada página, vago en ti ebrio y perturbado. Nikolái Gumiliov

Triste destino del libro prestado, a menudo perdido, siempre estropeado. Thomas Leclerq

Una casa sin libros es una casa sin dignidad. Edmondo de Amicis

Un ángulo me basta en mis lares, un libro y un amigo, un sueño breve, que no perturben deudas ni pesares. Francisco de Rioja

Un buen libro es aquel que cuando terminas de leerlo te entran ganas de pagarle una copa a su autor. Martin Amis

Un buen libro es aquel que se abre con expectación y se cierra con provecho. Amos Bronson Alcott

Un buen libro es el mejor de los amigos, lo mismo hoy que siempre. Rubén Darío

Un buen libro es la esencia más pura del alma humana. Thomas Carlyle

Un buen libro es preciosa sangre de vida de un espíritu magistral, embalsamado y atesorado con el propósito de dar vida más allá de la vida. John Milton

Un buen libro no es aquel que piensa por ti, sino aquel que te hace pensar. James McCosh

Un buen libro no sólo se escribe para multiplicar y transmitir la voz, sino también para perpetuarla. John Ruskin

Un clásico es un libro que nunca ha cesado de contar lo que tiene que contar. Italo Calvino

Un día leí un libro y toda mi vida cambió. Orhan Pamuk

Un hallazgo afortunado de un libro puede cambiar el destino del un alma. Marcel Prévost

Un hogar sin libros es como un cuerpo sin alma. Marco Tulio Cicerón

Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado, un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora. Proverbio hindú

Un libro de cabecera no se escoge, se enamora uno de él. José Luis de Vilallonga

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Un libro debe ser como un rompehielos para penetrar en los mares congelados en nuestras almas. Franz Kafka

Un libro debería siempre ser un verdadero lazo de unión entre aquél que lo escribe y aquél que lo lee. Laure Conan

Un libro es como un jardín que se lleva en el bolsillo. Proverbio árabe

Un libro es un regalo estupendo, porque muchas personas sólo leen para no tener que pensar. André Maurois

Un libro es una botella arrojada al mar en la que esta etiqueta se adjuntarán: ábrala quien pueda. Alfred Victor De Vigny

Un libro es una cosa entre las cosas, un volumen perdido entre los volúmenes que pueblan el indiferente universo; hasta que da con su lector, con el hombre destinado a sus símbolos. Jorge Luis Borges

Un libro es una versión del mundo. Si no te gusta, ignóralo u ofrece tu propia versión. Salman Rushdie

Un libro ha de ser un hacha con la que romper el mar helado dentro de nosotros. Franz Kafka

Un libro no acabará con la guerra ni podrá alimentar a cien personas, pero puede alimentar las mentes y, a veces, cambiarlas. Paul Auster

Un libro no es inofensivo simplemente porque nadie se sienta ofendido por él. Thomas Stearns Eliot

Un libro no es nunca una obra maestra: se convierte en ella. Edmond y Jules Goncourt

Un libro no hace daño a nadie; un libro no es ni una ley ni un veredicto. Ernest Wiechert

Un libro que se cierra no es más que un bloque. Thomas Fuller

Un libro se mide por el bien que produce. Doménico Cieri Estrada

Un libro tiene que ser el hacha que rompa nuestra mar congelada. Franz Kafka

Un libro vale por la novedad de los problemas que crea, anima o reanima. Paul Válery

Un libro, como un viaje, comienza con inquietud y se termina con melancolía. José Vasconcelos

Un mismo libro nunca es el mismo: por eso volver a leer a veces resulta hasta más estimulante que descubrir nuevos libros. Roberto Cotroneo

Una obra clásica es un libro que todo el mundo admira, pero que nadie lee. Ernest Hemingway

20140701111309_00001.1¡Y sin embargo, algunas personas dicen que se aburren! ¡Démosles libros! ¡Démosles fábulas que los estimulen! ¡Démosles cuentos de hadas! Jostein Gaarder

Yo no calificaría de lecturas serias a la lectura de libros que tratan temas muy profundos, sino a los libros bien hechos y, sobre todo, bien escritos. Gustave Flaubert

Amigo de los amigos,
huésped de predilección,
eres amigo y maestro,
confidente y confesor;
compañero en las vigilias,
en la pereza aguijón;
en la soledad, recreo,
y en los caminos mentor.
Serafín y Joaquín Álvarez Quintero