“Breves definiciones de historia general y de España y exposición de los más principales sucesos de la particular de Badajoz» de Joaquín Romero y Morera

Breves definiciones de historia general y de España y exposición de los más principales sucesos de la particular de Badajoz es una obra escrita por Joaquín Romero y Morera y publicada en 1878. No se trata de un libro de historia sino de un manual para “el estudio de los niños de la primera enseñanza”. La obra se estructura en distintas lecciones. Primero se presenta la historia de España y a continuación los acontecimientos más destacados de la ciudad de Badajoz.

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              Portada de la primera edición, 1878

De este manual de Joaquín Romero y Morera, sólo se conoce un único ejemplar, que se conserva en la Biblioteca Pública de Cáceres “A. Rodríguez-Moñino / M. Brey”. Dicho ejemplar puede consultarse en línea, haciendo clic en el enlace, en la plataforma RODA, Repositorio de Objetos Digitales y Aprendizaje de la Junta de Extremadura.

También puede bajarse el libro digital, obtenido de dicho repositorio, en el siguiente enlace:

Bájate el libro digital obtenido del repositorio digital de la Junta de Extremadura

Joaquín Romero Morera nació en Villanueva del Fresno en 1835 y estudió en el Seminario de Badajoz. Ejerció como maestro, fue regente de la Escuela de Practicas de Badajoz, director de la Escuela Normal de Maestros de Pontevedra, miembro de la Academia de Sevilla de las Buenas Artes, etc. Ejemplo de la intelectualidad badajocense, fue un hombre muy católico al tiempo que republicano. Escribió numerosos artículos pedagógicos en revistas y periódicos.

Como muestra de su trabajo, hemos recogido un fragmento perteneciente a los hechos acontecidos en Badajoz en 1811 durante la toma de la ciudad por las fuerzas francesas:

«El 26 de febrero fueron batidos con gran furia los baluartes de San Juan y Santiago, prendiéndose fuego a un repuesto detrás de uno de ellos, pero la presencia del valeroso y activo Menacho impidió el desorden y evitó las desgracias. Este digno jefe, dispuesto a defenderse hasta dentro de la ciudad, hizo parapetos en sus calles, atroneró casas y tomó vigorosas y previsoras medidas.

El 4 de marzo observaba una salida desde cerca del baluarte de San Juan, cuando una bala de cañón le dejó sin vida. (1) Sus esfuerzos fueron sustituidos por la debilidad del mariscal de campo Don José de Imaz que correspondió muy mal a la confianza en él depositada. No abierta aún la frecha en la cortina frente al paseo de San Francisco, capituló el día 10, cuando el telégrafo de Yelves le avisaba que Badajoz iba a ser socorrido. Más de siete mil hombres rindieron las armas en el Campo de San Roque, cayendo también en poder del enemigo mil y cien enfermos, artillería, y municiones de boca y guerra.

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(1) Se enterró en el panteón de los señores Obispos en la Catedral, después de unas magníficas honras. Su sepulcro carece todavía de lápida. En la muralla se erigió una columna en conmemoración de su lealtad.»

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            Portada de la edición facsímil, 2015

La obra ha sido reeditada, en edición facsímil, por la Asociación Amigos de Badajoz con motivo de la celebración de los 20 años de existencia. Este facsímil de Breves definiciones de historia general y de España y exposición de los más principales sucesos de la particular de Badajoz viene acompañado de un interesante y completo estudio de Julián García Blanco acerca de Joaquín Romero y de su obra.

FUENTES

  • Breves definiciones de la historia general y de España y exposición de los más principales sucesos de la particular de Badajoz
  • Asociación Amigos de Badajoz

“El guitarrista”, de Luis Landero

«Nómadas siempre, hasta la muerte.»

La novela El guitarrista, del escritor extremeño Luis Landero, apareció en el año 2002, tras la publicación de sus tres primeras novelas: Juegos de la edad tardía, Caballeros de fortuna y El mágico aprendiz; y de su extraordinario libro, mitad ensayo y mitad autobiografía: Entre líneas, el cuento o la vida.

En El guitarrista, Landero nos cuenta la historia de Emilio, un joven que trabaja por las mañanas como aprendiz en un taller mecánico y que estudia por las tardes en una academia. Emilio considera que su vida es «un mal negocio» y se siente atrapado en una existencia rutinaria y gris, «extraviado en un tiempo que era un amontonadero de días grises e iguales». Hasta que, un día, aparece su primo Raimundo, un guitarrista de flamenco, que le contagia su optimismo y su amor por el arte.

   «–¡Qué dices, primo! –dijo Raimundo escandalizado–. La vida es lo más grande que existe. Te levantas por la mañana y parece que el día no va a acabar nunca. La vida es muy bonita y tiene muchas cosas. No se apura con un trago ni dos. Nos moriremos, y estaremos todavía comenzando a vivir. Tú lo que tienes que hacer es encontrar tu identidad.
   –¿Y qué puedo hacer yo para eso?
   –Ser guitarrista. ¿No te gustaría ser guitarrista?
   –¿Yo? Pero eso es muy difícil.
   –Eso depende del maestro. Yo sé el secreto de atajar camino y de llegar a ser figura en poco tiempo. Y tú vales para artista.»

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El guitarrista supuso un importante cambio, en la trayectoria literaria de su autor, respecto a sus obras anteriores. No sólo porque está narrada en primera persona, sino porque además Landero se apoya en muchos datos reales de su propia vida para desarrollar su novela. Cuestiones que se ponen de manifiesto desde el mismo arranque del libro:

   «Hace mucho tiempo (cuando yo ni siquiera sospechaba que algún día llegaría a ser escritor) fui guitarrista, y aún antes trabajé de aprendiz en un taller mecánico: al taller se bajaba por una rampa en espiral, y ya la primera vez que entré allí tuve la sensación de haber caído en la trampa de la hormiga león, esas larvas que parecen garrapatas o arañas y que viven en el suelo, junto a los caminos, donde excavan unos conos de arena muy bien cernida y granulada por cuya pendiente resbalan sin remedio las víctimas, y cuanto más intentan escapar más resbalan, y cuanto más resbalan tanto más se afanan en huir.»

Luis Landero nació en el seno de una familia campesina extremeña, que emigró al madrileño barrio de la Prosperidad a finales de la década de los cincuenta. De joven, al mismo tiempo que asistía a una academia nocturna, trabajaba como mecánico en un taller de coches y de chico para todo en una tienda de ultramarinos. También aprendió a tocar la guitarra y llegó a participar en alguna gira como guitarrista de flamenco. Por ejemplo, la gira que cuenta en la novela la hizo cuando tenía 18 años. Como el propio Landero ha afirmado sobre su novela en una entrevista: «Los mimbres son reales, aunque el cesto no lo sea. No me identifico con Emilio, el protagonista, pero hay cosas en él que viví o vi vivir. Trabajé en un taller, la guitarra fue una salida al sórdido mundo laboral…»

Además, estamos ante su novela más ligera y sencilla hasta ese momento. Una novela que también está muy bien escrita, fácil de leer, y que te atrapa desde la primera página. Muy recomendable.

SINOPSIS

Una extraordinaria novela de formación con tintes autobiográficos.

Con El guitarrista los lectores percibirán una inflexión, tal vez un nuevo registro, no sólo por la narración en primera persona, sino por el componente autobiográficos que se adivina en el arranque de esa extraordinaria novela de formación.

Entre los oficios más variopintos en los que trabajó de joven, Landero aprendió a tocar la guitarra y participó en alguna gira internacional como guitarrista de flamenco. De hecho, era profesional a los dieciséis años, pero, como el mismo ha contado, la literatura se cruzó en su camino y dejó la guitarra a los diecinueve para estudiar en la universidad.

Emilio, un adolescente obligado a trabajar por las mañanas como aprendiz de mecánico en un lóbrego taller y a estudiar por las tardes en una academia, vive esos años decisivos como «un laberinto de instantes, de promesas» en sus encuentros con los tipos a los que su madre alquila una habitación. Pero, un día, aparece su primo Raimundo, que vuelve de París y le cuenta sus éxitos como guitarrista de flamenco. Emilio se deja arrastrar por el señuelo de la vida bohemia que éste le promete y aprende a tocar la guitarra con la esperanza, que no la convicción, de escapar del taller y las clases. Lo que no puede imaginar es que su recién adquirida pericia con las cuerdas le pondrá en contacto con la mujer de su patrón, Adriana, una joven despampanante y extrañamente fatal, a quien se ve obligado a dar clases de guitarra. Emilio intuye que su vida puede caer en una trampa aún más traicionera que la del propio taller, pero gustoso acepta por una vez el reto que se le presenta.

LUIS LANDERO

Landero_bigLuis Landero nació en Alburquerque, Badajoz, un veinticinco de marzo de 1948, en el seno de una familia campesina extremeña, que emigró a Madrid a finales de la década de los cincuenta. A los quince años escribía poemas, al mismo tiempo que trabajaba como mecánico en un taller de coches y chico de recados en una tienda de ultramarinos. Inició y terminó sus estudios en Filología hispánica en la Universidad Complutense, ha enseñado literatura en la Escuela de Arte Dramático de Madrid y fue profesor invitado en la Universidad de Yale (Estados Unidos). Se dio a conocer con Juegos de la edad tardía en 1989 (Premio de la Crítica y Premio Nacional de Narrativa 1990), novela a la que siguieron Caballeros de fortuna (1994), El mágico aprendiz (1998), El guitarrista (2002), Hoy, Júpiter (2007, XV Premio Arzobispo Juan de San Clemente) y Retrato de un hombre inmaduro (2010), todas ellas publicadas por Tusquets Editores. Traducido a varias lenguas, Landero es ya uno los nombres esenciales de la narrativa española. Ha escrito además el emotivo ensayo literario Entre líneas: el cuento o la vida (2000), y ha agrupado sus piezas cortas en ¿Cómo le corto el pelo, caballero? (2004). Absolución, su novela más trepidante, es una delicada historia de amor, una cuenta atrás que no da tregua, y un inspirado relato de aprendizaje y sabiduría a través de un elenco de personajes inolvidables. El balcón en invierno (2014) está basada en hechos y vivencias reales, en la que su autor ha decidido revelarnos la verdadera historia de una parte muy importante de su vida: la de su infancia en una familia de labradores en su Alburquerque natal y la de su adolescencia en un barrio de Madrid. La vida negociable es su última novela.

Su obra sigue entusiasmando a miles de lectores tanto en España como en el extranjero, donde ha sido traducido a numerosas lenguas. Extremadura reconoció su labor con el Premio a la Creación en el apartado de Literatura en el año 2000 y en 2005 se le concedió la medalla de Extremadura.

FRAGMENTO DE LA NOVELA 

    «Sí, la vida era un mal negocio, para el topo y también para el hombre. Aquella conjetura se me imponía como una evidencia deslumbrante y, en cierto modo, hasta prometedora. Quizá es que yo necesitaba una certeza así para entregar mi fe y mi pasión de adolescente al noble empeño de la fatalidad. Nacer, crecer, atarearse, soñar, morir, ser olvidado. Ése era, pues, el argumento de la vida. Me olía las manos, y allí, en aquel olor donde la carne se hacía tiempo y acontecer, estaba en esbozo la historia de mis trabajos y mis días, tal como en las enciclopedias venía contada en unas líneas la vida entera de los héroes. Con este olor yo deambulaba por Madrid, extraviado en un tiempo que era un amontonadero de días grises e iguales, y de modo que aquello era como bañarse no ya dos veces en el mismo río, sino mil y mil veces en las mismas aguas infectas del mañana, del hoy y del ayer.
    Sí, aquélla fue mi primera crisis de conciencia. No ya el taller mecánico, la vida misma era caer sin remedio en la trampa de la hormiga león, y nuestra recompensa no era mayor que la del topo en su afanoso laberinto de sombras.»

“La librería encantada”, de Christopher Morley. La continuación de “La librería ambulante·

«No hay nadie más agradecido que un hombre a quien le has recomendado el libro que su alma necesitaba sin saberlo.»

La librería encantada, del escritor norteamericano Christopher Morley, se publicó en 1919. Es la continuación de su magnífica novela La librería ambulante, publicada en 1917. Ambas obras han sido reeditadas por la editorial Periférica.

En La librería ambulante, Morley nos trasladaba a los Estados Unidos de la segunda mitad del pasado siglo XX. Allí, en los idílicos paisajes rurales de Nueva Inglaterra, se desarrollaba la hermosa historia que narraba las peripecias de Helen McGill y Roger Mifflin, dos curiosos personajes a los que les une un profundo amor por los libros. La novela se iniciaba cuando Roger, un hombrecillo de aspecto singular, se presentaba en la puerta de la casa de Helen con el Parnaso, su librería ambulante.

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En La librería encantada, Roger y Helen McGill han dejado de aventurarse en los campos y en las montañas con el Parnaso para llevar la buena literatura a las zonas rurales. Ahora son los propietarios de una formidable librería de segunda mano en pleno barrio de Brooklyn: La librería encantada; un «asilo libresco atendido por un chiflado y una lunática». A esta agradable librería, «encantada por los espectros de tanta gran literatura como hay en cada metro de estantería», acuden todo tipo de personajes, no solo amantes de los libros en busca de alguna buena lectura. 

La librería encantada es una novela sencilla, entretenida y fácil de leer. Una novela plagada de ingeniosas reflexiones en torno al mundo de los libros, de la literatura y de la lectura. Absolutamente recomendable.

«¿Alguna vez has pensado en cómo los libros nos acechan hasta capturarnos? Los libros nos siguen como el sabueso del poema de Francis Thompson. Ser testigo de la carrera de un libro auténtico es una de las cosas más impredecibles y extrañas. Un libro te sigue y te sigue y te sigue hasta que te arrincona y te obliga a leerlo. Las palabras no bastan para describir la astucia de algunos libros. Justo cuando uno cree haberse librado, aparece, cualquier día, un cliente que empieza a hablar ingenuamente del libro y entonces uno sabe que se trata de un agente involuntario del destino. Por eso el negocio se llama la Librería Encantada. Encantada por los fantasmas de los libros que no he leído. Pobres espíritus inquietos, caminan y caminan a mi alrededor. Y sólo existe una forma de poner a descansar el fantasma de un libro: leyéndolo».

Leer el primer capítulo de la novela

SINOPSIS

Los entrañables Roger y Helen Mifflin han dejado de recorrer los campos y pueblos con su librería ambulante y se han instalado en pleno Brooklyn, como siempre soñara Roger. Ambos regentan La Librería Encantada, un «parnaso en casa» al que acuden, de un lado u otro de Nueva York, todo tipo de personajes singulares, incluidos jóvenes publicistas, farmacéuticos alemanes y guapísimas herederas; por no hablar de sus amigos libreros, que se reúnen allí cada poco para disfrutar la tarta de chocolate de Helen y los discursos incendiarios, y a la vez llenos de sensatez, del pequeño gran Roger.

Parece que todo está en calma en esa librería encantadora (nunca mejor dicho) y en la placentera vida de estos personajes insólitos… pero no es así: nos encontramos justo al final de la Primera Guerra Mundial, en medio de una época convulsa, llena de avances técnicos, emociones contradictorias y mucho suspense. Porque, aunque hace tiempo que acabaron sus aventuras rurales, nuestros personajes seguirán protagonizando situaciones tan divertidas como rocambolescas en la gran ciudad, una ciudad magistralmente dibujada, con ese toque de humor refinado que ya cautivó a los lectores de La librería ambulante.

CHRISTOPHER MORLEY

70050020120223090054foto CHRISTOPHER MORLEYChristopher Morley (1890-1957) nació en Haverford, Pensilvania y estudió en Harverford College, donde su padre trabajaba como profesor de matemáticas. Posteriormente, se matricularía en la universidad inglesa de Oxford para estudiar historia moderna durante tres años (época que contaría en su novela autobiográfica de 1931 John Mistletoe). En 1913, de vuelta en Estados Unidos, se instaló en Nueva York y comenzó a trabajar en la editorial Doubleday. Pocos años después se convertiría, recorriendo Estados Unidos como columnista y reportero, en uno de los periodistas más prestigiosos de su época.

Su primera novela, La librería ambulante, fue publicada en 1917; en 1919 apareció su continuación, La librería encantada. Su novela Kitty Foyle, publicada en 1939 y trasladada al cine con el mismo título (en España como Espejismo de amor), fue uno de los grandes éxitos de crítica y público del momento.

Inteligente, lúcido y sofisticado, fue un escritor de éxito y al mismo tiempo un escritor de culto. Se ha dicho de él, comparándolo con Noel Coward, que su refinamiento era indudablemente británico. Sutil humorista, dijo de sí mismo que amaba tanto a Shakespeare como al Conan Doyle de las aventuras de Sherlock Holmes. Sin embargo, sus dos grandes maestros fueron compatriotas suyos: Walt Whitman y Mark Twain. El eco de su obra se encuentra en escritores de distintos países y generaciones: de Kingsley Amis a Tom Wolfe.

FRAGMENTOS DE LA NOVELA

    No soy un negociante de mercancías, sino un especialista en ajustar cada libro a una necesidad humana. Entre nosotros: no existe tal cosa como un ‘buen libro’, en un sentido abstracto. Un libro es ‘bueno’ sólo cuando encuentra un apetito humano o refuta un error. Un libro que para mí es bueno a usted podría parecerle una porquería. Mi gran placer es prescribir libros para todos los pacientes que vengan hasta aquí deseosos de contarme sus síntomas. Algunas personas han permitido que sus facultades lectoras hayan decaído tanto que lo único que puedo hacer es colgarles un letrero que diga Post Mortem. Aun así, muchos tienen todavía la posibilidad de recibir tratamiento. No hay nadie más agradecido que un hombre a quien le has recomendado el libro que su alma necesitaba sin saberlo.
[…]

 

  Agradezco humilde y sinceramente la devolución de este libro que, tras sobrevivir a los peligros de la biblioteca de mi amigo, regresa ahora a mí, sano y salvo, en condiciones razonablemente aceptables.
    Agradezco humilde y sinceramente que mi amigo no le diera este libro a su hijo como si fuera un juguete ni lo usara como cenicero para sus puros, ni para afilar los dientes de su mastín.
    Cuando presté este libro lo di por perdido: me resigné a la amargura de verlo partir para siempre; nunca pensé que volvería a ver sus páginas.
    ¡Pero ahora que mi libro me ha sido devuelto, me siento pletórico de regocijo y gratitud! Traedme aquí al gordo marroquinero para reencuadernar el volumen y ponerlo en su lugar de honor en mis estanterías: pues mi libro prestado me ha sido devuelto.
    Ahora, por lo tanto, tendré que devolver algunos de los libros que yo mismo he tomado prestados.
[…]

 

    Hace mucho tiempo descubrí que los libros son el único consuelo permanente. Los libros son el único logro imperecedero e irrefutable de la raza humana. Me entristece pensar que tendré que morir sin haber leído miles de libros que habrían podido proporcionarme una felicidad noble e inmaculada. Te contaré un secreto. Nunca he leído el Rey Lear, y me he abstenido de hacerlo a propósito. Si alguna vez llego a enfermar gravemente sólo tendré que decirme a mí mismo: «No puedes morirte todavía; aún no has leído el Rey Lear». Eso me haría sanar, sin duda alguna.