“El asesinato de Sócrates”, de Marcos Chicot

«Qué terrible es la diferencia entre el gobierno de la justicia y la tiranía de los más convincentes.»

El asesinato de Sócrates es la última novela del escritor madrileño Marcos Chicot, con la que ha sido finalista del premio planeta 2016.

La narración se inicia en la Esparta del año 437 antes de Cristo. Tras el parto, una madre ve como su hijo le es arrancando literalmente de los brazos.  

      «El niño sacó una manita y la apoyó en la piel mojada de su madre. Su cabeza se movió hacia ambos lados como si olfateara con torpeza. Deyanira rozó con el dorso de un dedo su pequeña mandíbula y el recién nacido separó los párpados. Sus ojos eran grises como los de su madre, pero tan claros que parecían transparentes.

       Deyanira lo contempló extasiada.

    —Lo siento. —Los dedos de la partera envolvieron a su hijo y lo apartaron.

    —No. —Deyanira mantuvo las manos alrededor de él, pero tuvo miedo de hacerle daño y cedió—. ¡No! —La partera le dio la espalda y se alejó—. ¡Decidle que es su hijo!

     La mujer cruzó la puerta y desapareció de su vista.

   —¡Decidle que es su hijo!

    Intentó ponerse de pie y el mundo se convirtió en negrura. Notó que su cabeza golpeaba contra el suelo de tierra. Tomó aire y trató de gritar mientras se desvanecía.

   —¡Es tu hijo, Aristón!… Es tu hijo…»

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El gran protagonista de la novela es el filósofo griego Sócrates, un personaje que marcó una época y que ha sido considerado el padre de la filosofía occidental. La trama de la historia se desarrolla en el siglo más apasionante de la Grecia Clásica y en ella se mezclan personajes históricos con otros de ficción.

En más de una ocasión, el autor de El asesinato de Pitágoras ha destacado el paralelismo existente entre la decadencia de Grecia y el momento actual. En su pasada visita a la Feria del Libro de Badajoz, Chicot afirmó que muchas de las cosas que están ocurriendo en la actualidad ya sucedían en la Grecia de Sócrates.

Nos encontramos ante una novela histórica, bien escrita, amena y fácil de leer. La historia se apoya en un gran trabajo previo de documentación histórica, que trata de reflejar de un modo riguroso el momento histórico en el que transcurre la acción.

SINOPSIS

«El asesinato de Sócrates recrea magistralmente la época más extraordinaria de nuestra historia. Madres que luchan por sus hijos, amores imposibles y soldados tratando de sobrevivir se entrelazan de un modo fascinante con los gobernantes, artistas y pensadores que convirtieron Grecia en la cuna de nuestra civilización. A lo largo de las páginas de esta absorbente novela, brilla con luz propia la figura inigualable de Sócrates, el hombre cuya vida y muerte nos inspiran desde hace siglos, el filósofo que marca un antes y un después en la historia de la humanidad.»

Leer el primer capítulo de la novela

MARCOS CHICOT

000069372_1_Foto_autor_(c)_NINES_MINGUEZ_201610201739Marcos Chicot (Madrid, 1971). Es licenciado en Psicología Clínica, Psicología Laboral y Económicas. Está casado y tiene dos hijos: Lucía (2009) y Daniel (2012).

En lo literario, Chicot se dio a conocer en el año 1998 con la novela Diario de Gordon, obra que le valió el prestigioso Premio Francisco Umbral. Desde entonces ha seguido dentro de la novela y el relato, con incursiones en la literatura juvenil, aunque sin duda es conocido para el gran público gracias a su libro de 2013, El asesinato de Pitágoras, finalista del Planeta y que ha sido publicado en más de 20 países. En 2014 refrendó su éxito con la novela La Hermandad.

En 2016 logró el segundo puesto en el Premio Planeta gracias a su obra El asesinato de Sócrates.

Pertenece a la organización Mensa, y dona el 10% de lo que obtiene con sus novelas a organizaciones de ayuda a personas con discapacidad.

OTRO FRAGMENTO DE LA NOVELA

     «–Pero, Sócrates – intervino uno de los jóvenes que asistía por primera vez– , ¿qué puedes enseñarnos tú entonces, de qué sirve que nos hagas desconfiar de todo lo que sabemos?

    –Ay, querido amigo, yo sólo puedo enseñaros lo que sé. Mi pequeña sabiduría consiste en haber aprendido que los hombres creen saber sin que eso sea cierto. No obstante, quizá podríamos aprovecharnos también de cierta habilidad que creo tener para la enseñanza; y aún hay otra destreza que aprendí de mi madre, Fainarate, que era comadrona. Se trata de la mayéutica, el arte del alumbramiento. Mi madre ayudaba a las mujeres a dar a luz, y yo hago lo mismo con las almas de aquellos que aceptan que los interrogue. El primer conocimiento que hay que alumbrar, no obstante, es la conciencia de nuestro desconocimiento. Es como si quisiéramos pintar un cuadro en una tabla que unos niños hubieran llenado de garabatos. Lo mejor será limpiar primero la tabla, y sólo después empezar a pintar en ella.

     Otro de los jóvenes, sorprendido ante las palabras de Sócrates, se apresuró a replicar.

    –¿Qué conocimiento vamos a adquirir con tus enseñanzas, si manifiestas que no sabes nada?

     Sócrates le respondió con énfasis.

   –El verdadero conocimiento no se aprende, se llega a él mediante conclusiones propias, si bien un maestro puede guiarnos a través del proceso de razonamiento,. Saber que lo que creíamos que era cierto no lo es ya es estar por delante de quienes están llenos de verdades sólo aparente. Y no debes dudar de que indagar es avanzar en el conocimiento, aunque todavía no se haya alcanzado la meta.»