“Los últimos días de Adelaida García Morales”, de Elvira Navarro

En Los últimos días de Adelaida García Morales, Elvira Navarro reconstruye, valiéndose de la ficción, la última etapa de la vida de la escritora pacense Adelaida García Morales, fallecida en septiembre de 2014.

Adelaida García Morales nació en Badajoz en 1945. Escribió algo más de una docena de libros, pero es conocida sobre todo por ser la autora de El sur, la novela que inspiró la conocida película del mismo nombre de Víctor Erice, entonces marido de Adelaida. Erice, quien, por cierto, escribió, a raíz de la publicación de este libro, un artículo en el diario El País en el que criticaba la novela de Elvira Navarro, entre otros motivos, «por entrañar una falsa reivindicación de Adelaida y banalizar su memoria como escritora y su identidad como ser humano.»

Como afirma su propia autora, este libro es una obra de ficción y, por lo tanto, no debe ser entendido como la crónica de los últimos días de la vida de García Morales. La idea del libro le surgió a Elvira Navarro después de recibir un par de e-mails de una amiga en los que le informaba de la siguiente anécdota, protagonizada por Adelaida García Morales: pocos días antes de su fallecimiento, la escritora extremeña se presentó en la delegación de Igualdad de la localidad sevillana de Dos Hermanas diciendo que era escritora y que necesitaba cincuenta euros para poder viajar a Madrid a ver a su hijo. En aquellos momentos, parece ser que García Morales estaba atravesando una depresión grave, que vivía, junto con uno de sus hijos, de una pequeña pensión, y que no quería pedir más ayuda. Finalmente, la autora acabó muriendo por una insuficiencia cardíaca.

     «Una mujer se presenta en el despacho de la concejala. Es un cuarto desabrido, con tres ceniceros sobre una repisa de obra y varias estanterías atiborradas de cartapacios y libros cuyo tema es el propio municipio, hoy convertido en una ciudad dormitorio. Hay desde publicaciones del cronista local hasta un volumen de leyendas comarcales, pasando por un poemario infantil de una maestra jubilada que cuenta cómo los Reyes Magos llegan al pueblo para alegrar el árbol de Navidad de los hogares humildes.
    La mujer que tiene ahora delante parece una pobre. No va sucia, pero algo en ella luce largamente descuidado, como la fachada de un edificio cuya pintura se deja caer. Se adivina que los moradores de esa finca aún tratan de convertir su interior en un hogar, aunque también puede colegirse, por el temblor de las luces que vierten las ventanas, que alguno se mete en la cama sin calefacción y sin cena […]
    —¿Qué desea?
    —Soy Adelaida García Morales […]
    —¿Qué desea? –-repite la concejala.
    —Sólo pido cincuenta euros para poder visitar a mi hijo en Madrid.
    Le molesta la actitud defensiva de la escritora. Tiene que hacer un esfuerzo por mantenerle la mirada; la tal Adelaida despide una mezcla de furia y de miedo, como si dudase entre echar a correr o dar patadas a los muebles.»

Los últimos días de Adelaida García Morales es un libro muy interesante, bien escrito y fácil de leer. En estos momentos, el mejor homenaje que podemos hacer a la escritora nacida en Badajoz es acercarnos a la lectura de sus propios libros. Muchos de ellos, difíciles de encontrar en las librerías, pero disponibles en alguna de nuestras bibliotecas públicas.

«La lengua literaria que emplea Navarro, austera y afilada, es la única posible para que lo que leemos tenga credibilidad narrativa. Ya que la credibilidad institucional, y parece que también la individual, no está en sus mejores momentos, nos queda la de las palabras exactas. Si no pones luz sobre algunos hechos oscuros, para qué escribir.» J. Ernesto Ayala-Dip. El País

«Adelaida García Morales conoció la fama pero murió sola y olvidada, y hoy es una sombra. Un enigma en el que se adentra Elvira Navarro en un libro escrito contra el silencio.» Laura Ferrero. Cultura ABC Cultural

Empezar a leer la novela

SINOPSIS

Una novela que reproduce los últimos días de la enigmática escritora española Adelaida García Morales, y que reafirma a Elvira Navarro como una de las voces más singulares de su generación, revitalizadora de una literatura comprometida y maestra en el terreno del retrato psicológico individual y el retrato social.

Adelaida García Morales es una de las figuras más misteriosas que ha dado la cultura en las últimas décadas. La celebridad adquirida por sus libros El Sur (adaptado por Víctor Erice en la famosa película homónima) y El silencio de las sirenas hizo que el mutismo en el que la autora fue sumiéndose se tornara especialmente inquietante. En 2014 falleció sin apenas reconocimiento.

Los últimos días de Adelaida García Morales es el relato, en clave de ficción, de las jornadas que precedieron a la muerte de la escritora. Poco antes de su deceso, García Morales acudió a una delegación de Igualdad pidiendo cincuenta euros para poder visitar a su hijo en Madrid. Inspirándose en esta anécdota real, la presente novela de Elvira Navarro entrelaza dos historias, dando lugar a una intensa y singularísima narración cercana al falso documental que abarca temas como las relaciones paternofiliales, la naturaleza de la creación, el tratamiento que reciben las mujeres artistas, la ignorancia de las instituciones, la autodestrucción y la locura.

ELVIRA NAVARRO

Elvira Navarro (Huelva, 1978) estudió Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado dos libros complementarios, La ciudad en invierno (Caballo de Troya, 2007) y La ciudad feliz (Literatura Random House, 2009), así como la novela La trabajadora (Literatura Random House, 2014). Es también autora del blog Periferia (www.madridesperiferia.blogspot.com), un work in progress sobre los barrios de Madrid. Su obra ha sido galardonada con el Premio Jaén de Novela y el Premio Tormenta al mejor nuevo autor, y quedó finalista del Premio Dulce Chacón de Narrativa Española. En 2010 fue incluida en la lista de los 22 mejores narradores en lengua española menores de treinta y cinco años de la prestigiosa revista Granta. En 2013 fue elegida una de las voces españolas con mayor futuro por la revista El Cultural, y en 2014 la misma revista seleccionó su obra La trabajadora entre las diez mejores novelas en español del año. Durante 2015 ejerció de editora del sello Caballo de Troya.

OTRO FRAGMENTO DE LA NOVELA

    «Planeará hablar de la escritora bellísima, arcana por su silencio y su soledad, que también fue modelo, inspiradora de una película célebre, amiga de Agustín García Calvo, esposa de uno de los mejores cineastas vivos, miembro de un grupo de teatro que al correr de los años se volvió legendario por la popularidad que adquirieron algunos de sus integrantes. Se propondrá asimismo hablar del esplendor deshecho de Adelaida y de su existencia adquiriendo un color gris. De sus libros cada vez menos relevantes, de su estilo que se torna acartonado, que a veces se descuida hasta dar la impresión de que a la autora se le ha olvidado lo que significa escribir. De su ruptura con Erice y de la soledad.»

 

 

“Las uvas de la ira”, de John Steinbeck

«Gente huyendo del terror que queda atrás... le suceden cosas extrañas, algunas amargamente crueles
 y otras tan hermosas que la fe se vuelve a encender, y para siempre.» 

Las uvas de la ira es una de las novelas más conocidas del escritor estadounidense John Steinbeck, ganador del premio Nobel de literatura en 1962, y por la que recibió el premio Pulitzer en 1940. Narra el drama de la emigración de una familia de granjeros de la desértica Oklahoma de los años 30, los Joad, que son expulsados de sus tierras y de sus casas por las malas cosechas y la avaricia de los bancos. Junto con otros miles de personas, procedentes de Oklahoma, Kansas y Texas, emprenden un éxodo a través de la mítica carretera 66 que les llevará hacia la tierra prometida de California, buscando trabajo y una vida mejor.

    «La 66 es la ruta de la gente en fuga, refugiados del polvo y de la tierra que merma, del rugir de los tractores y la disminución de sus propiedades, de la lenta invasión del desierto hacia el norte, de las espirales de viento que aúllan avanzando desde Texas, de las inundaciones que no traen riqueza a la tierra y le roban la poca que puede tener. De todo esto huye la gente y van llegando a la 66 por carreteras secundarias, por caminos de carros y por senderos rurales trillados. La 66 es la carretera madre, la ruta de la huida.»

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Pero, al llegar a California, se encuentran con una enorme cantidad de familias que han emigrado también buscando lo mismo que ellos, por lo que el trabajo es escaso y mal remunerado y, además, tendrán que enfrentarse al recelo y a la hostilidad de los nativos.

    «–Mire –dijo–, esto no es la tierra de leche y miel, como dicen los predicadores. Aquí hay algo maligno. La gente de aquí nos tiene miedo de los que venimos de fuera; así que sueltan policías para que nos amedrenten y nos demos la vuelta.»

Las uvas de la ira es considerada por muchos la mejor novela de John Steinbeck y también una de las mejores novelas políticas de la literatura universal. Su autor tomó partido por los jornaleros emigrantes, por lo que resultó una obra muy polémica desde el momento de su publicación.

Estamos ante una novela magnífica, absolutamente recomendable.

«Las uvas de la ira es una novela convencional, técnicamente hablando, pero de un profundo interés aún hoy día. No es el Ulises, ni la trilogía U.S.A. ni es la postmodernidad, pero en cualquier caso, lo conmovedor de muchas de sus páginas, la solidaridad con un puñado de malditos de la sociedad, la capacidad de adoptar puntos de vista nada fáciles en su época, la lucha contra corriente con muchos conceptos al uso en los Estados Unidos de los últimos años 30, el coraje en la denuncia, la actitud profundamente positiva que significa la constatación de que los viejos ideales americanos en favor de un cambio revolucionario han sido traicionados por culpa de un sistema económico inmisericorde, cruel y explotador, relatar todo ello con un nivel muy aceptable de dignidad y de calidad literaria, como consigue John Steimbek en esta novela, no es poco. Aun actualmente, no es poco.»  Juan José Coy

En el año 1940, la novela fue llevada la cine con el mismo título por John Ford, con Henry Fonda y Jane Darwell como protagonistas.

Escena de la película

Tom Joad (Henry Fonda) regresa a su hogar tras cumplir condena en prisión, pero la ilusión de volver a ver a los suyos se transforma en frustración al ver cómo los expulsan de sus tierras. Para escapar al hambre y a la pobreza, la familia no tiene más remedio que emprender un larguísimo viaje lleno de penalidades con la esperanza de encontrar una oportunidad en California, la tierra prometida. (FilmAffinity)

SINOPSIS

Las uvas de la ira es la crónica de una familia depauperada en su viaje hacia una tierra de promisión, buscando trabajo y mejores condiciones de vida. Steinbeck sabe trascender lo puramente propagandístico o moralizante creando unos personajes de ficción llenos de profundidad y humanidad, auténticos luchadores que no dudan en denunciar los abusos del poder y la despiadada crueldad y desamparo que sufren los mas débiles.

John Steinbeck tenía veintisiete años cuando se produjo el derrumbamiento de la Bolsa de Wall Street. Sensible a los problemas sociales que acuciaban a los Estados Unidos en su época, sufrió él mismo los efectos de la Depresión, fue testigo del éxodo rural masivo que emigra del norte hacia el sur y tomó en los años 30 partido por los explotados: los jornaleros emigrantes.

JOHN STEINBECK

   images.1California, (1902-1968). John Steinbeck mostró desde joven una rebeldía y una oposición al modo de vida tradicional. Para complacer a sus padres, aceptó entrar en la Universidad de Stanford. Sin embargo, pasado un tiempo, prefirió recolectar fruta, trabajar en las plantaciones de azúcar o simplemente vagabundear por el país. En 1925 abandonó la universidad sin haber conseguido ningún diploma. Marchó a Nueva York, donde trabajó como obrero de la construcción a la vez que escribía pequeños artículos en periódicos. En 1935 publicó su primera novela de gran éxito: Tortilla Flat. Tras ésta vinieron En dudoso combate (1936), De ratones y hombres (1937), El pony rojo (1937), Las uvas de la ira (1939), considerada su mejor novela, y La perla (1947). En 1952 publicó el que sería su segundo gran éxito, Al Este del Edén.

  John Steinbeck fue Premio Pulitzer en 1940 y Premio Nóbel en 1962. Es considerado uno de los grandes narradores del siglo XX. 

OTROS FRAGMENTOS DE LA NOVELA   

     «—En nuestro pueblo distribuyeron unos papeles… de color naranja, que decían que hacía falta mucha gente para trabajar en la cosecha.
     El joven se echó a reír.
    —Dicen que estamos aquí unos trescientos mil y apuesto a que todas las familias han visto esos papeles.
    —Sí, pero si no necesitaran gente, ¿para qué se iban a molestar en distribuirlos?
    —¿Por qué no usas la cabeza?
    —Sí, pero quiero saberlo.
   —Mira —dijo el joven—. Suponte que tú ofreces un empleo y sólo hay un tío que quiera trabajar. Tienes que pagarle lo que pida. Pero pon que haya cien hombres —dejó descansar la herramienta. Sus ojos se endurecieron y su voz se volvió más penetrante—. Supón que haya cien hombres interesados en el empleo; que tengan hijos y estén hambrientos. Que por diez miserables centavos se pueda comprar una caja de gachas para los niños. Imagínate que con cinco centavos, al menos, se pueda comprar algo para los críos. Y tienes cien hombres. Ofréceles cinco centavos y se matarán unos a otros por el trabajo. ¿Sabes lo que pagaban en el último empleo que tuve? Quince centavos la hora. Diez horas por un dólar y medio y no puedes quedarte allí. Tienes que quemar gasolina para llegar —jadeaba de furia y sus ojos llameaban llenos de odio—. Por eso repartieron los papeles. Se pueden imprimir una burrada de papeles con lo se ahorra pagando quince centavos a la hora por trabajo en el campo.
    —Es asqueroso, apesta —dijo Tom.
   —Quédate un tiempo y si hueles alguna vez rosas, avísame para que pueda olerlas yo también —el hombre se rió ásperamente.»

[…]

      «Los frutos de las raíces de las vides, de los árboles, deben destruirse para mantener los precios y esto es lo más triste y lo más amargo de todo. Cargamentos de naranjas arrojados en el suelo. La gente vino de muy lejos para coger la fruta, pero no podía ser […] La gente viene con redes para pescar en el río y los vigilantes se lo impiden; vienen en coches destartalados para coger las naranjas arrojadas, pero han sido rociadas con queroseno. Y se quedan inmóviles y ven las patatas pasar flotando, escuchan chillar a los cerdos cuando los meten en una zanja y los cubren con cal viva, miran las montañas de naranjas escurrirse hasta rezumar podredumbre; y en los ojos de la gente se refleja el fracaso; y en los ojos de los hambrientos hay una ira creciente. En las almas de las personas las uvas de la ira se están llenando y se vuelven pesadas, cogiendo peso, listos para la vendimia.»

“Patria” de Fernando Aramburu

«Pedir perdón exige más valentía que disparar un arma, que accionar
 una bomba.»

Patria es la última novela del escritor vasco Fernando Aramburu, editada en 2016. Rápidamente se convirtió en un auténtico fenómeno editorial y social, consiguiendo un gran reconocimiento por parte de los lectores y de la crítica. Recientemente, ha sido galardonada con el Francisco Umbral al mejor libro del año 2016.

En Patria se nos narra la historia de dos familias que viven en un pueblo próximo a San Sebastián, familias en un principio unidas por una estrecha amistad, pero pronto enemistadas por razones políticas, y víctimas de una mutua y creciente animadversión alimentada por las madres, ejes centrales de la narración. La acción abarca cerca de tres décadas, desde mediados de los años ochenta hasta varios meses después de la declaración del cese definitivo de la violencia por parte de ETA en octubre de 2011.

               «Ya sabes, ¿no?

    –Primero lo de Joxe Mari y ahora, esto.

    –No es lo mismo.

    –Desgracia sobre desgracia.

    –Ella ha llamado. Casi las diez serían. Le he colgado.

    –Pues ayer estuvisteis en la cafetería.

    –Ayer fue ayer, hoy es otro día. Ya no hay amistad. Ve haciéndote a la idea.

    –Tantos años. ¿No te da pena?

    –A mí me da pena Euskal Herria, que no la dejan ser libre.

    –No me voy a acostumbrar. El Txato es mi amigo.

   –Era. Y mucho cuidadito con juntarte con él. Lo mejor es que se marchen. Con todo del dinero que tienen, ¿qué les cuesta comprarse una casa por ahí abajo? Son ganas de provocar.

   –No se irán. El Txato es tozudo.

   –La lucha no perdona. Se irán o los echarán. Que elijan».

 

Patria es una novela que te atrapa desde la primera página. Que está muy bien escrita y resulta fácil de leer. Y que nos ofrece una historia valiente y muy emotiva. Muy recomendable.

«Un verdadero acontecimiento… una de las grandes novelas de la literatura española contemporánea.»  Rafael Narbona, Revista de Libros

«Cuando acabas de leerla, sabes que has leído un clásico.»  Ignacio Martínez de Pisón

Leer el primer capítulo de la novela

SINOPSIS

El día en que ETA anuncia el abandono de las armas, Bittori se dirige al cementerio para contarle a la tumba de su marido el Txato, asesinado por los terroristas, que ha decidido volver a la casa donde vivieron. ¿Podrá convivir con quienes la acosaron antes y después del atentado que trastocó su vida y la de su familia? ¿Podrá saber quién fue el encapuchado que un día lluvioso mató a su marido, cuando volvía de su empresa de transportes? Por más que llegue a escondidas, la presencia de Bittori alterará la falsa tranquilidad del pueblo, sobre todo de su vecina Miren, amiga íntima en otro tiempo, y madre de Joxe Mari, un terrorista encarcelado y sospechoso de los peores temores de Bittori. ¿Qué pasó entre esas dos mujeres? ¿Qué ha envenenado la vida de sus hijos y sus maridos tan unidos en el pasado? Con sus desgarros disimulados y sus convicciones inquebrantables, con sus heridas y sus valentías, la historia incandescente de sus vidas antes y después del cráter que fue la muerte del Txato, nos habla de la imposibilidad de olvidar y de la necesidad de perdón en una comunidad rota por el fanatismo político.

FERNANDO ARAMBURU

Fernando Aramburu (San Sebastián, 1959) es licenciado en filología hispánica por la Universidad de Zaragoza y desde 1985 reside en Alemania. Fue miembro del Grupo CLOC de Arte y Desarte. Considerado ya como uno de los narradores más destacados en lengua española, es autor de las novelas Fuegos con limón (1996); Los ojos vacíos (2000), que junto con Bami sin sombra (2005) y La gran Marivián (2013) conforman la «Trilogía de Antíbula»; El trompetista del Utopía (2003); Viaje con Clara por Alemania (2010); Años lentos (2012, VII Premio Tusquets Editores de Novela y Premio de los Libreros de Madrid) y Ávidas pretensiones (Premio Biblioteca Breve 2014). Como cuentista ha publicado asimismo los volúmenes Los peces de la amargura (2006, XI Premio Mario Vargas Llosa NH, IV Premio Dulce Chacón y Premio Real Academia Española 2008) y El vigilante del fiordo (2011). Diez años después de Los peces de la amargura, con su última novela, Patria, Fernando Aramburu nos entrega su novela definitiva. Una historia imprescindible, extremadamente valiente y conmovedora, que reclama ser leída por todos. Tal vez el libro más impactante de la literatura española reciente.

OTRO FRAGMENTO DE LA NOVELA

       «La lluvia caía sobre las tumbas y el camino asfaltado y los árboles oscuros que flanquean el camino. Piedras fúnebres, mojadas y un fresco olor a silencio. Flotaban sobre la ciudad y más allá, sobre los montes y el mar lejano, las nubes densas. Y no se veía una silueta humana en todo el cementerio.
     –Bien, ¿no? Yo tenía mucha necesidad de estas palabras. Cosas mías, Txato. Pronto me reuniré contigo. Ahora sé que voy a venir en paz. Mientras tanto, caliéntame la tumba como me calentabas en otros tiempos la cama. Te dejo, que me está esperando Xavier. Los hijos ya saben que, en cuanto se pueda, nos tienen que llevar al pueblo. Así que, por ese lado, puedes estar tranquilo. Esperemos que no llueva como hoy el día de mi entierro. Pobres asistentes. Se van a calar. Y las flores, lo mismo.
      Xavier se apeó del coche para indicarle a su madre, agitando la mano, dónde estaba, como a treinta metros calle abajo. Seguía lloviendo. Que si quería ira a algún sitio. No, a casa.
     –Saludos del aita.
     –Te lo pasas bien hablando sola, ¿verdad?
    –Me da consuelo. Y, total, no hay a mi lado gente que me escuche. Ahora, si por casualidad piensas que estoy chalada , puede que te equivoques.
     –Yo no he dicho eso.
     –Antes que se me olvide, el Txato pregunta cuándo te vas a casar. Dice que ya va siendo hora.
      Se hizo el silencio dentro del coche. Parados ante un semáforo en rojo, la calle gris-neblinosa, Xavier se volvió a mirar a su madre.
     –Pues sí, definitivamente creo que estás chalada.
      El semáforo se puso verde y a Bittori le entró la risa.»

 

FUENTES

  • Lecturalia
  • Patria

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