El “Bestiario de D. Juan de Austria” del Monasterio de Santa María de la Vid. (Atribuido a Martín Villaverde, S. XVI)

Bestiario de D. Juan de Austria

Bestiario de D. Juan de Austria

BESTIARIOS

  Los bestiarios son manuscritos medievales, generalmente de poco formato, que contienen descripciones de los principales animales, normalmente con su representación ilustrada. Describen animales reales o imaginarios, dándoles frecuentemente un simbolismo religioso o moral. Estas obras ejercieron un gran influjo en la literatura y en la iconografía medievales y también en la liturgia cristiana. Los bestiarios fueron especialmente populares en Inglatera y Francia cerca del siglo XII.

 Su origen se remonta a los primeros tiempos del cristianismo, al célebre Physiologus. Se trata de un antiguo volumen griego de autor anónimo que se cree escrito entre los siglos II y IV. El Physiologus reunía conocimientos y sabiduría antiguos sobre animales en las obras de autores clásicos como la Historia de los animales, de Aristóteles de Estagira, así como las historias de Herodóto, la Historia Natural de Plinio el Viejo, y de otros naturalistas. La difusión que conoció el Phisiologus fue tan grande que se hicieron multitud de copias y llegó a ser el libro más leído después de la Biblia.

  Actualmente sobreviven más de cien manuscritos. El único escrito en lengua castellana que se conserva es el llamado Bestiario de D. Juan de Austria que se conserva en el Monasterio de Santa María de la Vid (Burgos)

BESTIARIO DE D. JUAN DE AUSTRIA

  El Bestiario de D. Juan de Austria del Monasterio de Santa María de la Vid es una auténtica joya bibliográfica. Es, además, el único bestiario en lengua castellana en el mundo. Apenas si es un libro científico, sino más bien descriptivo. No hay vegetales ni plantas. Es una suerte de enciclopedia del reino animal (peces, mamíferos, insectos) establecida con un orden poco seguro y en la que se incrustan, de vez en cuando, seres fantásticos como los que alegóricamente se recreaban en unos saberes muy poco rigurosos. Cuenta con 484 páginas llenas de maravillas, secretos y multitud de dibujos coloreados realistas de candorosa ingenuidad, que anticipan el naif. Es, sobre todo, un libro raro y curioso.

Bestiario de D. Juan de Austria

Bestiario de D. Juan de Austria

  Tradicionalmente se ha atribuido a Martín Villaverde la realización del manuscrito, él sería el autor del texto y también el amanuense que escribió y realizó los numerosos dibujos que lo adornan. La obra fue concebida y realizada para ser leída por D. Juan de Austria. Martín Villaverde se la dedica con estas palabras: “Tracé estas líneas para que Vra. Excellencia con pasallas y mirallas descanse un rato de los muchos que en la guerra a trabajado”. Martín Villaverde conoció Extremadura: residió en Yuste, o sus cercanías, y cita la ciudad de Medellín cuando al hablar del dromedario lo compara en tamaño al mayor toro que pueda encontrarse en dicho lugar.

Los Beatos, joyas medievales

Códice de Girona

                                                          Códice de Girona

BEATO DE LIÉBANA

   Beato de Liébana (muerto en el año 798) fue un monje español que escribió el manuscrito titulado Comentarios al Apocalipsis, de importancia capital para la interpretación del Apocalipsis, y que durante siglos gozó de gran autoridad. A partir del siglo X se realizaron innumerables copias, difundidas por monasterios y catedrales durante toda la Edad Media hasta los inicios del Renacimiento.

BEATOS

   Estas copias conocidas con el nombre de beatos constituyen las creaciones más características de la miniatura mozárabe española y destacan por el valor artístico de las pinturas que adornan el texto.

    Entre los 24 beatos sobrevivientes que todavía quedan esparcidos por el mundo, uno de los ejemplares más valiosos es el Códice de Girona, llamado así por conservarse en la catedral de la ciudad catalana desde el año 1078. Su composición tuvo lugar, probablemente, en el Monasterio de San Salvador de Tábara, terminándose en 975. En él trabajaron el escriba Senior, y los pintores En, autora principal de las miniaturas, y Emeterio  que colaboró con ella. Por sus características de estilo y de iconografía es, según Carlos Miranda, el beato del siglo X que presenta un aspecto más novedoso, monumental y lujoso, con claros intentos de superar el aspecto plano, el esquematismo y la abstracción propios de la época a favor de una búsqueda de corporeidad y cierto naturalismo aún muy incipiente, especialmente en las telas, y de un movimiento pausado, rítmico en ocasiones, siempre elegante, con una vocación de llegar a recuperar, tímidamente, la tradición clásica. Cuenta con un total de 114 ilustraciones, de tamaño folio e incluso doble folio, y numerosas miniaturas, lo que lo convierte en el ejemplar más rico y completo en ilustración de todos los beatos conservados.

IMG_0584

   Es asimismo uno de los manuscritos más conocidos y estudiados. Es, además, el de mayor tamaño hasta que llegan los últimos grandes ejemplares de los siglos XII y XIII (Beatos de San Pedro de Cardeña, San Andrés de Arroyo y Las Huelgas), pese a haber sido recortado con motivo de alguna encuadernación.

 

   Los Beatos, los libros más bellos del mundo.  Vídeo sobre los Beatos