«¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?: Blade Runner”, de Philip K. Dick

«Al recordarlo, se preguntó si Mozart habría tenido la intuición de que el futuro no existía, de que ya
 había  utilizado todo su breve tiempo.»

¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (Androids Dream of Electric Sheep?) es una novela de ciencia ficción distópica publicada en 1968 por el escritor estadounidense Philip K. Dick.

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El concepto de distopía proviene de la cultura anglosajona. Se basa en el término utopía acuñada por Tomás Moro como ou-topía (“no-lugar”), es decir, “lugar que no existe”, normalmente descrito en términos de una sociedad perfecta o ideal. De ahí, entonces, se deriva distopía como una “utopía negativa”, donde la realidad transcurre en términos antitéticos a los de una sociedad ideal. Comúnmente, la diferencia entre utopía y distopía depende del punto de vista del autor de la obra o, en algunos casos, de la percepción del propio lector, que juzgue el contexto descrito como deseable o indeseable.

La novela, que fue adaptada libremente por Ridley Scott en su película Blade Runner de 1982, está considerada como una de las mejores novelas de Philip K. Dick y es la más leída de todas ellas. La novela nos introduce en una alucinante pesadilla tecnológica, cuyo tema principal es el impreciso límite entre lo natural y lo artificial. La Tierra está prácticamente desierta desde que los seres humanos han emigrado a la nueva colonia en Marte después de la Guerra Mundial Definitiva. La mayoría de los animales se han extinguido por efecto del polvo radiactivo. Los pocos humanos que aún quedan en nuestro planeta buscan poseer carísimos animales; a través de ellos sienten la empatía que los diferencia de los androides. Debido a la escasez de animales, éstos son enormemente caros y muy difíciles de adquirir, por lo que abundan las falsificaciones.

En este mundo devastado, lleno de restos tecnológicos y bloques de apartamento vacíos, Rick Deckard es un cazador mercenario cuya tarea consiste en retirar de la circulación a los androides rebeldes, profesión que es causa también de no pocos problemas con su esposa. Sin embargo, los nuevos Nexus-6 son androides con características especiales, casi humanos, lo que dificulta notablemente su labor y puede llevarle a enfrentarse a problemas que es incapaz de imaginar siquiera. Deckard sueña con poseer un animal, pero no puede permitírselo económicamente y finge cuidar de una oveja auténtica cuando en realidad es solo un ejemplar eléctrico.

Tráiler de la película dirigida por Ridley Scott

A principios del siglo XXI, la poderosa Tyrell Corporation creó, gracias a los avances de la ingeniería genética, un robot llamado Nexus 6, un ser virtualmente idéntico al hombre pero superior a él en fuerza y agilidad, al que se dio el nombre de Replicante. Estos robots trabajaban como esclavos en las colonias exteriores de la Tierra. Después de la sangrienta rebelión de un equipo de Nexus-6, los Replicantes fueron desterrados de la Tierra. Brigadas especiales de policía, los Blade Runners, tenían órdenes de matar a todos los que no hubieran acatado la condena. Pero a esto no se le llamaba ejecución, se le llamaba «retiro». Tras un grave incidente, el ex Blade Runner Rick Deckard es llamado de nuevo al servicio para encontrar y «retirar» a unos replicantes rebeldes. (FilmAffinity)

SINOPSIS

Tras la guerra nuclear que ha acabado con casi toda la vida animal del planeta, la Tierra ha quedado desolada y sometida bajo una gran nube de polvo radiactivo. La gente ha emigrado a otros planetas del sistema, especialmente a la colonia de Marte, y se ha llevado consigo a androides que los asisten. Algunos de éstos han escapado de la servidumbre y han vuelto ilegalmente a la Tierra. Y Rick Deckard, cazarrecompensas, es uno de los encargados de acabar con ellos.

Los androides Nexus-6, los más avanzados, son casi humanos. La única manera de detectar su identidad artificial es un test que pone al descubierto su carencia de empatía. Pero ¿es justo acabar con los humanoides sólo por el hecho de serlo? ¿Cuál es el límite entre la vida artificial y la natural?

Esta novela, que inspiró la película de culto de Ridley Scott, protagonizada por Harrison Ford, continúa siendo un referente y una vigente crítica a la sociedad actual, donde el hombre está cada vez más mecanizado y las máquinas, cada vez más humanizadas.

«Si alguien fuera a escribir una historia del futuro tal como lo ha soñado Hollywood durante años, el capítulo del día de mañana pertenecería, en gran parte, a Philip K. Dick.» The Washington Post

PHILIP K. DICK

000019260_1_dick_philip_k_200_201509290112Autor estadounidense, Philip K. Dick estudió algunos años en la Universidad de Berkeley, aunque tras cursar varias asignaturas no llegó a licenciarse. Allí fue donde Dick se aficionó a la música y la radio, descubriendo el ambiente contracultural americano, en aquellos años dominado por el movimiento beat, escribiendo sus primeros relatos.

De hecho, Dick es muy conocido por su maestría dentro del campo del relato de ciencia ficción, donde plasmó gran parte de sus inquietudes y obsesiones. Además, fue autor de varias novelas de gran importancia dentro del género en los años 70, como Sueñan los androides con ovejas eléctricas -que fue llevada al cine con el título de Blade Runner-, Una mirada a la oscuridad, Paycheck, Ubik o Fluyan mis lágrimas dijo el policía.

Pese al premio Hugo de 1963, Dick fue considerado en vida como un autor de culto y poco conocido para el gran público. Sus obras no le permitieron una independencia económica solvente pese a los más de 120 relatos que llegó a publicar. Contó con el apoyo y reconocimiento de la mayoría de autores de género de ciencia ficción de su época. Hoy en día es considerado como uno de los escritores del siglo XX más adaptados al cine y la televisión, con recientes estrenos como El hombre en el castillo, serie producida por Amazon en 2015.

La última parte de su obra escrita estuvo muy influida por una serie de visiones que, unidos a ciertos problemas psicológicos, le hicieron creer que estaba en contacto con una entidad divina a la que llamó SIVAINVI -VALIS-. En sus últimos años, Dick mostró síntomas de una paranoia aguda, obsesión que se ve también reflejada en obras como Una mirada a la oscuridad.

Philip K. Dick murió el 2 de marzo de 1982 en Santa Ana.

FRAGMENTOS DE LA NOVELA

    Después de un desayuno apresurado, pues había perdido mucho tiempo discutiendo con su esposa, Rick se vistió para salir al exterior Después de un desayuno apresurado, pues había perdido mucho tiempo discutiendo con su esposa, Rick se vistió para salir al exterior, incluido el modelo Ajax de la bragueta de plomo Mountibank, y subió a la azotea cubierta de hierba donde «pastaba» la oveja eléctrica. Donde ella, sofisticada pieza de ingeniería que era, mordisqueaba algo, con simulada satisfacción, engañando al resto de los inquilinos del edificio.
   Estaba seguro de que algunos de los animales de sus vecinos también eran falsificaciones hechas de circuitos eléctricos, pero nunca había indagado en ello, igual que sus vecinos tampoco habían metido la nariz en lo de su oveja. Nada habría sido menos cortés. Preguntar «¿esa oveja es auténtica?» hubiese sido peor muestra de mala educación que inquirir si la dentadura, o el pelo o los órganos internos de alguien eran auténticos.
    —Un robot humanoide es como cualquier otra máquina. En un abrir y cerrar de ojos puede fluctuar entre suponer un beneficio y convertirse en un peligro. En el primer caso no es nuestro problema.
    —Pero en el segundo… Ahí es donde entran ustedes —dijo Rachael Rosen—. ¿Es cierto, señor Deckard, que es usted un cazarrecompensas?
    Rick se encogió de hombros, pero asintió a regañadientes.
   —No tiene dificultades a la hora de considerar a un androide como algo inerte —dijo la joven—. Así puede «retirarlo», como lo llaman por ahí.

 

[…]
    —¿Irás ahora a la cama? ¿Si marco en el climatizador el estado 670?
   —¿De qué va?
   —Un merecido descanso.
   Se puso en pie, dolorido, confundido y con media cara insensible, como si una legión de batallas se hubiesen librado en ella a lo largo de los años. Entonces, poco a poco, avanzó por el camino que lo llevaba a su dormitorio.
   —De acuerdo —dijo—. Un merecido descanso. —Se tumbó en la cama, levantando una nube de polvo sobre la sábana blanca.
   No sería necesario poner en marcha el climatizador del ánimo, comprendió Iran cuando apretó el botón que oscurecía las ventanas del dormitorio. La luz grisácea del día desapareció.
     Tumbado en la cama, Rick se quedó dormido en un abrir y cerrar de ojos.
    Ella siguió allí un rato, sin apartar la vista de él para asegurarse de que no se despertaría, de que no se incorporaría como activado por un resorte, temeroso, como hacía algunas noches. Entonces regresó a la cocina y tomó asiento a la mesa.

 

FUENTES

  • Wikipedia
  • Blade Runner
  • Lecturalia

“Un mundo feliz”, de Aldous Huxley

¡Oh qué maravilla!
¡Cuántas criaturas bellas hay aquí!
¡Cuán bella es la humanidad! Oh mundo feliz,
en el que vive gente así.

                              De “La tempestad” / William Shakespeare

Un mundo feliz (Brave New World) es una novela distópica publicada en 1932, el mismo año que Hitler subió al poder en Alemania, por el escritor británico Aldous Huxley.

El concepto de distopía proviene de la cultura anglosajona. Se basa en el término utopía acuñada por Tomás Moro como ou-topía (“no-lugar”), es decir, “lugar que no existe”, normalmente descrito en términos de una sociedad perfecta o ideal. De ahí, entonces, se deriva distopía como una “utopía negativa”, donde la realidad transcurre en términos antitéticos a los de una sociedad ideal. Comúnmente, la diferencia entre utopía y distopía depende del punto de vista del autor de la obra o, en algunos casos, de la percepción del propio lector, que juzgue el contexto descrito como deseable o indeseable.

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Un mundo feliz está considerado como uno de los grandes clásicos de la literatura distópica junto con Fahrenheit 451, de Ray Bradbury y 1984, de George Orwell. Es la novela más famosa de Aldous Huxley y supuso su consagración definitiva como un gran escritor. En ella, el escritor británico nos presenta una sombría y pesimista metáfora sobre la posibilidad de un inquietante futuro del ser humano totalmente deshumanizado.

     «El Método Bokanovsky es uno de los mayores instrumentos de la estabilidad social.

     “Uno de los mayores instrumentos de la estabilidad social”.

     Hombres y mujeres estandardizados, en grupos uniformes. Todo el personal de una fábrica podía ser el producto de un solo óvulo bokanovskificado.

     —¡Noventa y seis mellizos trabajando en noventa y seis máquinas idénticas! —La voz del director casi temblaba de entusiasmo—. Sabemos muy bien adónde vamos. Por primera vez en la historia. —Citó la divisa planetaria: Comunidad, Identidad, Estabilidad. —Grandes palabras—. Si pudiéramos bokanowskificar indefinidamente, el problema estaría resuelto.

     Resuelto por Gammas en serie, Deltas invariables, Epsilones uniformes. Millones de mellizos idénticos. El principio de la producción en masa aplicado, por fin, a la biología. —Pero, por desgracia —añadió el director—, no podemos bokanowskificar indefinidamente.» 

«Un mundo feliz es una utopía futurista sobre premisas científicas, con los colores de una pesadilla. En el Nuevo Mundo, rígidamente totalitario, el progreso científico ha llegado a la deshumanización más completa, anulando hasta el recuerdo de la anterior civilización. Producidos artificialmente en laboratorio, los niños vienen condicionados químicamente para diversas funciones a las que serán destinado y, asimismo, adoctrinados en el sueño sobre las ventajas de la nueva civilización. Acostumbrados desde pequeños al sexo y a la muerte, el sistema de los reflejos condicionados de Pavlov sirve para determinar sus futuras reacciones y su perfecta inserción en la sociedad organizada. A los autómatas perfectos, que ha creado, el Estado omnipresente y omnipotente ofrece formas de evasión colectiva: relaciones sexuales libres y en promiscuidad, sesiones eróticorreligiosas, sustituciones científicas para las antiguas necesidades fisicoemotivas y, en fin, las tabletas de soma, la droga eficaz para toda circunstancia. En esta sociedad aséptica y colectiva, por un error de condicionamientos, Bernard Marx experimenta emociones y deseos personales, que lo hacen inadaptado para su función y sospechoso ante la autoridad.»

En el prólogo escrito en 1947 a su novela Un mundo feliz, Aldous Huxley expresaba: «Sopesándolo todo bien, parece como si la Utopía se hallara más cerca de nosotros de lo que nadie hubiese podido imaginar hace sólo quince años. Entonces, la situé para dentro de seiscientos años en el futuro. Hoy parece posible que tal horror se implante entre nosotros en el plazo de un solo siglo. Es decir, en el supuesto de que sepamos reprimir nuestros impulsos de destruirnos en pedazos en el entretanto. Ciertamente, a menos que nos decidamos a descentralizar y emplear la ciencia aplicada, no como un fin para el cual los seres humanos deben ser tenidos como medios, sino como el medio para producir una raza de individuos libres, sólo podremos elegir entre dos alternativas: o cierto número de totalitarismos nacionales, militarizados, que tendrán sus raíces en el terror que suscita la bomba atómica, y, en consecuencia, la destrucción de la civilización (o, si la guerra es limitada, la perpetuación del militarismo); o bien un solo totalitarismo supranacional cuya existencia sería provocada por el caos social que resultaría del rápido progreso tecnológico en general y la revolución atómica en particular, que se desarrollaría, a causa de la necesidad de eficiencia y estabilidad, hasta convertirse en la benéfica tiranía de la Utopía. Usted es quien paga con su dinero, y puede elegir a su gusto.»

En 1958, veintisiete años después de la publicación de Un mundo feliz, Aldous Huxley publicó una serie de ensayos, posteriormente recogidos en un volumen titulado Nueva visita a un mundo feliz, en los que hacía un repaso de las profecías que planteó en su novela y el grado de cumplimiento de las mismas. En dicho libro escribió: «En 1931, cuando escribí Un mundo feliz, estaba convencido de que se disponía todavía de muchísimo tiempo. La sociedad completamente organizada, el sistema científico de castas, la abolición del libre albedrío por el condicionamiento metódico, la servidumbre hecha aceptable mediante dosis regulares de bienestar químicamente inducido y las ortodoxias inculcadas en cursos nocturnos de enseñanza durante el sueño eran cosas que se veían venir, desde luego, pero no en mi tiempo, ni siquiera en el tiempo de mis nietos.»

Un mundo feliz es una novela interesante y entretenida. Muy recomendable.

La novela ha sido adaptada para la pequeña pantalla, el teatro, la radio y obras musicales.

Tráiler de Brave New World (TV) dirigida por Leslie Libman y Larry Williams

Basada en la célebre novela de Aldous Huxley, describe una horripilante sociedad futura que utiliza todos los medios de la ciencia y la técnica (incluidas las drogas) para el condicionamiento y el control de los individuos. En ese mundo el amor es un concepto ridículo, la figura de Dios se ha sustituido por la del arquitecto de ese sistema, Ford, y los niños son concebidos en probetas genéticamente condicionados para pertenecer a una de las 5 categorías de población; de la más inteligente a la más estúpida: los Alpha (la élite), los Betas (los ejecutivos), los Gammas (los empleados subalternos), los Deltas y los Epsilones (destinados a trabajos arduos). Bernard Marx, un Alfa que ha desarrollado una actitud rebelde al ser rechazado socialmente por no tomar soma y ser más bajo que los demás Alfas (por un supuesto fallo durante su gestación), va con Lenina Crowne a visitar una reserva natural de Malpaís, cuyos habitantes no siguen el proceso de selección eugenésica y condicionamiento. En aquel grupo de «salvajes» conocen a John, un chico concebido de forma natural por una mujer «civilizada» que se perdió en aquella región, por lo que el joven también ha sufrido el rechazo de los que le rodeaban. A Bernard se le ocurre la idea de llevarse a John al mundo «civilizado» para hacerles ver a los que se burlan de él que es posible vivir sin drogas, sin Ford y sin manipulación genética. (FilmaAffinity)

SINOPSIS

La pequeña y acogedora casa de Sanary, en la Provenza, donde residían los Huxley desde finales de la década de 1920, es el lugar donde Aldous, en abril de 1931, comenzó a escribir su denominada mala utopía, que concluyó en agosto de ese mismo año. En total solo necesitó cuatro meses para ultimarla. Obra maestra de la literatura de anticipación, Un mundo feliz presenta un hipotético escenario futuro en el que todo vestigio del pasado ha sido erradicado con la finalidad de sellar una nueva era de la humanidad totalmente desprovista de contenido y sentido histórico. El denominado Estado Mundial ha destruido la historia y el pasado porque su obsesión es solo el presente. El año en el que se desarrolla la acción de la novela es el 632 después de Ford. La nueva era comienza tras la fabricación del primer Ford T en 1908, fecha de partida de esta futura civilización. Por consiguiente, el año 632 después de Ford equivaldría al 2540 de nuestra era, aproximadamente. Los ciudadanos de este nuevo mundo desconocen por completo los valores morales, culturales y espirituales, porque han sido condicionados para imitar y seguir un despiadado canon capitalista que delata una adulterada, profética y perturbadora idea del bienestar.

ALDOUS HUXLEY

Aldous_Huxley (2)Aldous Huxley fue un escritor, poeta y filósofo inglés, miembro de una importante familia de intelectuales, entre los que hubo eminentes biólogos y hasta un Premio Nobel.

Siendo joven, Huxley sufrió graves problemas visuales que retrasaron su educación universitaria en Oxford, pero una vez superada su enfermedad terminó sus estudios y viajó por Europa en calidad de crítico de arte y literatura.

Durante esa época, Huxley escribió sobre todo poesía y cuentos y sus primeras novelas no tuvieron demasiado eco. En 1932 publicó la que sería su obra más famosa y controvertida: Un mundo feliz, en el que plasma varias de sus obsesiones más conocidas, como el control del estado y la deshumanización de la tecnología.

En 1937 abandona Inglaterra y decide establecerse en los Estados Unidos. A partir de esta época, el escritor comienza sus experimentos con las drogas sicoactivas y se centra en el misticismo como objeto de análisis.

Quizá sea Las puertas de la percepción (1954) el libro que mejor recoge las experiencias de Huxley durante toda esta época.

Tras la muerte de su primera esposa, Huxley volvió a casarse. En 1960 le fue diagnosticado un cáncer de garganta al que no sobreviviría. Su última novela, La isla, se publicó en 1962.

Aldous Huxley murió en Los Ángeles el 22 de Noviembre de 1963, a los sesenta y nueve años de edad.

FRAGMENTOS DE LA NOVELA

     «Hogar, hogar… Unos pocos cuartitos, superpoblados por un hombre, una mujer periódicamente embarazada, y una turbamulta de niños y niñas de todas las edades. Sin aire, sin espacio; una prisión no esterilizada; oscuridad, enfermedades y malos olores.
     Y el hogar era tan mezquino psíquicamente como físicamente. Psíquicamente, era una conejera, un estercolero, lleno de fricciones a causa de la vida en común, hediondo a fuerza de emociones. ¡Cuántas intimidades asfixiantes, cuán peligrosas, insanas y obscenas relaciones entre los miembros del grupo familiar! Como una maniática, la madre se preocupaba constantemente por los hijos (sus hijos)…, se preocupaba por ellos como una gata por sus pequeños; pero como una gata que supiera hablar, una gata que supiera decir: “Nene mío, nene mío una y otra vez. Nene mío, y, oh, en mi pecho, sus manitas, su hambre, y ese placer mortal e indecible! Hasta que al fin mi niño se duerme, mi niño se ha dormido con una gota de blanca leche en la comisura de su boca. Mi hijito duerme… “».
[…]

 

     «Los momentos más felices eran cuando Linda le hablaba del Otro Lugar.
     —¿Y de veras puedes volar cuando se te antoja?
     —De veras.
   Y Linda le contaba lo de la hermosa música que salía de una caja, y los juegos estupendos a que se podía jugar, y las cosas deliciosas de comer y de beber que había, y la luz que surgía con sólo pulsar un aparatito en la pared, y las películas que se podían oír, v palpar y ver, y otra caja que producía olores agradables, y las casas rosadas, verdes, azules y plateadas; altas como montañas, y todo el mundo feliz, y nadie triste ni enojado, y todo el mundo pertenecía a todo el mundo, y las cajas que permitía ver y oír todo lo que ocurría en el otro extremo del mundo, y los niños en frascos limpios y hermosos…,todo limpísimo, sin malos olores, sin suciedad… Y nadie solo, sino viviendo todos juntos, alegres y felices, algo así como en los bailes de verano de Malpaís, pero mucho más felices, porque su felicidad era de todos los días, de siempre… John la escuchaba embelesado.»

 

FUENTES

  • Un mundo feliz
  • Diccionario literario Bompiani
  • Wikipedia

“Crónicas marcianas”, Ray Bradbury

«Nosotros, los habitantes de la Tierra, tenemos un talento especial para arruinar las cosas grandes y hermosas»

  Crónicas marcianas es una colección de relatos originales del escritor estadounidense Ray Bradbury. En ellos se recoge la crónica de la colonización de Marte por parte de los humanos que huyen de un planeta al borde de la destrucción. Comprenden un periodo que va desde 1999 hasta 2026. En Crónicas marcianas, Bradbury expresa su rechazo contra una sociedad deshumanizada que vive bajo la amenaza de una guerra nuclear y que refleja buena parte de los temores de la sociedad norteamericana de los años cincuenta. Suponen un alegato contra la guerra, el control gubernamental y la censura, el racismo, y la capacidad del ser humano para arruinarlo todo.

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  «La vida en la Tierra nunca fue nada bueno. La ciencia se nos adelantó demasiado, con demasiada rapidez, y la gente se extravió en una maraña mecánica, dedicándose como niños a cosas bonitas: artefactos, helicópteros, cohetes; dando importancia a lo que no tenía importancia, preocupándose por las máquinas más que por el modo de dominar las máquinas. Las guerras crecieron y crecieron y por último acabaron con la Tierra. Por eso han callado las radios. Por eso hemos huido…»

   Crónicas marcianas se publicó en 1950 y se considera un clásico de la ciencia ficción. Es, junto con Fahrenheit 451, uno de los libros más representativos de Bradbury.

  Bradbury tenía esperanzas  en que el hombre llegaría en fechas próximas al planeta rojo y que sería capaz de asentarse en él comenzando una nueva etapa lejos de la Tierra y de sus problemas.

  En 2004 dijo a un diario chileno: “cuando muera, quiero que me cremen, que pongan mis cenizas en un tarro de sopa de tomate y me entierren en Marte!”

«Su tema es la conquista y colonización del planeta. Esta ardua empresa de los hombres futuros parece destinada a la época, pero Ray Bradbury ha preferido (sin proponérselo, tal vez, y por secreta inspiración de su genio) un tono elegíaco. Los marcianos, que al principio del libro son espantosos, merecen su piedad cuando la aniquilación los alcanza. Vencen los hombres y el autor no se alegra de su victoria. Anuncia con tristeza y con desengaño la futura expansión del linaje humano sobre el planeta rojo –que su profecía nos revela como un desierto de vaga arena azul, con ruinas de ciudades ajedrezadas y ocasos amarillos y antiguos barcos para andar por la arena–.»

Jorge Luis Borges. Prólogo del libro

SINOPSIS

   Esta colección de relatos recoge la crónica de la colonización de Marte por parte de una humanidad que huye de un mundo al borde de la destrucción. Los colonos llevan consigo sus deseos más íntimos y el sueño de reproducir en el Planeta Rojo una civilización de perritos calientes, cómodos sofás y limonada en el porche al atardecer. Pero su equipaje incluye también los miedos ancestrales, que se traducen en odio a lo diferente, y las enfermedades que diezmarán a los marcianos. Conforme a su concepción de lo que debe ser la ciencia ficción, Bradbury se traslada al futuro para iluminar el presente y explorar la naturaleza humana. Escritas en la década de los cuarenta, estas deslumbrantes e intensas historias constituyen un canto contra el racismo, la guerra y la censura, destilando nostalgia e idealismo.

   Ray Bradbury se consolidó como escritor con esta obra, ahora un clásico de las letras norteamericanas, con su estilo rico, inmediato y conmovedor, que le ha valido el apelativo de poeta de la ciencia ficción.

«¿Qué ha hecho este hombre de Illinois, me pregunto, al cerrar las páginas de su libro, para que episodios de la conquista de otro planeta me llenen de terror y de soledad?

¿Cómo pueden tocarme estas fantasías; y de una manera tan íntima?»

Jorge Luis Borges

RAY BRADBURY

   Ray Bradbury nació en Waukegan (Illinois) en 1920. Entre novelas, colecciones de cuentos, poemas y obras de teatro, ha publicado un centenar de libros. En 1964 fundó el teatro Pandemonium, donde se han representado algunas de sus piezas; ha desarrollado una amplia actividad en el mundo del cine y de la televisión y destaca como guionista de la película de John Huston Moby Dick (1965). Algunas de sus obras han sido adaptadas en los programas de televisión The Twilight Zone y el Ray Bradbury Theatre. Artista polifácetico, creó el escenario del pabellón norteamericano en la Feria Mundial de Nueva York de 1964, y en 1980 colaboró con la firma de arquitectos que proyectó el Westside Pavilion en Los Ángeles y la Horton Plaza en San Diego.

Ray Bradbury

                                                             Ray Bradbury

   En 1989 fue nombrado Gran Maestro de la SFWA (Asociación de autores de ciencia ficción norteamericanos) y en 1999 recibió el SF Hall of Fame por toda su carrera.

    Existe un asteroide llamado (9766) Bradbury en su honor.

    Murió el 5 de junio de 2012 a la edad de 91 años en Los Ángeles, California. A petición suya, su lápida funeraria, en el Cementerio Westwood Village Memorial Park, lleva el epitafio: «Autor de Fahrenheit 451».

FRAGMENTOS DEL LIBRO

     –No arruinaremos este planeta –dijo el capitán–. Es demasiado grande y demasiado hermoso.

   –¿Cree usted que no? Nosotros, los habitantes de la Tierra, tenemos un talento especial para arruinar las cosas grandes y hermosas. No pusimos quioscos de salchichas calientes en el templo egipcio de Karnak sólo porque quedaba a trasmano y el negocio no podía dar grandes utilidades. Y Egipto es una pequeña parte de la Tierra. Pero aquí todo es antiguo y diferente. Nos instalaremos en alguna parte y lo estropearemos todo. Llamaremos al canal, canal Rockefeller; a la montaña, pico del rey Jorge, y al mar, mar de Dupont; y habrá ciudades llamadas Roosevelt, Lincoln y Coolidge, y esos nombres nunca tendrán sentido, pues ya existen los nombres adecuados para estos lugares. 

[…]

    –Así es. El hombre, decían, ha de afrontar la realidad. ¡Ha de afrontar el Aquí y el Ahora! Todo lo demás tiene que desaparecer. ¡Las hermosas mentiras literarias, las ilusiones de la fantasía, han de ser derribadas en pleno vuelo! Y las alinearon contra la pared de una biblioteca un domingo por la mañana, hace treinta años. Alinearon a Santa Claus, y al jinete sin Cabeza, y a Blanca Nieves y Pulgarcito, y a Mi Madre la Oca…. Oh, ¡qué lamentos!, y quemaron los castillos de papel y los sapos encantados y a los viejos reyes, y a todos los que «fueron eternamente felices», pues estaba demostrado que nadie fue eternamente feliz, y el «había una vez» se convirtió en «no hay más». Y las cenizas del fantasma Rickshaw se confundieron con los escombros del país de Oz, e hicieron unos paquetes con los huesos de Ozma y Glinda la Buena, y destrozaron a Polícromo en un espectroscopio y sirvieron a Jack Cabeza de Calabaza con un poco de merengue en el baile de los biólogos. La Bella Durmiente despertó con el beso de un hombre de ciencia y expiró con el fatal pinchazo de su jeringa. Hicieron que Alicia bebiera algo de una botella que la devolvió a un tamaño donde no podía seguir gritando «más curioso y más curioso» y rompieron el Espejo de un martillazo y acabaron con el Rey Rojo y la Ostra.

Fahrenheit 451: la temperatura a la que el papel de los libros se enciende y arde.

FAHRENHEIT 451, UNA NOVELA DISTÓPICA

  Fahrenheit 451 es una novela distópica publicada en 1953 por el escritor estadounidense Ray Bradbury. El título hace referencia a la temperatura en la escala de Fahrenheit a la que el papel de los libros se inflama y arde, equivalente a 233º C. La película homónima de 1966, basada en dicha novela, fue dirigida por François Truffaut.

  El concepto de distopía proviene de la cultura anglosajona. Se basa en el término utopía acuñada por Tomás Moro como ou-topía («no-lugar»), es decir, «lugar que no existe», normalmente descrito en términos de una sociedad perfecta o ideal. De ahí, entonces, se deriva distopía como una «utopía negativa», donde la realidad transcurre en términos antitéticos a los de una sociedad ideal. Comúnmente, la diferencia entre utopía y distopía depende del punto de vista del autor de la obra o, en algunos casos, de la percepción del propio lector, que juzgue el contexto descrito como deseable o indeseable.

Es bien conocida la relación de Ray Bradbury con el mundo de los libros y de las bibliotecas. Bradbury no fue a la universidad. Al acabar la escuela secundaria, solía acudir a la biblioteca con regularidad. “Las bibliotecas me formaron”, afirmó en alguna ocasión.

En una entrevista, el autor de Illinois confesó: La imagen más fuerte que me ha acompañado durante toda la vida ha sido la de las quemas de libros. Cuando era joven, leí acerca de los incendios de la Biblioteca de Alejandría. Ardió cinco veces, dos de ellas, en fuegos provocados. Después vi las quemas de libros en Berlín y me sentí impresionado. Soy un habitante de bibliotecas desde siempre. Fui un niño pobre, así que todo lo que leí lo leí en las bibliotecas. Si tocas una biblioteca, me tocas el alma.

En su novela Fahrenheit 451, Bradbury hace una encomiable defensa del mundo de los libros y de la cultura.  Fahrenheit 451 se considera un clásico de la ciencia ficción y es, junto con Crónicas marcianas, uno de los libros más representativos del autor de Illinois.

«Fahrenheit 451 es el más convincente de todos los infiernos conformistas.»

Kingsley Amis

RAY BRADBURY

imagen-clarkeRay Bradbury nació en Waukegan (Illinois) en 1920. Entre novelas, colecciones de cuentos, poemas y obras de teatro, ha publicado un centenar de libros. En 1964 fundó el teatro Pandemonium, donde se han representado algunas de sus piezas; ha desarrollado una amplia actividad en el mundo del cine y de la televisión y destaca como guionista de la película de John Huston Moby Dick (1965). Algunas de sus obras han sido adaptadas en los programas de televisión The Twilight Zone y el Ray Bradbury Theatre. Artista polifácetico, creó el escenario del pabellón norteamericano en la Feria Mundial de Nueva York de 1964, y en 1980 colaboró con la firma de arquitectos que proyectó el Westside Pavilion en Los Ángeles y la Horton Plaza en San Diego.

   En 1989 fue nombrado Gran Maestro de la SFWA (Asociación de autores de ciencia ficción norteamericanos) y en 1999 recibió el SF Hall of Fame por toda su carrera.

   Existe un asteroide llamado (9766) Bradbury en su honor.

  Murió el 5 de junio de 2012 a la edad de 91 años en Los Ángeles, California. A petición suya, su lápida funeraria, en el Cementerio Westwood Village Memorial Park, lleva el epitafio: «Autor de Fahrenheit 451».

     «La sola sospecha de que en el futuro el arte resultará devorado por la ciencia me angustia. Todos los días topamos con personas que desean la destrucción de la sabiduría humanista recogida por los hombres para poder manejar a éstos como máquinas. Hitler, sin ir mas lejos. El tema de Fahrenheit 451 surgió de esta obsesión y del descubrimiento de un documento de 1790 que exigía a los bomberos norteamericanos la quema de cualquier libro de influencia británica en las colonias. El firmante de esa orden era nada menos que Benjamín Franklin».   

Ray Bradbury

DATOS DEL LIBRO

Título: Fahrenheit 451
Autor: Ray Bradbury
Nº de páginas: 220 págs.
Editorial: Minotauro
ISBN: 978-84-450-7641-5

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SINOPSIS

 Clásico de la literatura utópica que retrata un futuro sin libros. Fahrenheit 451: la temperatura a la que el papel se enciende y arde. Guy Montag es un bombero y el trabajo de un bombero es quemar libros, que están prohibidos porque son causa de discordia y sufrimiento. El Sabueso Mecánico del Departamento de Incendios, armado con una letal inyección hipodérmica, escoltado por helicópteros, está preparado para rastrear a los disidentes que aún conservan y leen libros. Como 1984, de George Orwell, como Un mundo feliz, de Aldous Huxley, Fahrenheit 451 describe una civilización occidental esclavizada por los medios, los tranquilizantes y el conformismo. La visión de Bradbury es asombrosamente profética: pantallas de televisión que ocupan paredes y exhiben folletines interactivos; avenidas donde los coches corren a 150 kilómetros por hora persiguiendo a peatones; una población que no escucha otra cosa que una insípida corriente de música y noticias transmitidas por unos diminutos auriculares insertados en las orejas.

FRAGMENTO DE LA NOVELA

     «¿Sabe usted por qué un libro como éste es tan importante? Porque tiene calidad. ¿Y qué significa esta palabra? Calidad, para mí significa textura. Este libro tiene poros. Tiene rasgos. Si lo examina usted con un microscopio, descubrirá vida bajo la lente; una corriente de vida abundante e infinita. Cuantos más poros, cuantos más pormenores vivos y auténticos pueda usted descubrir en un centímetro cuadrado de una hoja de papel, más «letrado» es usted….¿Comprende ahora por qué los libros son temidos y odiados? Revelan poros en la cara de la vida. La gente cómoda sólo quiere ver rostros de cera, sin poros, sin vello, inexpresivos. Éste es un tiempo en que las flores crecen a costa de otras flores, en vez de vivir de la lluvia y la tierra.»

CÓMO CONVERTIRSE EN UNA PERSONA LIBRO

  En el mundo descrito por Ray Bradbury en Fahrenheit 451 y que posteriormente Truffaut llevó al cine, los libros estaban prohibidos y eran quemados. Por eso surgieron las personas libros que se resistían aprendiéndose un libro.

   El Proyecto Fahenheit 451 (Las Personas Libro) sigue esa misma filosofía. Con este proyecto se han hecho reales a las personas libro de la mítica ficción de Bradbury. Se trata de una organización que busca el encuentro entre las personas (y consigo mismas), y lo hace a través de los libros.

DOCUMENTACIÓN SOBRE “FAHRENHEIT 451”