“Las pequeñas virtudes”, de Natalia Ginzburg

Las pequeñas virtudes, de la escritora italiana Natalia Ginzburg es un pequeño libro que recopila onces textos escritos entre los años 1944 y 1962 y que aparecieron en diversos periódicos y revistas italianas de la época. Estos textos, a medio camino entre el ensayo y el relato autobiográfico, recogen recuerdos y vivencias cotidianas sobre la infancia, la amistad, el amor, el exilio… y reflexiones sobre la guerra, el acto de escribir o la educación, entre otras.

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En el último ensayo, Las pequeñas virtudes, que da título al libro, Ginzburg reflexiona sobre la educación que transmitimos a nuestros hijos durante sus primeros años de formación. De como le enseñamos el respeto por las pequeñas virtudes: el ahorro, la prudencia, la astucia, la diplomacia o el deseo del éxito; en lugar de educarlos para las grandes virtudes: la generosidad, el valor, la franqueza, el amor al prójimo o el deseo de ser y de saber.

«Por lo que respecta a la educación de los hijos, creo que no hay que enseñarles las pequeñas virtudes sino las grandes. No el ahorro, sino la generosidad y la indiferencia hacia el dinero; no la prudencia, sino el coraje y el desprecio por el peligro; no la astucia, sino la franqueza y el amor por la verdad; no la diplomacia, sino el amor al prójimo y la abnegación; no el deseo del éxito, sino el deseo de ser y de saber.

Sin embargo, casi siempre hacemos lo contrario. Nos apresuramos a enseñarles el respeto a las pequeñas virtudes, fundando en ellas todo nuestro sistema educativo. De esta manera elegimos el camino más cómodo, porque las pequeñas virtudes no encierran ningún peligro material, es más, nos protegen de los golpes de la suerte.»

Las pequeñas virtudes me ha parecido un libro de una enorme belleza, lleno de espontaneidad y frescura. Escrito con una prosa limpia y sin artificios. Una pequeña obra de arte de obligada lectura para padres y educadores por su enorme valor pedagógico.

SINOPSIS

A medio camino entre el ensayo y la autobiografía, Las pequeñas virtudes reúne once textos de tema diverso que comparten una escritura instintiva, radical, una mirada comprometida llana y conclusivamente humana. La guerra y su mordedura atroz de miedo y pobreza, el recuerdo estremecedor y bellamente sostenido de Cesare Pavese y la experiencia intrincada de ser mujer y madre son algunas de las historias de una historia–personal y colectiva–que Natalia Ginzburg ensambla magistralmente, en estas páginas de turbadora belleza, con una reflexión sagaz siempre atenta al otro, arco vital y testimonio del oficio–vocación irrenunciable, orgánica–de escribir.

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«Mi oficio es escribir, y lo sé bien y desde hace mucho tiempo. Espero que no se me interprete mal: no sé nada sobre el valor de lo que puedo escribir. Sé que escribir es mi oficio. Cuando me pongo a escribir, me siento extraordinariamente cómoda y me muevo en un elemento que me parece conocer extraordinariamente bien, utilizo instrumentos que me son conocidos y familiares y los siento bien firmes en mis manos. Si hago cualquier otra cosa, si estudio un idioma extranjero, si intento aprender historia, o geografía, o taquigrafía, o intento hablar en público, o hacer punto, o viajes, sufro y  me pregunto continuamente cómo harán los demás estas cosas, me parece siempre que debe de haber una forma mejor de hacerlas que los demás conocen y que a mí me es desconocida. Y me siento sorda y ciega, y noto como una náusea dentro de mí.»

NATALIA GINZBURG

GinzburgNatalia Ginzburg (Palermo, 1916 − Roma, 1991) es una de las voces más singulares de la literatura italiana del siglo XX. Publicó en 1934 su primera narración, a la que siguieron obras teatrales—Me casé por alegría (1964; Acantilado, 2018)—, ensayos—Las pequeñas virtudes (1962; Acantilado, 2002), Nunca me preguntes (1970) y Serena cruz o la verdadera justicia (1990; Acantilado, 2010)—y novelas y colecciones de relatos—El camino que va a la ciudad y otros relatos  (1942; Acantilado 2019), Y eso fue lo que pasó (1947; Acantilado, 2016), Nuestros ayeres (1952), Valentino (1957), Las palabras de la noche (1961), Léxico familiar (1963), Querido Miguel (1973; Acantilado, 2003), Vita imaginaria (1974) y Domingo (2016; Acantilado, 2021)—, así como la biografía Antón Chéjov (1989; Acantilado, 2006).