“El anarquista que se llamaba como yo”, la primera novela de Pablo Martín Sánchez

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    Me picó la curiosidad por leer la novela El anarquista que se llamaba como yo cuando Jesús Carrasco, el autor de Intemperie, hizo referencia a ella en el Pregón de la pasada Feria del Libro de Badajoz. Y no, no me ha decepcionado su lectura en absoluto. La novela me atrapó desde la primera página y me mantuvo en vilo hasta el final. Es un libro muy recomendable por su indiscutible valor literario y también porque nos permite conocer y comprender algunos de los acontecimientos históricos más relevantes de la Europa y de la España contemporáneas.

PABLO MARTÍN SÁNCHEZ

   Pablo Martín Sánchez (cerca de Reus, 1977) es graduado superior en Arte Dramático, licenciado en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, y máster en Humanidades. En el sector editorial ha trabajado como lector, corrector, traductor y librero. Fundador de la revista Verbigracia y miembro del equipo de redacción de la revista digital La Siega, actualmente es colaborador habitual de la revista Rinconete (Centro Virtual Cervantes) y realiza estudios de doctorado en Lille (Francia), con una tesis sobre el Oulipo y el hipertexto. Es miembro del Collège de Pataphysique y del Altíssimo Instituto de Estudios Pataphysicos de La Candelaria. Su debut literario fue con el libro de relatos Fricciones (2011)

DATOS DEL LIBRO

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    • Título: El anarquista que se llamaba como yo
    • Autor: Pablo Martín Sánchez
    • Nº de páginas: 624 págs.
    • Encuadernación: Tapa blanda
    • Editorial: El Acantilado
    • ISBN: 978-84-15689-18-8

SINOPSIS

   En 1924 era condenado a garrote vil el anarquista Pablo Martín Sánchez, acusado de atentar contra la dictadura de Primo de Rivera. Su homónimo, el escritor Pablo Martín Sánchez, busca, en esta inquietante novela, reconstruir su historia. A través de la vida del personaje y de su mundo, asistimos a momentos capitales del devenir de la Europa contemporánea, como el nacimiento del cine, el movimiento anarquista en París y en la Argentina, la vida de relevantes intelectuales exiliados en Francia, la Semana Trágica de Barcelona o la crispación social del viejo continente en la época de entre-guerras. El lector, con el ánimo en suspenso, asistirá atónito al destino que aguarda al protagonista. Sus aventuras y desventuras lo mantendrán atrapado en una trama tan apasionante como difícil de olvidar.

DE “EL ANARQUISTA QUE SE LLAMABA COMO YO” SE HA DICHO

   “Un novelón de 600 páginas que no decae nunca, en el que no falta ni sobra una coma.”

J. Ernesto Ayala-Dip. El País

   “Impulsado por el boca-oreja es uno de esos libros que hay que leer”.

Xavi Ayén. La Vanguardia

   “Mezcla asombrosa de documentación histórica y devenir aventurero. El resultado de este apasionante ejercicio se traduce en una novela extraordinaria y asombrosa que puede leerse de un tirón como una biografía ficticia, como una historia real o, en cualquier caso, como uno de los mejores libros que se hayan publicado últimamente”.

Diego Gándara. La Razón

     “Una novela enorme, de esas que no quieres que se acaben, de las que te hacen pasar las páginas con un nudo en el estómago”.

Layla Martínez. Diagonal

   “Un brillante debut: Una de las novelas importantes de estos últimos años”.

Rosa Mora. El País

FRAGMENTOS DE LA NOVELA

   “Articular históricamente lo pasado no significa conocerlo tal y como verdaderamente ha sido. Significa adueñarse de un recuerdo tal y como relumbra en el instante de un peligro”

Walter Benjamín (Preliminares de la novela)

   “Si el cuartel es la escuela de la vida, Pablo habría preferido seguir siendo analfabeto. Porque aprender, lo que se dice aprender, mucho no aprendió en aquellos años que pasó sirviendo a la patria: a lo sumo descubrió que al entrar en el cuartel los cojones se dejan fuera (la frase predilecta del sargento Hansen).”

   “Alguien dijo alguna vez que lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada—terminaba diciendo la carta–. Y como yo ya no puedo hacer nada y no soy más que un estorbo, dejo paso a los jóvenes que quieran coger las riendas de esta lucha, que es la mía y la de toda la humanidad.”

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