“El médico”, de Noah Gordon

La extraordinaria odisea de un joven médico en el siglo XI

el-medico-9788496940000El médico, la conocida novela del estadounidense Noah Gordon, fue publicada en 1986. Con ella se iniciaba la saga de la familia Cole, completada posteriormente con Chamán y La doctora Cole. Sin duda, se trata de la obra cumbre de Gordon, con la que se dio a conocer en todo el mundo y con la que consiguió un enorme éxito de ventas: más de 21 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo, cinco de ellos en español.

El médico es una extraordinaria novela histórica. Ambientada en el siglo XI, narra las peripecias del joven londinense Rob Cole, huérfano de padre y madre, aprendiz de cirujano-barbero, con un enorme deseo de vencer la enfermedad y la muerte y de aliviar el dolor ajeno, y con una extraordinaria habilidad para curar.

   “Me han enseñado a medicar varias dolencias. Sé cortar un dedo estropeado y dejar un muñón pulcro. Pero mucha gente va a verme y me paga, y no sé cómo ayudarla. Soy ignorante. Me digo a mí mismo que algunos pacientes podrían salvarse si yo supiera más.»

Poseedor de un don especial, Rob es capaz de captar los males de sus clientes a través de las manos.

   “Era una intuición acerca de la vitalidad de la persona, como asomarse a un pozo oscuro y percibir cuánta vida contenía”.

Su sueño de convertirse en médico lo conduce, en un increíble viaje, desde la Inglaterra dominada por la brutalidad y la ignorancia hasta la sensual turbulencia de la remota Persia.

   “¡Se abriría camino hasta Persia! ¡Él tocaría el borde de la vestimenta de Ibn Sina!”

Allí, en las universidades árabes, bajo la tutela del legendario maestro Avicena, ocurrirá la transformación que marcará su destino y el de su familia para siempre.

Casi 30 años después de su publicación, y tras varios intentos, la novela El médico ha sido llevada a la gran pantalla. La película ha sido dirigida por Philip Stölzl y protagonizada por Tom Payne, Ben Kingsley, Stellan Skarsgård y Olivier Martinez.

Tráiler de El médico

Rob J. Cole, un niño huérfano de nueve años es adoptado por un barbero que le enseña el oficio. Durante años recorren Inglaterra montando espectáculos para atraer al público hasta que su padre adoptivo también muere. Rob seguirá en solitario y conocerá a Benjamin Merlin, un médico judío al que pronto admirará y quien le descubrirá a su mentor, el científico persa Ibn Sina. Rob, determinado a convertirse en un gran médico, iniciará un emocionante viaje hacia Persia, donde se hará pasar por judío para poder estudiar en una escuela que no admite cristianos.

SINOPSIS

Un joven aprendiz de médico, con un don para sanar nunca visto, recorrerá la Europa sombría y oscura del siglo XI hasta la fascinante Persia, para encontrarse con el mejor maestro imaginable: el mítico Avicena. Rob J. Cole, un joven londinense del siglo XI que pertenece a una familia de carpinteros, queda huérfano a los nueve años y con la responsabilidad de cuidar de sus cuatro hermanos menores, a quienes va encontrando hogar. Una vez solo coincide con Henry Croft, un cirujano barbero que deambula por Inglaterra montando espectáculos y dedicándose a ejercer de curandero para vender un ungüento milagroso y del que se convierte en aprendiz. Con Henry Croft comparte viaje, cartel y beneficios hasta que el maestro muere. Y es entonces cuando conoce a Benjamin Merlin, un médico judío que le alenta a superarse y hacer realidad su sueño, y que le habla del más eminente médico de la remota Persia: Ibn Sina o Avicena. Rob, llevado por su pasión por sanar y aliviar el dolor, llega a Oriente donde se hará pasar por judío y adoptará el nombre de Jesse ben Benjamin, para no destacar como europeo y poder hacer realidad su sueño: estudiar medicina en la madraza de Ispahán.

NOAH GORDON

Foto de Jamie Beth Gordon

Foto de Jamie Beth Gordon

Noah Gordon nació el 11 de noviembre de 1926 en Worcester, Massachusetts. Se licenció en Periodismo y Letras en la Universidad de Boston. Inició una intensa labor de articulista que le llevó a colaborar con The Boston Herald y The Worcester Telegram.

Con su primera novela, El rabino (1979), logró unas buenas ventas, pero fue con El médico (1986) -primera parte de la trilogía de los Cole, junto con Chamán (1992) y La doctora Cole (1996)- el detonante de su carrera como autor superventas, tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo.

Tras varios libros más dedicados al mundo médico, con El último judío (1999) cambió de registro para contarnos la historia de un judío en el Toledo del S.XV. Su última novela, La bodega (2007), se centra en el mundo del vino y la enología.

OTROS FRAGMENTOS DE “EL MÉDICO”

    «Todo fue como si siempre hubiese trabajado solo. La gente reunida ignoraba, que tendría que haber estado allí un hombre mayor para señalarle en qué momento poner principio y fin a los juegos malabares; un hombre que contaba los mejores cuentos. Pero se apiñaron, escucharon y rieron, observaban cautivados como dibujaba retratos, compraron su licor medicinal y esperaron en fila para que les atendieran detrás del biombo. Cuando Rob les cogía las manos, descubrió que había recuperado el don. Un herrero fornido que parecía capaz de levantar el mundo con las manos, tenía algo que le estaba consumiendo la vida y no duraría mucho. Una chica delgada cuya palidez habría sugerido una grave enfermedad, poseía una reserva de fortaleza y vitalidad que llenó de alegría a Rob cuando le tocó las manos. Tal vez, como había dicho Barber, el don estaba ahogado por el alcohol, y se había liberado con la abstinencia. Cualquiera que fuese la razón de su retorno, Rob sintió una efervescencia de excitación y el ansia de volver a rozar las siguientes manos.»
[…]
    «–La madraza posee casi cien mil libros –dijo Karim con orgullo. Sonrió al notar incredulidad en los ojos de Rob–. En su mayoría fueron traducidos al persa en Bagdad. En la universidad de Bagdad hay una escuela de traductores donde se transcriben en papel libros escritos en todas las lenguas del Califato oriental. Bagdad tiene una universidad inmensa, con seiscientos mil libros en su biblioteca, y más de seis mil estudiantes y maestros famosos. Pero nuestra pequeña madraza posee algo de lo que ellos carecen.
    –¿Qué es ese algo? –inquirió Rob, y el estudiante más antiguo lo condujo a una pared de la Casa de la Sabiduría totalmente dedicada a las obras de un solo autor.
    –Él –dijo Karim.
   Esa tarde Rob vio en el maristan al hombre que los persas llamaban Jefe de Príncipes. A primera vista, Ibn Sina le resultó decepcionante. Su turbante rojo de médico estaba desteñido y lo llevaba atado con descuido; su durra presentaba un aspecto lastimoso y era sencilla. Bajo y de calva incipiente, tenía la nariz bulbosa y con venitas, y un principio de papada bajo su larga barba. Era igual a cualquier árabe envejecido, hasta que Rob vio sus penetrantes ojos pardos, tristes y observadores, severos y curiosamente vivos, y de inmediato sintió que Ibn Sina veía cosas que resultaban invisibles para el hombre corriente.»
[…]
    «–Maestro…
    Ibn Sina había cerrado los ojos y no contestó. Rob permaneció un rato sentado a su lado, en silencio, y finalmente dijo en inglés:
    –Podría haber ido a cualquier otro sitio sin necesidad de imposturas. Al Califato occidental…Toledo, Córdoba… Pero había oído hablar de un hombre, Avicena, cuyo nombre árabe me acometió como un hechizo y me sacudió como un estremecimiento. Abu Alí at-Husain ibn Abdullah Ibn Sina.
    No podía haber entendido nada más que su nombre; sin embargo volvió a abrir los ojos y sus manos ejercieron una leve presión en las de Roh.
  –Para tocar el borde de tus vestiduras. El médico más grande del mundo –susurró Rob.»